Videollamadas laborales: consejos para que no se vuelvan en tu contra

Ahora que el teletrabajo impera, esta forma de comunicación se ha convertido en la más habitual. La luz o la apariencia son importantes, pero también el discurso, aspecto en el que las videollamadas cuentan con sus propias reglas

Estos días las videollamadas son una ventana al mundo y a nuestros seres queridos. La tecnología se ha convertido en un elemento esencial para socializar en este momento en el que tanto necesitamos saber que #seguimosconectados.

Pero, cuidado, porque estas videollamadas, si son laborales, pueden convertirse en un mal trago si no se hacen con cuidado. Antes de acceder a una reunión laboral a distancia, es importante atender a nuestra apariencia, a las capacidades técnicas de nuestro equipo, como cuenta el vídeo, además de al mensaje que queremos dar. Especialmente si se trata de una entrevista de trabajo o una reunión formal con un cliente. “Es importante transmitir solvencia y crear una imagen personal que sea invencible”, aconseja Carles Montaña, asesor y formador internacional de comunicación y experto en hablar en público.

Discurso: corto, conciso y directo

Una vez que hemos controlado nuestro aspecto y el entorno, debemos centrarnos en lo que vamos a decir. Comprimir el mensaje en intervenciones de no más de 40 segundos es clave para mantener la atención del interlocutor. Cuando superan el minuto, la atención decae.

Conviene evitar también las frases subordinadas y las conjunciones. “Lo mejor es construir frases cortas estructuradas en sujeto, verbo y predicado”, aconseja Montaña.

Cuando hables, dirígete al objetivo de la cámara. Haz lo mismo cuando escuches a tus interlocutores, es una manera de mostrar interés. Cuando uno de ellos acabe, espera unos segundos antes de tomar la palabra, para evitar pisarse con otra de los intervinientes.

Si lo ves conveniente, toma notas para dar una respuesta concisa y evitar titubeos. “Intenta que tus mensajes respondan las cinco preguntas clásicas: quién, cuándo, cómo, dónde y por qué”, resume Carles Montaña.

Vestuario y apariencia

Es necesario prestar atención a la vestimenta. “Aunque pueda parecer obvio, no todo el mundo se preocupa por ello”, asegura Montaña. Conviene mantener la imagen que se tiene en la oficina. “Si solemos acudir con americana y corbata, lo normal es que la utilicemos”, agrega. Lo mismo ocurre con el maquillaje. Si se usa cada día, es mejor seguir usándolo. “Resulta útil también para tapar brillos en la cabeza o la frente que desvíen la atención del interlocutor”, argumenta el experto.

No vestir prendas con rayas o estampados también es importante. “Generan el llamado efecto moiré que queda muy mal en pantalla”, apunta Montaña. Se trata de una distorsión visual por la superposición de esas rayas o tramas que molesta al espectador. Las prendas lisas evitan este efecto indeseado, si , además, usamos tonos claros y pastel, la luz se distribuirá mejor por la escena. “Si vamos de blanco, la luz rebota y produce un efecto halo sobre nosotros, mientras que, si vamos de negro, la ropa absorbe la luz y oscurece la escena; mejor evitarlos”, agrega.

Fondo y entorno

Nuestra posición en el marco de la imagen debe ser central. Ni muy cercanos a la cámara, ya que oscurecemos la imagen, ni muy alejados. Es importante que el plano no sea muy amplio ya que la persona es la protagonista. “Hay que mantener siempre la espalda recta. Si abrimos las piernas, automáticamente nos mantenemos erguidos, y no supone un problema ya que nuestras extremidades no se verán en cámara”, sugiere Montaña.

La cámara debe permanecer a la altura de los ojos. Podemos usar un trípode, si estamos con el teléfono móvil o una tableta, o, si estamos con el ordenador portátil, una pila de libros.

Un fondo neutro es lo más recomendable. Muchos dispositivos móviles y aplicaciones permiten desenfocar el fondo, pero si preferimos no usarlo, debemos despejar al máximo. “Si hay libros, que estén desenfocados para no despistar la atención de los interlocutores”.

Elegir un lugar tranquilo es la mejor opción. Por eso es importante evitar colocarse junto a una puerta o en lugares de paso.

Iluminación y ruido

La luz desempeña un papel importante, tanto la natural como la artificial. Debemos atender a su procedencia. Si se trata de una fuente de luz natural, como una ventana, es conveniente situarnos de frente o de lado respecto a la fuente para no estar a contraluz.

Si vamos a usar luz artificial, podemos ayudarnos de flexos o focos que iluminen nuestro rosto desde detrás del dispositivo, ya que la luz cenital (desde arriba) genera sombras en la cara. Si no contamos con un flexo, podemos valernos de la linterna del teléfono móvil.

Evita espacios con exceso de ruido y la música. Mantén tu micrófono silenciado cuando no sea tu turno para no contaminar la conversación, por ejemplo, con sonidos del móvil o de algún otro habitante de la vivienda.

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