Profesores y científicos presionan a Johnson para que retrase la vuelta a los colegios
El comité de expertos del Gobierno británico pide un cierre total de los centros durante el mes de enero para frenar la propagación de la nueva cepa del virus
La irrupción descontrolada de la nueva cepa del coronavirus ha dividido al Gobierno de Johnson respecto al regreso escolar después de las Navidades. El comité de expertos que asesora a Downing Street (SAGE, en sus siglas en inglés) advirtió la semana pasada, según han informado varios medios británicos sin que ninguna autoridad oficial lo haya desmentido, de que el índice de transmisión del virus (R, que mide cuántos contagios se producen de media por cada caso) se elevará por encima de 1 si el Ejecutivo se limita a mantener las restricciones sociales decretadas en noviembre. Los científicos p...
La irrupción descontrolada de la nueva cepa del coronavirus ha dividido al Gobierno de Johnson respecto al regreso escolar después de las Navidades. El comité de expertos que asesora a Downing Street (SAGE, en sus siglas en inglés) advirtió la semana pasada, según han informado varios medios británicos sin que ninguna autoridad oficial lo haya desmentido, de que el índice de transmisión del virus (R, que mide cuántos contagios se producen de media por cada caso) se elevará por encima de 1 si el Ejecutivo se limita a mantener las restricciones sociales decretadas en noviembre. Los científicos piden a Johnson que mantenga cerrados los colegios, cuya reapertura estaba prevista para el próximo día 4, durante todo el mes de enero. La nueva variante del virus se está transmitiendo con especial rapidez entre niños y jóvenes, y los expertos avisan de que la campaña de vacunación ―con la previsión de suministrar un millón de dosis a la semana― no será suficiente para contener una tercera ola que ha comenzado a desbordar a los hospitales británicos.
“Si nuestros parámetros de cálculo son correctos, las medidas impuestas con el nivel 4 de Alerta Máxima [en el que ya se encuentran 24 millones de británicos, incluyendo los habitantes de Londres] no van a ser suficientes. Hay que hacer algo más. Y, por supuesto, hemos contemplado el cierre de los colegios, porque resulta la medida más obvia si queremos reforzar las restricciones”, ha dicho Nick Davies, uno de los epidemiólogos que contribuye a los informes del SAGE.
Johnson ha convertido el mantenimiento de la apertura de los colegios en una prioridad absoluta, y se resiste a ceder en su estrategia. El Gobierno conserva, de momento, su voluntad de que los alumnos de primaria, así como los de los años 11 y 13 (4º de la ESO y 2º de Bachillerato, según el sistema español) regresen a las aulas el día 4. Esos dos cursos son clave, porque son los que se enfrentan a los exámenes obligatorios que deciden la orientación universitaria del alumno. El resto de menores que atienden Educación Secundaria se incorporarían el 11 de enero. El Ministerio de Educación ha movilizado a 1.500 militares para asesorar a los centros en el despliegue de un sistema de test de control previo a miles de menores. Los principales sindicatos de profesores del país, sin embargo, dudan de que el sistema esté preparado para hacer frente a esa logística, exigen al Gobierno que haga públicos los informes científicos que respaldan su decisión de reapertura, y reclaman que las clases se impartan de modo remoto, en línea, durante al menos dos semanas. “Nos preocupa que [el Gobierno] vuelva a tomar una decisión equivocada, y que haga lo que viene haciendo durante toda la pandemia: tomar una decisión basada en su ideología, y acelerar la reapertura de los colegios antes de que el sistema de test esté preparado”, ha dicho Mary Bousted, la secretaria general del Sindicato Nacional de Educación.
El ministro británico de Educación, Gavin Williamson, se ha alineado con Johnson, pero se le acumulan los frentes de oposición. En primer lugar, dentro del propio Gobierno, en el que el ministro de Sanidad, Matt Hancock y el jefe de Gabinete (con rango ministerial), Michael Gove, abogan por mantener los colegios cerrados, según el diario The Times. Al frente científico se ha sumado la prestigiosa Escuela de Londres de Medicina Tropical e Higiene, que reclama frenar el regreso a las aulas e incrementar el ritmo de vacunaciones hasta dos millones de personas por semana. Y entre los diputados conservadores, algunos del ala más dura del partido ―críticos durante meses por el daño económico que han supuesto las restricciones sociales― exigen a los principales asesores científicos del Gobierno que expliquen claramente los datos en los que se basan para pedir de nuevo la interrupción de los planes educativos. “Llevan un montón de meses diciéndonos que el riesgo de los niños frente a la covid-19 era muy bajo, y que los índices de transmisión eran marginales entre ellos”, ha dicho a la BBC Robert Halfon, el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de los Comunes. “Necesitamos que nos expliquen exactamente cuál es la evidencia científica que manejan, porque hasta ahora la desconocemos”.
El Gobierno británico ha registrado este martes un nuevo récord: 53.135 nuevas infecciones en las 24 horas previas. Se trata de la mayor cifra acumulada en un solo día desde que comenzó la pandemia. En ese mismo periodo han muerto 414 personas por la covid-19. Los hospitales del Reino Unido se encuentran en un nivel de saturación similar ―superior en algunas regiones― al que sufrieron durante la primera ola, en el mes de abril, y se plantean instalar carpas de refuerzo para realizar en ellas el protocolo de intervención previo de los nuevos pacientes.
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