SANIDAD

Dos británicas quieren concebir con embriones congelados sin el permiso de sus ex parejas

Natallie Evans y Lorraine Hadley llevarán a los tribunales la Ley de Fecundación 'in Vitro'

Dos mujeres británicas emprenderán acciones legales con el fin de impedir que sus antiguos compañeros destruyan los embriones congelados que habían creado mediante el sistema de la fecundación in vitro. Las demandantes alegan que la ley que exige el consentimiento de ambas partes para guardar y utilizar embriones congelados atenta contra sus derechos humanos, según ha explicado su abogado, Mirish Lyons.

Natallie Evans, de 30 años, y Lorraine Hadley, de 37, ven en esos embriones su última oportunidad de maternidad, ha explicado el letrado Mirish Lyons.

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Dos mujeres británicas emprenderán acciones legales con el fin de impedir que sus antiguos compañeros destruyan los embriones congelados que habían creado mediante el sistema de la fecundación in vitro. Las demandantes alegan que la ley que exige el consentimiento de ambas partes para guardar y utilizar embriones congelados atenta contra sus derechos humanos, según ha explicado su abogado, Mirish Lyons.

Natallie Evans, de 30 años, y Lorraine Hadley, de 37, ven en esos embriones su última oportunidad de maternidad, ha explicado el letrado Mirish Lyons.

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Evans hizo congelar seis embriones cuando le diagnosticaron un cáncer de ovarios para poder tener un hijo con su novio, Howard Johnson, de 25 años, una vez curada. Sus sueños de embarazo se fueron al traste al romper con Johnson, que ahora pretende que la clínica de Bath, en el oeste de Inglaterra, destruya esos embriones.

Por su parte, Hadley, oriunda de Stafford (centro de Inglaterra), que también congeló dos embriones, se enfrenta a una situación muy parecida porque su ex marido quiere que se destruyan.

Según ha señalado Lyons a la cadena de televisión BBC, las dos mujeres alegan que si se hubieran quedado embarazadas de forma natural y los embriones estuvieran dentro de sus cuerpos, sus ex compañeros no podrían hacer nada en absoluto para impedir que dieran a luz.

Esos embriones son la única manera en que estas dos mujeres, ahora infértiles, puedan ser madres. Según su abogado si se les niega ese derecho se las está discriminando con respecto a mujeres que no necesitan ese tratamiento. Natallie Evans ha dicho en la BBC: "Llegaré hasta el final para luchar por mis bebés".