Kelly Rutherford: “En ‘Gossip Girl’ usaba mis propios bolsos de Hermès porque al principio no teníamos presupuesto”
La actriz vuelve a ser noticia por su estilo y por su papel más célebre, del que se despidió hace una década. Con el vestuario de su personaje se ha convertido en la madre de ficción favorita en TikTok, entre los jóvenes que buscan recrear la estética ‘old money’. Hablamos con ella en el desfile de Tommy Hilfiger
“Es una historia atemporal, así que cualquiera puede sentirse identificado con ella hoy”, dice Kelly Rutherford (Elizabethtown, Kentucky, Estados Unidos, 55 años) sobre el inesperado regreso de Gossip Girl, la serie que protagonizó entre 2007 y 2012. El título vive una segunda juventud, redescubierto por las nuevas generaciones a través de pequeños cortes en TikTok, y ella y su personaje (Lily van der Woodsen) se han convertido en inspiración viral.
“Iba de adolescentes, pero también de sus padres. De hecho, contaba muy bien esas relaciones entre ellos y sus dinámicas, que no es nada común. Hablaba de las redes sociales y de sus efectos antes que nadie, antes incluso de que apareciera Instagram. Las historias eran buenas, la moda era divertida… tiene muchos elementos para que siga gustando hoy”, dice la actriz con un tono suave y una dicción perfecta que no desentonarían en ninguna reunión del Upper East Side. Concede esta entrevista en lo que podría ser un escenario de aquella serie, en un elegante bar de cócteles del hotel neoyorquino The Times Square Edition, entre paneles de madera y butacas de terciopelo. Y a solo unos minutos de que empiece el desfile de Tommy Hilfiger, un espectáculo que ella presenciará desde la primera fila con un vestido de estética preppy que podría haber salido del armario de su célebre personaje.
La cita es una más de una agenda que se le ha llenado en los últimos meses de mediáticas apariciones en varias semanas de la moda. “Adoro ver las nuevas colecciones o conocer las propuestas de jóvenes diseñadores”, dice. Apasionada por la moda, su asistencia y sus estilismos han contribuido a colocarla de nuevo en el foco mediático. Un giro que llega en un momento perfecto, no solo por la segunda vida de la serie, sino por la nueva mirada que la cultura popular posa sobre las mujeres de más de 50 años, hasta hace no tanto un segmento que quedaba fuera de la conversación. “Nos estamos dando cuenta de que todos somos multidimensionales. Todos tenemos aspectos distintos de nosotros mismos. No somos solo una cosa. Y si eres creativo, puedes serlo en varios campos. La moda es uno más de los que me gustan y que disfruto”, dice.
De ello da cuenta a diario en su perfil de Instagram y ante sus dos millones de seguidores. Allí comparte detalles de decoración, frases motivacionales o estilismos impolutos e inspiradores en los que presume de su conocimiento del medio y de pequeñas firmas de todas las latitudes. Las españolas le gustan especialmente por su colorido y su originalidad (nombres como La Veste, Nina Blanc, Mietis o Indi & Cold). Las ha conocido por la web o en sus habituales escapadas a Madrid, donde estudian sus hijos.
El amor por la ropa le viene de lejos. La colección de bolsos Hermès que Lily van der Woodsen lucía en Gossip Girl salió de su guardarropa personal: “En la serie usaba mis propios bolsos Kelly y Birkin porque al principio no teníamos presupuesto y no nos los prestaban. Usé muchas cosas que eran mías, sobre todo en las primeras temporadas”. El estilo le sale solo, lo ha visto a su alrededor desde pequeña. Su madre, modelo en los años setenta, trabajaba para diseñadores como Bill Blass. La propia Rutherford, que se fue de casa con 17 años, también probó como maniquí antes de sumergirse en la interpretación.
“Me interesaban muchas cosas, pero sobre todo las personas. Me vine a Nueva York, trabajé de modelo mientras estudiaba. Mis padres querían que fuera abogada y a mí me gustaban entre otros el periodismo, pero di alguna clase de interpretación y todo cambió. Pensé que actuar era algo que podría hacer para siempre sin aburrirme. Porque al pensar en cualquier otra ocupación, lo de ‘para siempre’ me sonaba a mucho tiempo. Y así ha sido”. No ha parado de trabajar desde finales de los ochenta, con papeles de todo tipo en producciones grandes y pequeñas entre las que destaca su aparición en Melrose Place. El año pasado rodó una serie en Francia: “Se llama Escort Boys, está en Prime Video y yo hago de la americana. Nos lo pasamos muy bien. Ahora tengo pendiente de estreno una película independiente, The Tributaries”. La moda que la encumbró seguramente la refuerce en el camino hacia su próxima etapa en el sector. Mientras, ella compra papeletas desde la primera fila.