Inspiración estival: un maquillaje de verano que recrea el destello del metal

Escribe Grafton Tanner en Las horas han perdido su reloj (Alpha Decay, 2022) que “el hambre por el pasado, la nostalgia, es la emoción que define nuestro tiempo”. Una máxima que cobra especial relevancia al analizar la evolución reciente de las tendencias en moda y belleza. Si en la primera materia el inicio de los 2000 se ha convertido, desde hace varias temporadas, en referencia favorita para creadores de todo tipo, en el universo del maquillaje la influencia se siente sobre todo por el regreso de un producto: el gloss labial. El gusto por la estética de aquellos años, ecléctica y con un punto kitsch, seguramente explique parte del furor por este producto capaz de cambiar el aspecto en apenas unos segundos. La facilidad de su aplicación, viable incluso sin mirar al espejo, también contribuye al renovado éxito.

“Es un producto divertido”, dice Diane Kendal, directora creativa de Rabanne Beauty. La firma, que el año pasado se estrenaba en el segmento del color, acaba de lanzar al mercado su primera colección de brillos labiales, Glowies, una gama de ocho tonos resplandecientes que imitan el resplandor de un espejo. “Lo mejor de estos glosses”, prosigue Kendal, “es que no son pegajosos, son livianos y tienen excelentes ingredientes, por lo que también son humectantes. Simplemente son fáciles de usar. Además, son algo transparentes, no demasiado opacos, y permiten ser aplicados en una capa rápida o jugar con ellos para construir algo más intenso”. Precisamente esos componentes hidratantes de los que habla la experta (en este caso, infusión de extracto de granada y ácido hialurónico) marcan la diferencia con las versiones de hace dos décadas. Hoy la suavidad sustituye al acabado pegajoso, un punto clave a la hora de recuperar este gesto brillante. Partiendo de esta base en los labios desarrollamos siete maquillajes coloridos y frescos para los meses de calor: