¿Qué va a hacer Podemos por las mujeres?
Hablamos con Tania González, eurodiputada del partido, Cristina Almeida e Ignacio Urquizu sobre si es posible o no que Podemos mejore la situación de las mujeres.
¿Harta de ganar menos que ellos o de que no te contraten porque estás en edad fértil y te puedes quedar embarazada? Podemos promete a las mujeres acabar con las injusticias sociales y laborales. Al menos eso es lo que el partido de Pablo Iglesias esbozó en su programa para las Europeas. Algo soñado pero inalcanzable, que de materializarse los vaticinios de las encuestas de opinión –la última el barómetro del CIS sitúa a Podemos ganador de unas generales si se celebrasen hoy– debería...
¿Harta de ganar menos que ellos o de que no te contraten porque estás en edad fértil y te puedes quedar embarazada? Podemos promete a las mujeres acabar con las injusticias sociales y laborales. Al menos eso es lo que el partido de Pablo Iglesias esbozó en su programa para las Europeas. Algo soñado pero inalcanzable, que de materializarse los vaticinios de las encuestas de opinión –la última el barómetro del CIS sitúa a Podemos ganador de unas generales si se celebrasen hoy– debería hacerse realidad.
El asunto es cómo lograr que las medidas resulten efectivas, porque no ha existido programa de partido de izquierdas que no incluyera la igualdad salarial o el aborto entre sus prioridades. La eurodiputada de Podemos, Tanía Gónzalez, asegura que hay que profundizar en los derechos ya conseguidos: “No deberíamos conformarnos con la actual ley de plazos de Zapatero porque no cumple la prioridad de que el aborto sea libre y gratuito, pues hay comunidades autónomas donde no se cubre. Otro asunto importante para nosotros es que se pueda ejercer el derecho a la paternidad y maternidad con libertad. Habría que incrementar progresivamente el reparto de las bajas de maternidad entre hombres y mujeres, como en otros países del norte de Europa”.
En Suecia, uno de esos países a los que se refiere la eurodiputada de Podemos, el permiso de maternidad es de 15 meses (que pueden repartirse entre ambos progenitores aunque el padre tiene un permiso obligatorio de dos meses). En España, donde la ley marca 16 semanas, seis son obligatorias para la madre y las otras 10 transferibles al padre, que no suele acogerse a esa distribución permitida. De lo que si disfrutan cerca del 80% de los padres es de los 15 días optativos de permiso por nacimiento de un hijo. Lo que evidencia que sería imprescindible implantar la equidad en el reparto para que a un empresario no considerase la maternidad un hándicap para la mujer.
Tania González cree que en la práctica se precisa tiempo para hacer efectiva la propuesta del programa con el que Podemos se presentó a las elecciones Europeas. La apuesta del partido pasa por incentivar ‘la corresponsabilidad de hombres y mujeres con el trabajo de cuidados a través de medidas como el establecimiento de permisos de maternidad y paternidad intransferibles, iguales y obligatorios y el derecho a la reducción de la jornada laboral tanto para mujeres como para hombres". La idea recuerda al nivel de corresponsabilidad de la idílica Islandia, cinco meses para la madre, cinco para el padre y dos más intercambiables.
La abogada y política Cristina Almeida, especializada en derechos de la mujer y defensora de la irrupción de Podemos en el panorama patrio, incide en que “los cambios radicales son entender el sentido de las cuotas como parte esencial de la igualdad. Pensar que la paridad es un favor que se hace a las mujeres y no una necesidad de la sociedad, es lo más discriminatorio. Al final, la conciliación familiar siempre la han solucionado las mujeres. En el caso de la igualdad salarial está reconocida hasta en la Constitución. Leyes hay, lo que pasa es que no se cumplen”. De hecho, está vigente una ley de Igualdad que plantea que a partir de 2015, al menos el 40% de los miembros de los órganos rectores de las empresas sean mujeres. Hoy por hoy, de los 470 administradores de las empresas del IBEX, solo 78, un 16,6%, son mujeres.
Un fiel reflejo del desequilibro es el propio caso de Podemos, cuyo núcleo duro está formado por cuatro hombres –Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Luis Alegre e Iñigo Errejón– y una sola mujer, Carolina Bescansa, quien en un alarde de conciliación apareció en la sesión inaugural del Congreso de Vistalegre con su niña pequeña en brazos y fue la encargada de adoptar en su discurso el rol de defensora de los derechos de las mujeres, cuando habría sido un síntoma de cambio que uno de sus compañeros hubiera ejercido ese papel para acabar con la norma asumida en política de que son mujeres las que hablan de mujeres y de conciliación.
Carolina Bescansa y Pablo Iglesias.
Gtres Online
Quizá por detalles como este, Tania González ve una oportunidad para romper con eso en el modelo organizativo que el equipo de Iglesias está cocinando “con equidad en los órganos de dirección y voluntad para que las mujeres vayan ocupando este tipo de espacios y de papeles. Es cierto que la política está masculinizada, y que a las mujeres nos cuesta más entrar en ese tipo de cánones. Aunque en nuestro grupo en el Parlamento Europeo somos mayoría de tres mujeres y dos hombres”.
El votante de Podemos “es más masculino que femenino, lo mismo que el de Izquierda Unida y o como lo fue el del partido Comunista. Es un voto transversal que entra en todos grupos de edad hasta los 50 años, más en clases medias altas, pero no es un voto urbano pues se dispara en municipios de a partir de 2000 habitantes”, explica Ignacio Urquizu, profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid que ha analizado el fenómeno Podemos.
Las mujeres son más incrédulas que los hombres a la hora de entusiasmarse con los discursos políticos, por lo que en los sondeos siempre se declaran menos interesadas que ellos por la política, pero la oferta de Iglesias es tan suculenta que merece atención. “La crisis ha provocado que recaiga sobre la mujer el papel de cuidadoras, con hijos que vuelven a casa y maridos en paro. La mujer esta sobrecargada y a la vez es una situación super invisible”, expone Clara Serra del Círculo Feminismos e impulsora de la resolución feminista de Vistalegre, en la que se aboga por un plan de dependencia a través de sistemas públicos de calidad, en línea con la que aprobó el gobierno de Zapatero en 2006 y que fue una de las medidas estrella de la legislatura.
En el documento que recoge los principios que regirán en el definitivo programa que se elaborará para las próximas elecciones, se dice que "las mujeres trabajamos igual, ganamos hasta un 22,5% menos por lo mismo" por lo que "la primera medida debe ser la derogación de las últimas reformas laborales aprobadas por los partidos de la casta". También incluye una velada promesa de pensión para amas de casa: "Nos preocupa especialmente la desprotección generalizada que sufren las mujeres que trabajan en el hogar, sin acceso a derechos sociales y a protección social, y defendemos la necesidad de que el Estado haga esfuerzos concretos para extender a estas trabajadoras las garantías y derechos de las que disfruta el resto de personas asalariadas". Solo el tiempo dirá si los buenos propósitos del programa se materializarán en hechos concretos o si la mujer continuará un escalón por debajo del hombre.
Pablo Iglesias y Tania González.
Cordon Press