Los novios que recorrieron librerías de segunda mano en busca del regalo perfecto para los invitados a su boda
La escritora Teresa Zurdo y su pareja decidieron que la literatura era lo mejor que le podían ofrecer a quienes compartieran con ellos el día de su enlace
Aunque cualquier detalle que los contrayentes tengan en su boda con los invitados se hace y recibe con especial cariño, algunos regalos tienen una carga emocional extra, que tiene más que ver con el tiempo que le dedican los novios que con el dinero que cuestan o su originalidad. En su primera entrega del año 2025, el boletín semanal De boda, de SModa, recogía la historia de uno de esas parejas que se empeña en hacerle un regalo especial a las personas con las que compartirán el día de su boda. Una pareja, la de la escritora Teresa Zurdo Gil y su (ahora) marido, Pablo, que tuvo claro que querían regalar libros. [Si quieres recibir cada semana en tu buzón De boda, apúntate aquí]
Como la misma Teresa le contó a una de las coautoras de la newsletter, la periodista Sara Campos, la idea partió del amor por la literatura. Aunque reconoce que no sabían si sería “factible económicamente y si encontraríamos buenos libros (en más o menos buen estado) para tantos invitados”. Con un selló marcaron el interior de cada volumen, con un “gracias” y un recordatorio de la fecha del enlace.
Felizmente, a Teresa y Pablo se le ocurrió un plan: “Nos pasamos una tarde a probar por la librería Re-read de O’Donnell (en Madrid) y nos gustó lo que encontramos: libros baratos casi nuevos como Señora de rojo sobre fondo gris, Seda, La historia interminable, etc.”.
Así, varios meses antes de su enlace, empezó el periplo de los entonces futuros novios por varias librerías de Madrid, buscando el detalle perfecto para sus invitados. Como ilustra Teresa en este tuit, las mesas del banquete de su boda se llenaron de libros: “Desde Gerónimo Stilton hasta Archipiélago Gulag, pasando por la edición clásica de [la editorial] Minotauro de El Señor de los Anillos”.
En la boda de Teresa y Pablo hubo literatura para todos, también para niños y adolescentes. Incluso, previendo que algún libro pudiera quedarse sin dueño, habilitaron una mesa de intercambio con más libros.
En una de las respuestas al tuit viral en el compartió la idea, Teresa escribió que buscaron libros que habían leído y y que pensaban que podían gustar al invitado en cuestión. “Cuando no sabíamos, cogimos algunos más generales o bestseller”, apuntó. Y ante otra de las dudas sobre cuánto gustó la idea, señaló: “Pensábamos que habría algunos que nadie querría o que se quedarían olvidados en las mesas, pero se llevaron todos. Quedamos muy contentos”.
[Apúntate gratis al boletín semanal De boda en este enlace].