Prisión sin fianza para el hombre que roció a su expareja y una amiga con ácido
José Arcadio D. N., de 26 años, se ha acogido a su derecho a no declarar ante la juez, que también ha enviado a la cárcel a dos de sus supuestos colaboradores en su huida
El Juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola ha acordado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de José Arcadio D. N., detenido la semana pasada tras supuestamente rociar a su expareja y una amiga con ácido en la localidad malagueña de Cártama. Se le acusa de dos presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa. El caso ha quedado en manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Málaga, que será el encargado de instruir la causa, declarada sec...
El Juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola ha acordado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de José Arcadio D. N., detenido la semana pasada tras supuestamente rociar a su expareja y una amiga con ácido en la localidad malagueña de Cártama. Se le acusa de dos presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa. El caso ha quedado en manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Málaga, que será el encargado de instruir la causa, declarada secreta. Además, la investigación se mantiene abierta, de tal manera que no se descartan nuevas detenciones, según han explicado fuentes oficiales.
El hombre, de 26 años y conocido como El Melillero, ha sido traslado este mediodía a los juzgados de Fuengirola. Varios furgones de la Guardia Civil han llegado pasadas las 12.15 a las instalaciones fuengiroleñas, donde había una gran expectación. El acusado se ha acogido a su derecho a no declarar y solo ha respondido a las preguntas de su abogada. De las seis personas que fueron arrestadas por, supuestamente, ayudarle a ocultarse —primero se realizaron cinco detenciones y, más tarde, se sumó otra— la juez de guardia ha decidido que dos ingresarán también en prisión, una de ellas eludible bajo fianza de 9.000 euros. Otra de las personas ha quedado en libertad provisional, aunque las tres están investigadas por un delito de encubrimiento. Además, el hermano de José Arcadio ha quedado en libertad sin cargos “dado que el vínculo familiar le exime de este delito”, según han informado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Otras dos personas aún no han sido puestas aún a disposición judicial.
“Yo no he hecho nada, yo no fui”, dijo José Arcadio D. N. este domingo desde el interior de un vehículo de la Guardia Civil. El arrestado fue trasladado por un amplio grupo de agentes hasta una vivienda rural ubicada la zona de Entrerríos, en el término municipal de Mijas, donde fue arrestado el pasado viernes alrededor de las nueve de la noche. Era el punto donde se ponía fin a una intensa búsqueda desarrollada durante tres días y medio por distintos puntos de la Costa del Sol. La operación que acabó con su arresto, denominada Tindra y liderada por la Guardia Civil, participaron más de 200 agentes, la mayoría del instituto armado, pero también de la Policía Nacional y diversos cuerpos de Policía Local de los municipios del litoral malagueño, por donde se movía habitualmente el detenido.
Su exnovia continúa “muy grave”
Los hechos de los que se le acusa ocurrieron el pasado martes a las dos de la tarde. El supuesto agresor se había desplazado a Cártama para localizar a su exnovia, una joven de 26 años natural de Casabermeja, otro municipio de la provincia de Málaga. Detuvo su Volkswagen Golf junto al Mini de color blanco que conducía la chica, discutió con ella y por una rendija de la ventanilla la roció tanto a ella como a una amiga, de 28 años y que viajaba de copiloto, con ácido sulfúrico de una pureza del 98%. Entonces, él lanzó el envase a la acera y huyó a toda rapidez en su coche. Algunos testigos dijeron que en el automóvil había otra persona y la Guardia Civil investiga, de hecho, si era así.
Tras ser atendidas por los servicios de emergencias, la expareja del detenido fue trasladada en un helicóptero medicalizado a la Unidad de Grandes Quemados del hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, donde continúa muy grave. Tiene la mitad del cuerpo con quemaduras y las vías respiratorias afectadas, según fuentes hospitalarias, que han indicado que e está a la espera de la evolución del tratamiento de las lesiones. Su amiga fue desplazada a la unidad de quemados del hospital Regional de Málaga, donde continúa estable dentro de la gravedad con un 20% de superficie quemada en la cara y las piernas.
La Guardia Civil comenzó la búsqueda del fugitivo acto seguido y la primera pista la obtuvo el miércoles por la noche, cuando se identificó al vehículo de El Melillero por la autovía A-7 a la altura del Puerto de las Pedrizas, cerca de Casabermeja. Comenzó entonces una espectacular persecución con la intervención de numerosas patrullas de policía a lo largo de 60 kilómetros de carretera. “Nosotros vamos a 200 y no lo cogemos. Va muy rápido”, decía uno de los agentes involucrados en la búsqueda a sus compañeros por la emisora policial. El ahora arrestado llegó incluso a escapar de un control en el que estuvo a punto de atropellar a un agente. Poco después, se vio obligado a abandonar su vehículo y consiguió huir a pie. Dos días después, arrancaba otra persecución después de que le localizaran conduciendo una motocicleta por la carretera que une Mijas y Coín. Tras chocar contra una patrulla de la Guardia Civil, intentó escapar de nuevo monte a través, pero fue localizado en una casa en la que, finalmente, fue detenido.
José Arcadio D. N. tiene un amplio historial delictivo. De hecho, fue denunciado en dos ocasiones por violencia machista su anterior pareja, con la que tiene un hijo y una orden de alejamiento desde 2016 tras arrastrarla del pelo en una discoteca y darle varios puñetazos. Además, tiene siete órdenes de detención en vigor por diversos delitos y diversas sentencias condenatorias firmes por delitos contra la seguridad vial entre 2013 y 2016 y por agredir y lesionar un agente de la Policía Nacional. En su historial se incluyen delitos de maltrato, amenazas, robo con fuerza e intimidación en casa habitada, pertenencia a grupo criminal o tráfico de drogas. En algunos de estos casos está aún pendiente de juicio.