El silencio del Consejo General de Cs

Ningún miembro del máximo órgano entre congresos quiso tomar la palabra el viernes tras la crisis interna

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, interviene ante el consejo general.Victor J Blanco (GTRES)

Tras el ruido de la semana, se impuso el silencio. El Consejo General de Ciudadanos, el máximo órgano entre congresos del partido, se reunió el pasado viernes después de días convulsos. El lunes, la ejecutiva se había roto por el no a la investidura de Pedro Sánchez, con la dimisión de Toni Roldán, secretario de programas, y de Javier Nart, eurodiputado. A ellos se sumó el líder en Asturias, Juan Vázquez. Albert Rivera reapareció en ese consejo con sus primeras palabras tras la crisis, en las que se sacudió ...

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Tras el ruido de la semana, se impuso el silencio. El Consejo General de Ciudadanos, el máximo órgano entre congresos del partido, se reunió el pasado viernes después de días convulsos. El lunes, la ejecutiva se había roto por el no a la investidura de Pedro Sánchez, con la dimisión de Toni Roldán, secretario de programas, y de Javier Nart, eurodiputado. A ellos se sumó el líder en Asturias, Juan Vázquez. Albert Rivera reapareció en ese consejo con sus primeras palabras tras la crisis, en las que se sacudió las presiones e insistió en el no a Sánchez. Pero nadie tuvo a bien pedir la palabra. El silencio.

El consejo está formado por 160 miembros “aproximadamente”, según un portavoz oficial, porque el partido no ha hecho pública la lista de integrantes: lo forman los dirigentes de la ejecutiva permanente (13), los portavoces de los 17 comités autonómicos y otros 125, tras ser elegidos por la última asamblea general, en 2017; la práctica totalidad, de la lista oficialista de Rivera. Luis Garicano, jefe de filas en Europa y principal dirigente que se ha desmarcado del veto a Sánchez, no forma parte del órgano, como tampoco Nart. Sí estuvieron dos de los dirigentes que se abstuvieron en la ejecutiva del lunes en la votación forzada por Garicano y Nart para reconsiderar el veto: Orlena de Miguel e Ignacio Prendes.

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La reunión del viernes pasado, aunque era ordinaria, sucedía después de la mayor crisis interna de Ciudadanos desde su expansión nacional. Pero ningún consejero quiso intervenir y, en consecuencia, la cita se redujo a los discursos de Albert Rivera —en abierto— y los líderes en Madrid, Ignacio Aguado y Begoña Villacís, también en abierto y dedicados a apoyar al líder. La intervención del líder estuvo jaleada por dos largos aplausos en pie del plenario.

La ausencia de debate no estaba dirigida: según varias fuentes del consejo no hubo ninguna instrucción previa desde la dirección. Simplemente, nadie consideró hacerlo. “La gente no habló porque lo tiene todo claro. No vi ningún tipo de brecha en mis conversaciones con otros consejeros”, sostiene uno de los integrantes. Lo normal, no obstante, es que al menos haya alguna intervención. Rivera entró en coche al consejo y no respondió a la prensa. Ayer contestó por primera vez a preguntas de los periodistas sobre la crisis: “Cuando hay decisiones, todos las asumimos y remamos en la misma dirección”, zanjó.

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