Lo que un médico capilar no haría nunca con su pelo en invierno
Jamás acostarse con el pelo mojado, lavar a conciencia el cuero cabelludo o aprender a usar correctamente el secador para conseguir un cabello más fuerte, sano y bonito en los meses de más frío.
Tiene sentido que, al igual que nuestra piel, nuestro cabello cambie con las estaciones. “Durante los meses de invierno, el frío, la humedad y los cambios de temperatura favorecen una mayor sequedad, fragilidad y encrespamiento del cabello”, comenta Virginia Velasco, dermatóloga y directora de la Unidad de Alopecias y Salud Capilar de la Clínica Dr. Morales Raya en Madrid. La combinación de aire frío, viento y calefacciones puede secar el cabello dejándolo quebradizo, vulner...
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Tiene sentido que, al igual que nuestra piel, nuestro cabello cambie con las estaciones. “Durante los meses de invierno, el frío, la humedad y los cambios de temperatura favorecen una mayor sequedad, fragilidad y encrespamiento del cabello”, comenta Virginia Velasco, dermatóloga y directora de la Unidad de Alopecias y Salud Capilar de la Clínica Dr. Morales Raya en Madrid. La combinación de aire frío, viento y calefacciones puede secar el cabello dejándolo quebradizo, vulnerable a la estática y sin brillo, corrobora Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Dra. Pérez Sevilla de Madrid y especialista en tricología. Así que hemos acudido a estas dos especialistas para saber qué sucede exactamente con el cabello y el cuero cabelludo en estos meses, cómo cuidarlos y qué hábitos no seguirían nunca.
Las cuatro preocupaciones del cabello en invierno
- Sequedad: “El contraste de temperatura va a afectar a la parte externa del cabello, favoreciendo que se seque con más facilidad. Además hay que tener en cuenta que durante los meses de invierno tendemos a utilizar más herramientas de calor (secadores, planchas de pelo…) incrementando este problema”, cuenta la doctora Velasco. Algo más: hay que elegir cuidadosamente los productos de cuidado capilar, ya que algunos pueden resultar irritantes para el cuero cabelludo seco.
- Encrespamiento: “Los cambios de temperatura, las condiciones ambientales con una mayor sequedad, así como el uso de determinados gorros o sombreros confieren una mayor electricidad estática al cabello dando lugar al encrespamiento o frizz. Los tratamientos hidratantes, ya sea en forma de aceites, acondicionadores o mascarillas son beneficiosos en este sentido”, aconseja la Dra. Velasco.
- Dermatitis o psoriasis: “El frío tiene un efecto vasoconstrictor en el cuero cabelludo, por lo que las glándulas sebáceas van a disminuir su secreción haciendo que el cuero cabelludo esté más seco. Esto va a favorecer o empeorar problemas como la dermatitis o la psoriasis”, advierte esta experta.
- Radiación ultravioleta: “Al practicar deportes como el esquí, el cabello está expuesto a la radiación ultravioleta, pudiendo dañar la fibra capilar e incluso producir quemaduras en el cuero cabelludo. Es muy importante utilizar protección física (gorro o casco) y es muy recomendable aplicar un protector solar capilar”, según Virginia Velasco.
Dormir con el pelo mojado
El cabello mojado es uno de los momentos de mayor fragilidad del pelo y la fricción con las sábanas no parece la mejor idea. “Desaconsejado total, el pelo mojado es mucho más débil y más propenso a la rotura”, asegura la doctora Arantxa Arana.
Secar al aire cuando hace frío
Innumerables tendencias de secado al aire se volvieron virales en el verano, pero hacerlo cuando hace frío afuera puede no ser el mejor consejo, porque tardará mucho en secarse y puede volverse más frágil. Cuando tu cabello está mojado, tiene una textura más elástica y se puede romper fácilmente en comparación con cuando está seco y salir con el cabello mojado durante el clima frío puede dañarlo: “El pelo mojado es mucho más frágil, y si hace frío más”, corrobora la doctora Arana, y añade un matiz: “Lo que no es posible es que llegue a congelarse”.
El gorro a diario
A medida que la cabeza coge calor bajo un gorro, los aceites naturales del cuero cabelludo se vuelven más fluidos, lo que podría crear mechones grasosos. Por otro lado, si a tu cabello le falta humedad, algunas telas pueden crear cabello estático, dejándote con pelos sueltos y rebeldes. ¿Qué podemos hacer para prevenir esto? “La presión y la fricción no es beneficiosa para el cuero cabelludo, se recomienda no abusar de gorras. De todas formas, si se suele usar es importante hidratar especialmente la fibra capilar”, recomienda la doctora Arana. Un consejo muy extendido es el de utilizar gorros forrados con un tejido antiestático y suave como la seda o el satén para evitar la fricción.
Usar gorro con el pelo mojado (o recogerlo en un moño cuando está empapado)
¿Qué sucede cuando tapamos el cabello húmedo? La respuesta va en la misma línea que las anteriores: no es buena idea guardar el pelo mojado bajo un gorro, o anudarlo en un moñito porque, como insiste la doctora Arantxa Arana, “el pelo es más frágil y tiene más facilidad para romperse”.
El acondicionador diario
¿Qué podemos hacer si el cabello está cada vez más reseco o lo notamos más encrespado? Aranxta Arana es defensora de la hidratación como rutina necesaria para mantener el pelo sano y fuerte: “Hay que usar acondicionador a diario, ya sea al lavarnos el pelo o en seco, o bien aplicar algún aceite capilar de medias a puntas”, comenta.
Secar con secador: la mejor forma de hacerlo
Aplicar aire a alta temperatura directamente sobre un pelo empapado calienta el agua de los mechones antes de que pueda evaporarse, algo que no solo daña el pelo sino que también puede secar el cuero cabelludo: “Lo mejor es esperar que se quite el máximo grado de humedad y secarlo con secador cuando no esté totalmente mojado”, asegura la dermatóloga Arana.
Si lo que quieres es peinarte con calor a diario deberías tener en cuenta que los rizadores, planchas y secadores de pelo calentados son, a menudo, culpables de crear o empeorar el cabello seco en invierno. Las altas temperaturas de estas herramientas causan estragos en los niveles de humedad del porque hacen que el agua de nuestro cabello se evapore, dejando los mechones desprotegidos de una mayor pérdida de humedad. Cuanto más seco está el cabello, más susceptible es a tener puntas abiertas y roturas. Además el cabello deshidratado también tiende a perder brillo y brillo. “Se recomienda utilizar el secador a unos 10-15 centímetros del pelo, y si se utilizan otros aparatos como planchas a diario, utilizar productos protectores del calor”, asegura Arantxa Arana.
Lavarse el pelo menos a menudo
Aunque hay distintas razones por las que considerar lavarse menos el cabello durante el invierno, por ejemplo, porque probablemente sudemos menos, esto no resulta lo más aconsejable. No lavarse el pelo implica también no lavar el cuero cabelludo y es esencial que este sea un entorno limpio y saludable para los folículos pilosos: “Es imprescindible la limpieza del cuero cabelludo, mejor lavárselo de más que de menos. Si se acumulan restos, podría dificultar el correcto crecimiento capilar”, asevera Aranxta Arana.
Subir la temperatura del agua de la ducha
Una ducha caliente es de lo más apetecible cuando tenemos frío, pero la excesiva temperatura no es buena ni para la piel ni para el pelo. Si embargo, según la dermatóloga Arana, “lo mejor es utilizar agua templada, ni muy fría ni muy caliente”.
Protocolos de invierno
En líneas generales, durante los meses de invierno, el cuidado del cuero cabelludo pasa por utilizar productos más hidratantes, tanto a nivel del cuero cabelludo como de la fibra capilar. En este sentido, el doctor Carlos Morales Raya, dermatólogo especialista en Dermatología estética y en en Tricología y trasplante capilar, y director médico de la clínica Morales Raya de Madrid recomienda tratamientos profesionales que estimulan la circulación sanguínea, mejorando la hidratación del cuero cabelludo. Él aconseja Keravive de Hydrafacial, un protocolo parecido a las vitaminas que se inyectan en el rostro, pero sin necesidad de pinchazos: “Es un tratamiento indoloro, no invasivo y diseñado para exfoliar, nutrir e hidratar el cuero cabelludo, mejorando la microcirculación y la absorción de nutrientes, consiguiendo así un cabello mucho más abundante, fuerte y con un aspecto saludable”, cuenta el doctor.
El tratamiento empieza con una limpieza exhaustiva y una exfoliación para eliminar todas las células muertas y la suciedad incrustada en el cuero cabelludo, limpiar el interior del folículo piloso y dejar que el pelo salga más fácilmente, de manera que los folículos no tienen resistencia en la parte superficial del cuero cabelludo para su salida, que estará limpia y sin placas descamativas ni suciedad. Después se pasa a la hidratación y nutrición con la infusión y depósito de productos específicos compuestos por factores de crecimiento y proteínas de la piel (en concreto, EGF -factor de crecimiento epidérmico-, VEGF -factor de crecimiento endothelial, con acción angiogénica para mejorar la circulación- y FGF -factor de crecimiento fibroblástico-, además de un complejo de péptidos como thymosin beta 4, y aminoácidos como la arginina).
A continuación se utilizan luces LED rojas para estimular la vascularización en el cuero cabelludo y estimular así el crecimiento del cabello y el protocolo termina realizando un masaje del cuero cabelludo y enseñando al paciente cómo debe aplicarse un spray para continuar el tratamiento en casa durante 30 días. Dicen estos expertos que da fortaleza, engrosamiento y aumenta la densidad del pelo, evitando ahora la caída típica que vendrá en la primavera: “En general, mejora la circulación, da fuerza al cabello ya existente, proporciona mayor volumen, consigue que el pelo se redensifique y pueda crecer en condiciones óptimas”, comenta el doctor Morales. Aseguran en su clínica que ofrece muy buenos resultados en cabellos grasos, dermatitis seborréicas, pieles atópicas, cuando hay caspa abundante, y alteraciones que crean capas de células muertas en el cuero cabelludo. Son necesarias tres sesiones, a razón de una al mes, y se recomienda realizarlo dos veces al año, previo al otoño y a la primavera, coincidiendo con la mayor fragilidad capilar. Su precio es de entre 825€ y 1.100€.