Prisión permanente para el hombre que violó y mató de una “salvaje” paliza a la hija de su pareja

La Audiencia de Valladolid condena también a la madre a casi 28 años de cárcel por omisión de socorro

Un guardia civil escolta al acusado en la Audiencia Provincial vallisoletana.R. GARCÍA (EFE)

Sara, de cuatro años, murió el 3 de agosto de 2017. Apenas aguantó unas horas viva tras ingresar agónica en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid por la "brutal" y "salvaje" paliza —en palabras del juez Feliciano Trebolle— que le propinó el día antes Roberto Hernández, la pareja de su madre, que también la había violado. Así lo consideró probado un jurado hace dos semanas. Y ahora, este miércoles, la Audiencia Provincial de Valladolid ha hecho pública la pena que le impone al procesado: prisión per...

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Sara, de cuatro años, murió el 3 de agosto de 2017. Apenas aguantó unas horas viva tras ingresar agónica en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid por la "brutal" y "salvaje" paliza —en palabras del juez Feliciano Trebolle— que le propinó el día antes Roberto Hernández, la pareja de su madre, que también la había violado. Así lo consideró probado un jurado hace dos semanas. Y ahora, este miércoles, la Audiencia Provincial de Valladolid ha hecho pública la pena que le impone al procesado: prisión permanente revisable. Es la primera vez que se impone esta condena máxima en Castilla y León, y la décima en España.

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Pero Hernández, que no era la primera vez que pegaba a la niña, no es el único culpable de este crimen. La madre de la pequeña, Davinia Muñoz, también ha sido sentenciada a 27 años y 11 meses de prisión por mirar hacia otro lado. Ella "conocía y consentía" los malos tratos, según expuso la fiscalía durante el juicio, donde añadió: "Pese a ello, dio prioridad absoluta a su relación de pareja, antepuso su interés egoísta y jugó a la ruleta rusa con su hija".

Después de que el jurado popular considerase culpable por unanimidad a la pareja el 25 de mayo, Trebolle ha dictado la sentencia. Según el escrito, fechado este martes y hecho público este miércoles, el juez condena a Hernández a prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento; y a otros 22 años de cárcel por cuatro delitos de maltrato a persona especialmente vulnerable, un delito de maltrato habitual y un delito de agresión sexual. En todos los delitos concurre, además, el agravante de odio por el origen rumano de la niña.

Sara era hija de padre rumano y madre española. "El jurado, en la motivación de su veredicto, indica que Roberto actuó impulsado por su odio y xenofobia", explica la resolución de la Audiencia Provincial, donde se condena también a la madre, militar de profesión, por omisión de socorro en los delitos de asesinato y maltrato. La pareja deberá indemnizar de manera conjunta al padre de la menor con 85.000 euros y con 70.000 euros a la hermana de la pequeña, cuya autopsia desveló que presentaba una multiplicidad de lesiones, característica del denominado "síndrome del niño apaleado" —con moratones de distinta evolución por todo el cuerpo que no eran accidentales, así como evidentes muestras de haber sufrido una violación—.

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