Dua Lipa y Nikki Glaser achacan su éxito a “manifestar”: ¿qué es esta tendencia y quién la utiliza?

El diccionario de Cambridge ha convertido “manifest” en la palabra del año, aplicaciones para manifestar que cuestan más de 300 euros al año arrasan y el pensamiento positivo invade las redes

Dua Lipa, en el festival de Glastonbury celebrado en junio de 2024.Harry Durrant (Getty Images)

“Manifestar es algo muy importante para mí. Creo firmemente en poner ciertas cosas en el mundo porque inconscientemente, trabajas para lograrlas”, dijo Dua Lipa a la revista Time a la hora de hablar de su éxito. Por su parte Nikki Glaser, la presentadora de la última edición de lo Globos de Oro, explicó a The New York Times que no solo había ensayado su monólogo de apertura y los chistes de la noche hasta el hastío, sino que había confiado en el poder de la manifestación para asegurarse de que la velada fuera bien. Estos son tan solo dos ejemplos de celebridades que han hecho de la manifestación, el proceso de conseguir metas mediante el diálogo interno positivo y la visualización, su guía. “No es casualidad que la manifestación esté de moda entre celebs: han experimentado en carne propia cómo este enfoque puede transformar aspectos de sus vidas. Pero lo más interesante está ocurriendo con la Generación Z, que se niega a aceptar los viejos paradigmas que plantean que el éxito solo viene del esfuerzo constante y la lucha sin fin. Están descubriendo que existe una manera de crear la vida que desean de manera fluida, sin tener que ‘empujar’ constantemente contra la corriente”, asegura a S Moda Vanessa Valdiriz, coach de manifestación y desarrollo personal y fundadora de Escuela de Negocios. Tampoco es casualidad que el diccionario de Cambridge haya erigido “manifestar” como la palabra de 2024 tras haber sido el verbo buscado casi 130.000 veces en su web.

Manifestación 3.0

Oprah Winfrey hizo de El secreto, de Rhonda Byrne, un superventas, y en la era digital, la app To Be Magnetic funciona como su relevo. El problema es que esta aplicación cuesta 30 dólares al mes, pero sus miles de seguidores aseguran que merece la pena. Tanto, que incluso The Cut decidió escribir un artículo al respecto llamado “Cómo manifestar un novio alto y guapo por 30 dólares al mes”. “El proceso de manifestación único de To Be Magnetic está respaldado por la neurociencia, la psicología, EMDR, la epigenética y la energía con un poco de espiritualidad. Se basa en aumentar su autoestima y entrar en su autenticidad única al reprogramar las creencias limitantes subconscientes que recogió durante la infancia y durante toda su vida”, reza la app, que asegura ser “radicalmente diferente” al pensamiento positivo popularizado por figuras como Byrnes o Abraham Hicks, considerado por muchos como el mejor maestro de espiritualidad en el mundo actual, al centrarse no solo en lo positivo, sino también en recuerdos negativos e incluso desagradables y dolorosos. Consideran que tales memorias están destinadas a reescribir “la programación de infancia”, es decir, las creencias y mecanismos de supervivencia que se desarrollan entonces y que siguen actuando a lo largo de la vida adulta. Esa reescritura se consigue identificando pensamientos inhabilitantes, hábitos destructivos y las fuentes que conducen a la baja autoestima. Pero ¿puede una aplicación ayudar a lograr tales fines?

Ángela Vazi, terapeuta experta en desarrollo personal, manifestación y habilidades psíquicas, cree que si se parte de la base de que las personas siempre están manifestando, pueden hacerlo desde distintas herramientas. “Aquí lo importante es hacer las siguientes preguntas: ¿Qué manifestamos? ¿Conocemos nuestro sistema energético? ¿Sabemos qué hay en nuestro subconsciente? Estas cuestiones son vitales, ya que cada uno de nosotros tiene una arquitectura energética y una serie de creencias limitantes únicas. Es fundamental conocerlas para saber qué tipo de manifestadores somos, qué herramientas son las más adecuadas y cómo debemos hacerlo. Esto es lo que llamamos “manifestación consciente”, pues manifestamos lo que somos y no lo que queremos”, asegura.

Pone un ejemplo con el que explicar por qué aunque es posible manifestar a través de una app, no será la forma correcta de hacerlo si no existe un proceso de autoconocimiento previo. “Quieres una pareja que sea una compañera de vida, pero rechazas continuamente a excelentes candidatos/as y, en cambio, atraes toxicidad en tus relaciones. Esto es debido a que tú estás herido/a y programado/a para aceptar a ese tipo de pareja ‘mala’ y rechazar la ‘buena’. Parece incoherente ¿verdad? Sin embargo, realmente no lo es. La coherencia de tus actos la encontrarás siempre en tu inconsciente y tu programación”, dice.

Religión, ciencia y pensamiento positivo

El furor de las redes sociales con la manifestación ya empujó hace tres años a la periodista Rebecca Jennings preguntarse en Vox si no se estaba gestando en internet una nueva religión, y Carlota Santos, autora de Mythos: Guía ilustrada de mitología griega (B, 2024), piensa algo parecido. “Creo que manifestar es similar a rezar. La clave es confiar y ser sinceros con nuestros deseos, limitaciones, creencias… Al igual que cuando rezas (yo soy católica, pero creo que la manifestación es una herramienta que puede servir a cualquier persona) expresas tus deseos a Dios, pero confías en que Dios en última instancia decide, con la manifestación es algo similar, pero quitando el aspecto religioso: reconoces interiormente que es lo que deseas y lo dejas al Universo, confiando en que si es para ti, llegará, por un lado, y por otro tratando de materializarlo a través de tus acciones”, argumenta.

Lo que sorprenderá a algunos es que la manifestación cuenta con apoyos desde la comunidad científica, como es el caso de la doctora Sabrina Brennan, autora de The Neuroscience of Manifesting: The Magical Science of Getting the Life You Want (Orion Spring, 2024) o el doctor James R. Doty, autor de Mind Magic: The Neuroscience of Manifestation and How It Changes Everything, pero sus detractores siempre hablan del pensamiento positivo para echar por tierra esta práctica.

Valdiriz dice que manifestar va más allá del pensamiento positivo, pues asegura que se trata de un trabajo profundo de transformación interior que requiere examinar y cambiar las creencias que dirigen la vida. “El pensamiento positivo es un buen punto de partida, pero manifestar es todo un proceso de reconocimiento y transformación interior que cambia tu realidad desde su núcleo”. Para finalizar, Vazi quiere dar apostar por un cierre positivo a la hora de valorar el poder que tiene el hecho de que la manifestación haya conquistado a tantos millennials y en especial, a la Generación Z. “Estamos en la época de la responsabilidad, pero existen personas que confunden responsabilidad con culpabilidad. Ambas generaciones, millennials y Z, son responsables de romper paradigmas al sanar el inconsciente colectivo heredado y que ha provocado esa conciencia de la víctima. Es decir, pensar que todo proceso es externo y no interno en tu propia vida. Lo que llamamos vulgarmente “echarle la culpa a los demás”. Esto provocará que la generación Alpha tenga una gran parte de su camino realizado en cuanto a programación, por lo que será más abundante que nosotros en todos los sentidos. Este realmente será nuestro gran servicio al colectivo”, dice o quizás, ¿manifiesta?

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