Críticas e inquietud por el lento arranque de la vacunación en Francia
El Gobierno dice “asumir” la estrategia en el país “campeón del mundo” de los antivacunas, pero numerosos sectores lamentan el bajo ritmo. En todo el país, solo han sido vacunadas hasta la fecha unas 200 personas
La jubilada de 78 años Mauricette se hizo famosa el domingo al convertirse en la primera persona en Francia en ser vacunada contra la covid-19, pero son tan pocos los que han recibido el tratamiento desde entonces en este país que casi se podrían recitar todos sus nombres. La lentitud con que ha arrancado la campaña de vacunación contra el coronavirus en Francia, donde apenas han sido vacunadas 200 personas, comienza a provocar inquietud y críticas de polí...
La jubilada de 78 años Mauricette se hizo famosa el domingo al convertirse en la primera persona en Francia en ser vacunada contra la covid-19, pero son tan pocos los que han recibido el tratamiento desde entonces en este país que casi se podrían recitar todos sus nombres. La lentitud con que ha arrancado la campaña de vacunación contra el coronavirus en Francia, donde apenas han sido vacunadas 200 personas, comienza a provocar inquietud y críticas de políticos y científicos que piden acelerar el ritmo. Mientras, el Gobierno dice “asumir” su estrategia y asegura que cumplirá sus planes de vacunar al primer millón de ciudadanos hasta febrero. En el trasfondo de la controversia, una Francia que es uno de los países más antivacunas de Europa y hasta del mundo.
“¡Alemania ya ha vacunado a más de 42.000 personas, Reino Unido a 900.000 y Francia lleva menos de 200! Tras las mascarillas, los tests y el aislamiento, un nuevo fracaso sería terrible”, advirtió este martes en las redes sociales el líder de la mayoría conservadora en el Senado, Bruno Retailleau, quien reclamó que el Gobierno “haga público el calendario de vacunación en las residencias de ancianos por departamentos”. Por comparar, a España han llegado unas 370.000 vacunas que está previsto que se pongan a lo largo de esta semana y no ha habido ninguna incidencia, informa Oriol Güell. También el senador socialista Rachid Temal criticó el “triple fracaso” del Gobierno en materia de vacunación por la falta de “transparencia”, el “real e importante retraso francés” en la vacunación y por su incapacidad de reducir el “sentimiento antivacunas”.
Y ahí está una de las claves de la lentitud del proceso en Francia. Según un sondeo de Ipsos Global Advisor para el Foro Económico Mundial publicado este martes, Francia es la “campeona del mundo” de los antivacunas: solo el 40% de los franceses aceptarían vacunarse contra la covid-19. La cifra es preocupante no ya solo por la gran cantidad de ciudadanos reacios, sino porque además su cifra va en aumento: la misma encuesta hace un mes situaba la cifra de los franceses dispuestos a vacunarse en 54% (frente al 64% de españoles o 79% de británicos) y, en agosto, en 59%.
Ante esta actitud ciudadana, el Gobierno ha querido ser muy cauto para no provocar más rechazo aún. “Antes de inmunizarnos contra el virus, hay que inmunizarse contra el miedo”, dijo el ministro de Sanidad, Olivier Véran, a comienzos de mes, cuando se presentó el calendario de vacunación que ha comenzado por las residencias de ancianos y centros medicalizados. La vacuna es en Francia absolutamente voluntaria (además de gratuita), para lo que se requiere el consentimiento del paciente o de un tutor legal si no puede darlo este, uno de los motivos de la lentitud del proceso. “Está tardando algo más en arrancar (…), no confundo velocidad con precipitación. Asumimos esta diferencia con otros países”, dijo Véran el lunes y se mostró confiado en que pronto las cifras de vacunación de franceses serán comparables a las de los vecinos. “Tenemos la misma cantidad de dosis que nuestros vecinos alemanes, tenemos los mismos objetivos y tendremos los mismos resultados (…) a finales de enero, habremos recuperado esa diferencia”, prometió.
Unas palabras que no parecen convencer ni a políticos ni a científicos. Esta estrategia “no está adaptada a una situación muy peligrosa”, advirtió el genetista Alex Kahn en la emisora Europe 1. El también presidente de la Liga Nacional contra el Cáncer consideró que, ante los escépticos, lo que se tiene que hacer es alentarles a vacunarse, no darles más motivos para dudar. Pero tal como se está haciendo ahora, “van a acabar convencidos de que, si vamos tan lentos, es que no estamos seguros de nosotros y que existe efectivamente un peligro”, lamentó.
De similar forma piensan los más de 250 alcaldes franceses que firman este martes en Le Figaro un manifiesto proponiendo vacunarse para dar ejemplo. “Porque los franceses confían en sus alcaldes, nuestro ejemplo y nuestra incitación puede convencer mañana a los ciudadanos hoy inquietos (…) en nuestros mercados, seis de cada diez regidos nos hacen la misma pregunta: ¿Y usted, se va a vacunar?”, explican su idea, lanzada por el alcalde de Poissy, Karl Olive. Un gesto “simbólico” que deberían imitar los gobernantes, añadió el senador Temal. “¿Y si aquellos que están a cargo de la gestión del Estado se vacunaran públicamente para mostrar a los franceses su confianza en la estrategia nacional de vacunación, como han hecho Joe Biden y Kamala Harris?”, se preguntó en referencia a la reciente vacunación ante las cámaras del presidente y vicepresidenta electos de Estados Unidos.
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