Casado: “No quiero el voto de la ira ni del miedo”

El líder del PP reunió este jueves en el Congreso a su grupo parlamentario para transmitirles que quiere una campaña electoral en positivo, en línea con el tono moderado que ha adoptado en los últimos meses y en contraste con el de Albert Rivera, ahora más agresivo. “Nos toca ser muy pedagógicos. Cuando se tiene la razón, no hace falta gritar, ni sobreactuar, ni faltar al respeto al adversario”, dijo Pablo Casado a los suyos. “No quiero el voto del miedo, ni el de la ira”, añadió. En su inter...

El líder del PP reunió este jueves en el Congreso a su grupo parlamentario para transmitirles que quiere una campaña electoral en positivo, en línea con el tono moderado que ha adoptado en los últimos meses y en contraste con el de Albert Rivera, ahora más agresivo. “Nos toca ser muy pedagógicos. Cuando se tiene la razón, no hace falta gritar, ni sobreactuar, ni faltar al respeto al adversario”, dijo Pablo Casado a los suyos. “No quiero el voto del miedo, ni el de la ira”, añadió. En su intervención, incluso pidió a los parlamentarios que pensaran en construir “una alternativa moderada y progresista”. Como este último término podía chirriar en las filas del partido conservador, el líder del PP lo explicó a continuación: se refería, dijo, a que “la economía crezca para financiar el Estado de bienestar y acabar con la desigualdad que trae la izquierda a los más desfavorecidos por sus políticas irresponsables”.

Casado volvió a responsabilizar a Pedro Sánchez en exclusiva de la repetición de elecciones y de no hacer autocrítica. “Los que nos dedicamos a la noble vocación de la política no podemos estar contentos. España no se merece esta parálisis”. El líder del PP consideró que tanto su partido como el Rey habían estado “a la altura”, no habían “intentado giros bruscos” —un velado reproche a Ciudadanos, que intentó incolucrarles en una oferta de abstención conjunta de última hora— y merecían por tanto recoger ahora el “capital moral” de su coherencia durante las negociaciones fallidas. “Estas elecciones van de eso, de seriedad, de confianza”.

Pese al rechazo de Ciudadanos, Casado insistió en “la necesidad” de presentarse juntos a las próximas elecciones del 10 de noviembre, repitiendo en otras circunscripciones la coalición ensayada en los pasados comicios autonómicos (Navarra Suma). “El mayor salvavidas de Pedro Sánchez es la fragmentación del centro derecha. Tenemos que unirnos para ganar, tenemos que ganar para poder gobernar y solo gobernando podremos unir a España”, dijo.

El PP cree que España Suma podría conseguir la mayoría absoluta el 10 de noviembre. El pasado 28 de abril, el PSOE y Podemos sumaron 11,2 millones de votos y el PP, Ciudadanos y Vox —hay dirigentes populares que tienen más recelos a incluirlos en esa hipotética alianza—, 11,1 millones.

Lamento por Carmena

Para que el bloque de la derecha desbancara al de la izquierda sin haber formado una coalición preelectoral, es decir, con pactos posteriores, la dirección del PP cree que entonces dependerían de otros factores como la desmovilización del electorado socialista, la pérdida del miedo a Vox, que se decantaran a su favor los 15 o 20 escaños que bailaron entre partidos en las pasadas elecciones y la irrupción del partido de Íñigo Errejón. Precisamente este jueves, dirigentes del PP lamentaban que la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena descartase presentarse: “Destrozaría a la izquierda”, aseguraba un alto cargo popular.

El PP reunirá a su comité ejecutivo nacional el próximo lunes para analizar la campaña electoral y definir los equipos que la coordinarán. Casado quiere centrarse en la economía —prepara una una convención específica— y presentarse como “el partido del desbloqueo” enarbolando su nuevo tono conciliador y sus pactos autonómicos y municipales. Casado cree que los electores (de Ciudadanos y Vox) que “no se dieron cuenta” el pasado abril, ahora ya saben que si fragmentaban el voto, gana Sánchez.