Olas de calor más frecuentes, más duraderas y más intensas en España

Estos episodios extremos se han duplicado durante la última década

Una mujer bebe agua en Córdoba durante la ola de calor de principios de agosto de este año.Salas (EFE)

El rastro del cambio climático en España es muy fácil de encontrar. Las señales aparecen cuando se mira a las temperaturas medias o cuando se analizan los fenómenos extremos, como las olas de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha presentado este viernes el análisis climático de este verano (junio, julio y agosto), que ha sido considerado “muy cálido” y en el que la temperatura medi...

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El rastro del cambio climático en España es muy fácil de encontrar. Las señales aparecen cuando se mira a las temperaturas medias o cuando se analizan los fenómenos extremos, como las olas de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha presentado este viernes el análisis climático de este verano (junio, julio y agosto), que ha sido considerado “muy cálido” y en el que la temperatura media ha estado 0,9 grados centígrados por encima de lo normal. Si se amplía el foco y se toman como referencia los ocho primeros meses del año (de enero a agosto), este 2020 va camino de convertirse en un año récord en el país; “es el más cálido de la serie, empatado con 2017”, ha señalado Rubén del Campo, uno de los portavoces de Aemet.

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Además, las olas de calor, como llevan años advirtiendo los informes científicos, son ya más intensas y frecuentes. Desde 1975, en España se han registrado 62 de estos fenómenos. Y 23 (el 37%) se han producido en esta última década, entre 2011 y 2020. Es el periodo de 10 años en el que más olas se han dado en el país de las décadas estudiadas por Aemet.

Una ola de calor es un episodio de tiempo extremo caracterizado por temperaturas muy elevadas, que afectan a una amplia región durante un período de tiempo extenso. Pero no solo se han duplicado este tipo de fenómenos, sino que también se ha multiplicado por dos el número de días al año en el que España estaba bajo esta situación. “En la última década la cifra ha sido de 14, mientras que en las tres décadas anteriores este valor se cifró en seis días”, ha apuntado Aemet. También los datos indican un incremento de la intensidad. Es decir, en la última década las olas de calor han sido más frecuentes, más duraderas y más intensas, como ha resumido Del Campo.

Otra manera de medir el calor extremo es a través del denominado índice térmico universal, que utiliza una escala del 1 al 10 en la que el 10 se corresponde con la situación de máximo estrés térmico. Y este verano ha tenido incluso más días de estrés térmico que 2003, ha señalado Beatriz Hervella, portavoz también de Aemet. En el verano de 2003 Europa padeció una ola de calor histórica que tuvo una mortalidad asociada de unas 35.000 personas, de las cuales más de 10.000 fallecieron en Francia y 6.500 en España, ha recordado Aemet. Este verano, según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III, se han registrado 1.944 “defunciones atribuibles al exceso de temperatura” en España.

Concentración

España ha vivido dos olas de calor este 2020. Una entre el 25 de julio y el 2 de agosto y la segunda entre el 6 y el 10 de agosto, ha recordado Del Campo. El primero de los episodios fue el más intenso y supuso que se registraran algunos récords de temperaturas, como los 42,2 grados recogidos en la estación de Hondarribia-Malkarroa (Aeropuerto de San Sebastián) el 30 de julio.

Este ha sido el sexto verano consecutivo en el que se han dado temperaturas por encima de los valores normales. “Y el noveno más cálido tanto del siglo XXI como del total de la serie”, apunta Aemet. Además, nueve de los diez veranos más cálidos se han registrado este siglo.

Otra señal del calentamiento que ha destacado Aemet ha sido la temperatura del Mediterráneo: ha estado entre 0,8 y 0,9 grados por encima de lo normal. El verano de 2020 es “el cuarto con las aguas más cálidas desde el inicio de la serie” en el Mediterráneo.

Una tormenta subtropical sobre Portugal

La lista de 21 nombres que tenía preparada la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para esta temporada de huracanes —que arrancó en junio y no acaba hasta noviembre— se ha terminado este viernes. Y se ha tenido que recurrir, como estaba previsto, al alfabeto griego (algo que solo había ocurrido hasta ahora en 2005). Lo sorprendente es que ese primer nombre (Alpha) se le ha asignado a una tormenta subtropical ubicada frente las costas portuguesas, mucho más al este de donde se suelen generar este tipo de fenómenos. En principio, la previsión es que Alpha pierda fuerza rápidamente al entrar en Portugal.

Mientras, Grecia ha sido golpeada también este viernes por otro fenómeno muy poco habitual: un medicane, el nombre que reciben las intensas tormentas, similares a los ciclones tropicales, en el Mediterráneo. Grecia está en alerta ante la intensidad de las lluvias y la fuerza del oleaje, que ya han causado destrozos este viernes.

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