Turismo de libro: nueve destinos de novela
Nueve escritores nos guían por los escenarios de sus novelas hasta los destinos más sugerentes que pisan ellos y sus propios personajes.
SAN FRANCISCO, POESÍA EN CALIFORNIA
Tras El juego de Ripper (Plaza & Janés), Isabel Allende vuelve a San Francisco en su nueva novela. La trama se desarrolla entre Sea Cliff, el distrito de las grandes mansiones con vistas al puente Golden Gate, y Berkeley, sede de la Universidad de California. Allende vive en Sausalito, un pequeño pueblo residencial junto a la gran metrópoli «desde donde se ve la isla de Alcatraz y el perfil afilado del Transamerica Pyramid Center». Cuando la visitan amigos, se acerca hasta Mission. «Es el barrio hispano y tiene ...
SAN FRANCISCO, POESÍA EN CALIFORNIA
Tras El juego de Ripper (Plaza & Janés), Isabel Allende vuelve a San Francisco en su nueva novela. La trama se desarrolla entre Sea Cliff, el distrito de las grandes mansiones con vistas al puente Golden Gate, y Berkeley, sede de la Universidad de California. Allende vive en Sausalito, un pequeño pueblo residencial junto a la gran metrópoli «desde donde se ve la isla de Alcatraz y el perfil afilado del Transamerica Pyramid Center». Cuando la visitan amigos, se acerca hasta Mission. «Es el barrio hispano y tiene un ambiente distinto al resto de la ciudad. Para tomar el mejor espresso italiano me refugio en el Caffe Trieste. Por allí han pasado infinidad de músicos y poetas».
Fuente Hermosa
D.R.
VALLE DE BAZTÁN, EL MACONDO NAVARRO
Elizondo (Navarra) ya es meca de lectores que peinan cada rincón por donde se mueve la inspectora Amaia Salazar, protagonista de la trilogía del Baztán de Dolores Redondo (El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta, todos en Destino). «La he convertido en el Macondo de la novela negra», admite la donostiarra. Hay incluso visitas organizadas. Algo abrumada por la fama, la autora viaja hasta allí para desconectar. «Me relaja pasear por el camino al Molino del Infierno y parar en Etxebertzekoborda (tel.: 948 58 04 00), un caserío con unas truchas de piscifactoría deliciosas». Suele alojarse en la casa rural Fuente Hermosa (habitación doble 70 €), «un lugar mágico donde los móviles no tienen cobertura», o en Urruska, «una casa tradicional, escondida en el valle, con un cordero y una cuajada memorables» (doble 65 €).
El centro de conciertos Harpa (Reikiavik).
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REIKIAVIK, LA CIUDAD REBELDE
Las piscinas al aire libre de Islandia solo pueden ser de agua caliente, cortesía de la energía geotérmica que caldea el país. «Suelo ir a la de Vesturbæjarlaug. Enfrente está el bistró Kaffihús Vesturbæjar, con sus sopas y hamburguesas vegetales», apunta Jón Gnarr, exalcalde y autor de De cómo me convertí en alcalde y cambié el mundo (Capitán Swing). Sus otros favoritos: «El centro de conciertos Harpa y el viejo cementerio de Holavallakirkjugarður».
Catedral y colegiata de San Saviour y Santa María Overie con The Shard al fondo.
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LONDRES, "ABOBINABLEMENTE" MODERNA
Más allá del cambio de guardia y el Big Ben, hay un Londres que dibuja las nuevas tendencias urbanísticas y arquitectónicas. Iain Sinclair vive en una casa victoriana en el barrio de Hackney y odia esa modernidad. «No se hace para el ciudadano ni refleja el espíritu londinense. Solo sirve de propaganda al poder». La ciudad de las desapariciones (Alpha Decay) puede leerse como una antiguía en la que revisa con ironía las intervenciones que tanto gustan a los turistas y amantes de la nueva fisonomía urbana. Aborrece los apartamentos para ricos de los Docklands, la Cúpula del Milenio o la noria London Eye. Tampoco le gusta uno de los principales reclamos para los viajeros, alquilar una bici y recorrer el camino de sirga del Regent’s Canal: «El tramo previo a Haggerston Park es un peligro por los novatos tambaleantes dispuestos a pagar por pedalear con artefactos con anuncios del Barclays Bank por la ciudad». De su furia no se salva ni el rascacielos The Shard, el más alto de la ciudad, obra del arquitecto Renzo Piano. «Encima, para subir en el ascensor, te cobran 30 libras».
La mendiga (Random House) narra la vida de Rosa, a caballo entre Flores y el pueblo de Brelín
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BUENOS AIRES, EL VECINO BERGOGLIO
De no ser porque La mendiga se publicó por primera vez en 1999 (ahora reeditado en España por Random House en su Biblioteca de autor), se diría que César Aira se apunta al efecto Bergoglio, que ha activado el peregrinaje turístico a Buenos Aires en busca de las raíces del actual Papa. Y todo porque la acción trascurre en el residencial barrio de Flores, donde aún vive el autor y adonde llega el Circuito Papal en Bus, fletado gratuitamente por el Ayuntamiento.
Postal de Venecia con la basílica de San Jorge el Mayor de fondo.
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VENECIA, CAFÉ "SIN GUIRIS"
Góndolas, maleficios y piratas obsesionados con la hija del dux de Venecia. Marina 2: La profecía de Dante Alighieri (Norma) plantea una ciudad de los canales casi apocalíptica. «Pero es peor ver esta urbe llena de visitantes», señala Zidrou, autor junto al dibujante Matteo. «Para disfrutarla hay que alejarse de las autovías de turistas: elegir la primera pequeña calle a la derecha o a la izquierda para escapar del pelotón, encontrar una piazza tranquila y apurar un cappuccino o un spritz».
Bar del Belmond Grand Hotel Europe.
Grand Hotel Europe
SAN PETERSBURGO, LA EX UNIÓN SOVIÉTICA
De Detroit a la URSS para huir de la miseria. Jack Beilis es un antiguo capataz de la Ford que acepta trasladarse a Gorki (actual Nizhny Nóvgorod) para trabajar en una nueva planta de automoción montada por el gigante del motor. En el viaje en tren pasa por una depauperada Leningrado (actual San Petesburgo). «Me gusta tomar un café con prianikis (tortas) en el bar del Belmond Grand Hotel Europe». ¿Un souvenir que no parezca para turistas? «Los pastelillos de la tienda gourmet modernista Elisseiev Emporium (Tverskaïa, 14)».
Rustem Pasha
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ESTAMBUL, AROMA A "SHISHA"
A Elif Shafak, aconfesional, feminista, autora de El arquitecto del universo y crítica con el islamismo conservador de Turquía, le gusta aislarse en las mezquitas. «Son espacios tranquilos donde recupero la calma. Mi favorita es la de Rüstem Pasha, en el distrito de Eminönü. Me fascinan sus paredes cubiertas de azulejos de Iznik». Su otra debilidad son los cafés donde se fuma shisha. «Sobre todo, Erenler Narguile (Yeniçeriler Cad., 36) y Corlulu Ali Pasa Medresesi (Mollafenari Mh), cerca del Gran Bazar, pero poco concurrido porque se llega por un callejón de aire peligroso».
Castel Nuovo de Nápoles.
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NÁPOLES, ORGULLO Y MISERIA
Tras el seudónimo de Elena Ferrante se esconde una minuciosa cronista de la esencia napolitana. Del entorno pobre donde crecen las dos protagonistas, Elena y Lila, a las calles ricas como Via Chiaia, Via Filangieri o el barrio de Vomero, en la parte elevada de la ciudad, con vistas al Vesubio y a Capri. En septiembre saldrá La niña perdida, la última entrega de esta tetralogía.