Vagina: por placer o por salud, 11 técnicas que cuestionan los expertos
Baños de vapor, huevos de jade o procedimientos como la labiaplastia y el o-shot ganan interés entre mujeres cada vez más jóvenes. ¿Son realmente recomendables o ponen en riesgo la salud?
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La conversación sobre el aparato genital femenino ya no es tan tabú. Vulva y vagina se han convertido en objeto de interés, de celebración e incluso en símbolo de empoderamiento para algunas mujeres. Eso trae cosas buenas, como el mayor conocimiento de estas partes, tradicionalmente invisibilizadas por el androcentrismo médico. Pero también consecuencias ante las que estar alerta: se abre una nueva ventana de negocio por la que se cuelan todo tipo de terapias, recomendaciones, productos o procedimientos quirúrgicos. Con la idea de mantenerlas sanas, de mejorar sus capacidades o de someterlas (también) a unos cánones estéticos alejados de la realidad -a menudo impuestos por la pornografía o la industria cinematográfica-, es cada vez más habitual toparse con tratamientos que no siempre cuentan con la aprobación científica y que, en algunos casos, pueden resultar dañinos.
1. Técnica O-shot. Extraer sangre del brazo de la propia paciente e inyectarla en el clítoris y en la vagina para conseguir mejorar los orgasmos o aumentar la líbido. La técnica, creada y bautizada oficialmente con ese nombre por el doctor Charles Runels en Estados Unidos, se expande bajo marca registrada. Tanto en el país como en Reino Unido, ya son varios los especialistas que aseguran que el número de pacientes se ha multiplicado notablemente en los últimos dos años.
¿Qué dicen los expertos? Juan José Vidal, ginecólogo y director de la Unidad de la Mujer de la Clínica Ruber Internacional explica a S Moda: «No parece el mejor procedimiento para mejorar los orgasmos y no está exento de riesgos, como son la formación de hematomas. Además, al ser el clítoris un órgano muy sensible estas inyecciones pueden ser muy dolorosas a pesar de que se utilicen anestésicos locales».
2. Huevos de jade o cuarzo rosa. Inevitable no remitir a la gurú del bienestar cuestionable en que se ha convertido Gwyneth Paltrow con su marca, Goop. Fue la actriz y empresaria quien consiguió viralizar y comercializar la tendencia de introducir estas piedras en forma de huevo en la vagina. Desde su página, donde los vende a 66 dólares cada uno, defendía el uso de estos para fortalecer la musculatura vaginal y así conseguir mejores orgasmos. También bajo la promesa de que llevarlos durante el día mientras se camina o por la noche, ayudaría a equilibrar las hormonas o mejorar la ‘energía femenina’.
¿Qué dicen los expertos? La doctora Jen Gunter, ginecóloga y colaboradora de The New York Times conocida por desmontar constantemente las recomendaciones de Paltrow y otras terapias wellness, le dedicaba un post en su blog a los huevos vaginales. «Los músculos del suelo pélvico no están destinados a contraerse continuamente. Es bastante difícil aislarlo mientras se camina, por lo que muchas mujeres podrían acabar contrayendo otros músculos para mantener el huevo dentro», escribía. «En cuanto a la recomendación de que las mujeres duerman con un huevo de jade en sus vaginas, me gustaría señalar que el jade es poroso, lo que podría permitir que las bacterias ingresen y que el huevo pueda actuar como un fómite. Podría ser un factor de riesgo para la vaginosis bacteriana o incluso el síndrome de shock tóxico, potencialmente mortal». La falta de evidencia científica y los reclamos engañosos sobre el beneficio de los huevos vaginales le costaba Goop el pasado septiembre una multa de 145.000.
3. Baños de vapor vaginal. «Ni idea de si esto funciona, pero no puede hacer mal, ¿no?», escribía Chrissy Teigen en un post de Instagram. La modelo aparecía sentaba sobre uno de estos recipientes con agua hirviendo y mezcla de hierbas que promete una limpieza vaginal y de útero, así como la disminución de los dolores postparto y balance hormonal. Una práctica que también ha abanderado Gwyneth Paltrow y que está extendida, Amazon vende el combo de asiento vaporizador e hierbas.
¿Qué dicen los expertos? Teigen se equivocaba. Según el doctor Vidal, «en ningún caso es posible hacer una limpieza de útero», como promete la terapia. Y como apunta la ginecóloga Jessica Sheperd, fundadora del foro de salud femenina Her Viewpoint a Woman’s Health, «la vagina se autolimpia, si está saludable tiene bacterias propias que ayudan a mantener el pH vaginal en el nivel correcto. La interrupción de este ambiente (a través de vapor, duchas, etc.) puede aumentar el riesgo de infección». Y añade que «el área vaginal es sensible» y el vapor puede causar quemaduras «dolorosas y difíciles de tratar. Además, no hay pruebas de que humedecer la vagina pueda ayudar a aliviar los calambres o limpiar cualquier cosa».
4. Labiaplastia. Modificar el aspecto de la vulva mediante intervención quirúrgica. La obsesión por la cirugía plástica se extiende a partes íntimas queriendo modificar la apariencia de los labios vaginales. Lo hace entre las más jóvenes, según un estudio de NHS, el servicio de salud pública de Reino Unido, entre 2015 y 2016, más de 200 menores de 18 años se sometieron a una labioplastia, de las cuales más de 150 eran adolescentes menores de 15. Señalando la pornografía y la estandarización de la vulva depilada como posibles factores incitantes a ello. Contra esta tendencia, proyectos como la guía que lanzaban University College London Hospital y Brook con ilustraciones de vulvas diversas para romper el estereotipo.
¿Qué dicen los expertos? «Es cierto que cada vez se realizan más a petición de las pacientes, pero realizadas por un ginecólogo experto, los resultados son muy satisfactorios con una cirugía sencilla y carente de riesgos», apunta Juan José Vidal.
5. Iluminador de vulvas. Bajo la misma tiranía del estar siempre ‘perfectas’, ahora extendida a la vulva, se encuentra el maquillaje para partes íntimas. Promete matizar las manchas, hidratar la piel y aportar una imagen fresca y brillante.
¿Qué dicen los expertos? La ginecóloga Jennifer Gunter también opinaba sobre esta moda para Health, señalando que el mayor riesgo que presenta para la salud es «la posible irritación o reacción alérgica». Y «si lo que te preocupan son las manchas o los cambios de la piel, habla con un especialista».
6. Ajo contra la candidiasis. El ajo es un habitual de las listas de remedios caseros y, si se bucea en internet en busca de uno de estos para combatir la candidiasis, este toma el protagonismo junto a otros como el yogur. ¿De verdad introducir un diente de ajo en la vagina puede hacer efecto con los hongos?
¿Qué dicen los expertos? «Aunque el ajo tiene propiedades anti-infecciosas en ningún caso debe sustituir a los tratamientos con óvulos o cremas vaginales de comprobada eficacia en las infecciones por candidiasis», dice el doctor Vidal.
7. Pepino para limpiar la vagina. Compartiendo espíritu con el remedio anterior, la moda de introducir un pepino en la vagina para limpiarla. La propia doctora Gunter alertaba sobre ello hace poco más de un año en su blog: «Parece que algunas mujeres están pelando pepinos, insertándolos en sus vaginas y luego girándolos durante hasta 20 minutos para refrescarse, limpiar, enjuagar o algo».
¿Qué dicen los expertos? No rotundo. Recordando la idea de que las vaginas no necesitan nada que las limpie porque se regulan solas, Gunter escribía: «Los pepinos parecen ser propensos a todo tipo de hongos desagradables, y no creo que nada capaz de pudrirse deba entrar en una vagina».
8. Reconstrucción del himen. Desmontado ya el mito de que el himen es la prueba definitiva de la virginidad, la creencia aún perdura y la demanda de este procedimiento quirúrgico se da entre personas con genitales femeninos que quieren, bien por motivos culturales, bien por juego sexual, que se las vuelva a considerar como vírgenes.
¿Qué dicen los expertos? En lo que refiere a la intervención en sí, Juan José Vidal recuerda que «siempre tiene que realizarlo un ginecólogo experto» pero que «los riesgos quirúrgicos son mínimos».
9. Purpurina para el orgasmo. Sin pretensiones más allá del juego o lo estético, está la moda de introducir cápsulas de purpurina (comestible) que se deshacen en el interior de la vagina y que lo llenan todo de brillo cuando se alcanza el orgasmo.
¿Qué dicen los expertos? Desde la web de Health subrayaban lo innecesario de una moda así con la ayuda de Jennfier Gunter que, por enésima vez, insiste en «la idea de que porque algo se pueda comer no supone un riesgo para tu vagina, simplemente, no es correcta». Y explica también que puede causar infecciones ya que, ni el contenido, ni de qué están hechas estas cápsulas suele estar bien especificado por los fabricantes.
10. Rejuvenecimiento vaginal por láser. El nombre puede causar confusión, pero este tratamiento para recuperar la elasticidad del tejido vaginal y conseguir mejorar la vida sexual o la incontinencia, es la alternativa reciente a la operación quirúrgica de mismo nombre.
¿Qué dicen los expertos? El tratamiento no goza de la misma buena fama que la intervención quirúrgica. En agosto del pasado año, la FDA estadounidense (Administración de Alimentación y Medicamentos) advertía de los peligros: sin efectividad demostrada y con probabilidad de causar riesgos por quemaduras. Y exponían haber recibido hasta 14 denuncias de mujeres que, tras someterse al tratamiento, presentaban dolor o quemaduras. ¿Sugerencias? Asegurarse de que es un profesional quien indica que se practique y que quien lo aplique esté cualificado. Juan José Vidal apunta: «Es una técnica cada vez más utilizada y con resultados satisfactorios pero no definitivos, por lo que habrá que repetirla como mínimo una vez al año. Los únicos riesgos son las quemaduras locales, pero realizada por un experto estas no se deben producir».
11. Cremas de rejuvenecimiento vulvar. De aplicar fórmulas con ácido hialurónico en la cara, a hacerlo en la vulva. Con la intención de devolver a la piel de los genitales femeninos un aspecto terso, cremas y geles proliferan en el mercado bajo este reclamo como nuevo producto de deseo.
¿Qué dicen los expertos? «No hay inconveniente en usarlas aunque su eficacia es dudosa», concluye el ginecólogo Vidal.