“Un idiota con los niños” e infiel compulsivo: por qué Liam Gallagher es el peor marido del mundo, según sus mujeres

Mientras los retoños del exlíder de Oasis se asoman estos días al entorno mediático como estelares ‘nepo babies’, repasamos la volátil y controvertida vida sentimental del británico, padre de cuatro hijos de cuatro relaciones diferentes y, a veces, solapadas

Liam Gallagher y Patsy Kensit en Londres en 1999.Dave Hogan (Getty Images)

“No ser amado y no ser capaz de amar”. Ese es mayor miedo de Liam Gallagher, exvocalista de Oasis, según manifestó él mismo en una entrevista en 2020. Una confesión cuya vulnerabilidad choca con el carácter insolente y faltón del que ha hecho gala el cantante de Mánchester y, sobre todo, con una trayectoria sentimental marcada por las infidelidades, las ausencias y los matrimonios mal avenidos. A los 51 años, Gallagher parece dispuesto a enmendar los pecados de su juventud prolongada tanto en el plano de la salud –padece artritis, psoriasis y una enfermedad autoinmune que le han hecho reducir el consumo de ciertas sustancias– como el sentimental, restaurando o tejiendo por primera vez lazos paternales con su extensa prole. Del aspecto fraternal, en lo concerniente a su reconciliación con su hermano Noel y el regreso de Oasis a los escenarios 15 años después de su disolución, todavía no se sabe nada.

“He sido un poco un marido de mierda y eso ha afectado a mis hijos, y lo lamento”, se confesaba en el documental As It Was, estrenado en 2019. Gallagher tiene cuatro hijos de cuatro relaciones diferentes. A la más pequeña todavía no la conoce en persona. Gemma, de 11 años, nació fruto de su affaire con la periodista estadounidense Liza Ghorbani. “Deseo que le vaya bien a la de Nueva York –dijo refiriéndose a la niña–. Si alguna vez necesitan algo, que me den una voz”, declaró él. La noticia del embarazo de Ghorbani fue el detonante de la ruptura de su matrimonio con Nicole Appleton, miembro del grupo pop All Saints, con quien tuvo un flechazo en el año 2000. Según se desveló en el juicio para la formalización de su divorcio, Gallagher le comunicó el adulterio pocas horas antes de que la noticia viera la luz en la prensa y, presumiendo de su escasa delicadeza, lo hizo por teléfono, mientras Appleton se encontraba disfrutando de unas vacaciones en julio de 2013. Él ha confesado que su mayor arrepentimiento en la vida es “haber roto matrimonios y ser un jodido idiota con los niños”.

Liam Gallagher, Nicole Appleton y su hijo Gene en 2005 en Londres.Dave Hogan (Getty Images)

No era el primer rodeo para la estrella del rock. Pocos meses después de darle el ‘sí, quiero’ a Appleton, el día de San Valentín de 2008, Gallagher mantuvo otro encuentro extramatrimonial. Esta vez fue con la cantante Lily Allen, en pleno vuelo, mientras ambos se dirigían al festival japonés Fuji Rock. Liam le rogó que no dijera nada de sus encuentros porque estaba casado, pero los rumores eran tan fuertes que este llamó a la cantante para rogarle que hablara con su esposa y le negara todo. “Cuando él me informó de su existencia me horroricé, incluso aunque no fuese yo la que estaba casada ni la que estaba siendo infiel”, desveló en su libro de memorias My Thoughts Exactly. Appleton y Gallagher tienen un hijo en común, Gene, de 23 años, que celebra actualmente su primera gira por el Reino Unido con su banda Villanelle tras haber ejercido como teloneros de su padre en su último tour.

Lennon Gallagher y Gene Gallagher en un concierto de su padre en 2018.Samir Hussein (Redferns)

Liam Gallagher tiene dos retoños más, también producto de relaciones solapadas. La mayor es Molly Moorish, de 26 años, que estudio Sociología y Políticas y ejerce como embajadora de Centrepoint, una organización benéfica de ayuda a los sintecho. El cantante la conoció por primera vez en 2018. Quedaron en un pub, se emborracharon y, según el progenitor, “hubo lágrimas y todo eso”. Después se fueron junto a los otros dos hijos varones del artista a un concierto de los Rolling Stones y, unos días más tarde, de viaje a Ibiza en jet privado. Gallagher quedó tan satisfecho con el acercamiento que incluso le dedicó un tema, Now That I’ve Found You (Ahora que te he encontrado). Molly aseguró a The Times que no guardaba ningún resentimiento a su padre ausente: “Todo sucedió de la manera en la que tenía que suceder. Conseguimos salir adelante y estoy feliz de tenerlo ahora”.

El nacimiento de Molly en la primavera de 1998 fue un escándalo que hizo correr ríos de tinta en los tabloides amarillistas. “La semana después de casarse conmigo, se fue a Los Ángeles y se acostó con esa chica, Lisa Moorish, y la dejó embarazada. Menudo hijo de puta”, reveló a la prensa Patsy Kensit, primera mujer de Gallagher. La actriz de películas como Arma Letal 2, modelo y cantante del grupo Eighth Wonder era una de las mujeres más célebres del Reino Unido, icono sexual cuyo póster decoraba las paredes de los jóvenes de la época, y la pareja que formó junto al de Mánchester se convirtió en el rostro de la llamada Cool Britannia, un tiempo de esperanza en el que Londres volvía a ser la capital del mundo pop tras años de oscurantismo thatcherista. De la princesa Diana a los Beckham, pasando por Alexander McQueen, Damon Albarn, Tony Blair, Jarvis Cocker, las películas de Hugh Grant y las obras de Damien Hirst. Pero fueron Liam y Patsy, Patsy y Liam, los elegidos por la edición estadounidense de la revista Vanity Fair para representar, postrados en la cama y con sábanas estampadas con la Union Jack, el fenómeno que dominaría el resto del mundo durante los noventa.

Lennon Gallagher y Molly Gallagher en una imagen tomada en Londres en 2019.Dave Benett (Dave Benett/WireImage)

Fue la propia Lisa Moorish, amiga íntima de Kensit, quien los presentó por primera vez. Huyendo del acoso de la prensa, y tras un par de ocasiones fallidas, se casaron en la más absoluta privacidad. Solos, a las ocho y media de la mañana, en el registro civil de Westminster. Su relación, más allá del nacimiento de Molly, estuvo plagada de escándalos. “Lloré cada día de mi matrimonio”, reconocería Kensit, que era testigo diario del carácter volátil y los ataques de ira protagonizados por un Gallagher sumido en las adicciones. Liam le era infiel día sí y día también, pero admitió haberse arrepentido de cortar su relación por ese motivo: “Había escuchado todos los rumores sobre lo mujeriego que era y sabía lo que ocurría a mis espaldas. Liam era muy joven y veía todas las tentaciones que tenía a su alrededor. No era ingenua respecto a lo tóxico que eso puede llegar a ser”. Fruto de sus años de romance nació Lennon, que a sus 23 años ha aprovechado su ilustre apellido y asombroso parecido físico con su padre para hacerse un hueco como modelo en la pasarela internacional. Ha desfilado para firmas como Saint Laurent o Lanvin y es imagen de Barbour.

Con la excepción de Gemma, la relación entre el resto de hermanos parece sorprendentemente armónica y cercana teniendo en cuenta el historial de su progenitor. Disfrutan juntos de las vacaciones y hasta posaron junto a Liam en un reportaje para The Times con motivo del Día del Padre del año 2019. El cantante no tiene reparos en confirmar que aceptó el posado porque “le venía bien un poco de buena prensa” y la propuesta vino de su actual pareja, a la que califica de “salvadora”. Debbie Gwyther, productora y manager del artista, comparte su vida con el vocalista desde 2013, cuando las cámaras les pillaron besándose en la isla de Ibiza. Seis años después, en un viaje por la costa amalfitana, prometieron pasar por el altar, pero la que sería la tercera boda para Gallagher se aplazó en 2023 por sus problemas de cadera.

Liam Gallagher y Debbie Gwyther en 2017 en Londres.Dave Benett

Pese a la estabilidad de la que hacen gala estos días, hace un tiempo también coparon las páginas de los periódicos por un supuesto estrangulamiento de Liam a Debbie en un local nocturno de Londres, agresión negada por el artista en sus redes sociales y que no pasó del ámbito de la comidilla mediática. Aunque los tabloides amarillistas tildan de “tóxica” su relación, Gwyther se ha mostrado siempre como una firme defensora del buen corazón de su prometido. En el documental sobre su figura, afirmó que “El Liam que yo conozco y el Liam que está en el ojo público son totalmente diferentes. A veces bebe demasiado, es impulsivo y malhablado, pero eso no significa que no pueda ser tierno al mismo tiempo. Es muy responsable con la familia. La manera en la que se comporta conmigo, con mis familiares, con sus hijos y con su madre es la razón por la que lo amo”.

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