Interior destituirá a tres mandos de la ‘policía patriótica’ a los que el PP premió con puestos en embajadas

El Ministerio del Interior ha ultimado este miércoles la destitución en sus actuales destinos en embajadas de tres mandos policiales a los que vincula con la brigada patriótica. Uno de ellos, el inspector jefe José Angel Fuentes Gago, hombre de confianza del antiguo número dos de la Policía, el comisario Eugenio Pino, y actualmente en la legación de La Haya, será cesado en las próximas horas, según fuentes de Interior. También será destituido un cuarto agente destinado en el extranjero: el actual agregado de Panamá, Francisco Gabriel Maroto, que fue jefe de la escolta de José...

El Ministerio del Interior ha ultimado este miércoles la destitución en sus actuales destinos en embajadas de tres mandos policiales a los que vincula con la brigada patriótica. Uno de ellos, el inspector jefe José Angel Fuentes Gago, hombre de confianza del antiguo número dos de la Policía, el comisario Eugenio Pino, y actualmente en la legación de La Haya, será cesado en las próximas horas, según fuentes de Interior. También será destituido un cuarto agente destinado en el extranjero: el actual agregado de Panamá, Francisco Gabriel Maroto, que fue jefe de la escolta de José María Aznar.

La decisión ha sido tomada este miércoles por la Comisión de Destinos en el Exterior del Ministerio del Interior que preside la actual secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, en una reunión en la que se abordó el relevo de 18 puestos de consejeros y agregados en 17 embajadas españolas. Fuentes del departamento de Fernando Grande-Marlaska detallan que algunas renovaciones vienen motivadas por la jubilación del policía que ocupa el puesto, en otras por un ascenso y en alguna más a petición propia del agente. Sin embargo, admiten que con otros cambios se busca acabar con la imagen de que estos puestos son “un banco de favores” para premiar a determinados policías.

Es el caso de las embajadas de La Haya, México y Mauritania, donde estaban destinados los inspectores jefe José Ángel Fuentes Gago, Bonifacio Díez Sevillano y Jesús Vicente Galán, tres mandos policiales a los que, en diferente grado, el actual equipo vincula con la llamada brigada patrióticaque existió en Interior en la etapa de Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior. Las fuentes consultadas destacan la situación Fuentes Gago, al que desde Interior se le recrimina que durante un periodo pasó más tiempo en España —por lo que además de su elevado sueldo cobraba dietas— que en la embajada española en la que estaba destinado.

Este inspector jefe fue también la persona que puso en contacto a Fernández Díaz con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. Las grabaciones de estos encuentros destaparon maniobras para investigar a políticos independentistas catalanes. Fuentes Gago tuvo que comparecer en la comisión de investigación que terminó certificando la existencia de la policía patriótica y las dudosas prácticas contra la oposición.

También estuvo destinado en la DAO Díez Sevillano. Antiguo policía de enlace con las autoridades de Andorra, fue nombrado a finales de 2016 agregado de Interior en la Embajada de España en México. Interior va a esperar a que cumpla dos años al frente de este destino el próximo 23 de octubre para destituirlo. Bonifacio Díaz tuvo que declarar tanto en la Audiencia Nacional como en el Juzgado de Instrucción 11 de Madrid, en este último como imputado, por su relación con el pendrive fantasma con pruebas ilícitas sobre las finanzas de la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol que se intentó incorporar al sumario.

Interior también esperará a que cumpla dos años en noviembre en su puesto al actual agregado en Mauritania. El inspector jefe Galán, cuyo anterior puesto fue la Unidad de Asuntos Internos —clave en la operación Cataluña—, es señalado por el actual equipo de Interior como muy próximo a Fuentes Gago. También será destituido un cuarto mando, Francisco Gabriel Maroto, antiguo jefe de la escolta de Aznar, cuyo nombramiento como agregado en Panamá acabó en los tribunales.