Un detenido por su participación en una protesta contra el juez Llarena
Los CDR convocan manifestaciones ante la comisaría de la Policía de la Verneda y en Palafrugell, de donde es vecino el detenido
La Policía Nacional ha detenido este mediodía a Carles R., vecino de Palafrugell, por su presunta participación en la protesta contra Pablo Llarena, el magistrado del Tribunal Supremo que ha instruido el sumario del procés y que fue increpado la madrugada del domingo al salir de un restaurante en Mont-ras (Girona) donde cenó con un grupo de 17 personas, entre las que se encontraba Alberto Fernández Díaz, concejal del PP del Ayu...
La Policía Nacional ha detenido este mediodía a Carles R., vecino de Palafrugell, por su presunta participación en la protesta contra Pablo Llarena, el magistrado del Tribunal Supremo que ha instruido el sumario del procés y que fue increpado la madrugada del domingo al salir de un restaurante en Mont-ras (Girona) donde cenó con un grupo de 17 personas, entre las que se encontraba Alberto Fernández Díaz, concejal del PP del Ayuntamiento de Barcelona.
Según han confirmado fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, la detención se ha hecho el mediodía de este jueves en Palafrugell. Aunque todavía no se ha determinado un delito en concreto, se le acusa de haber formado parte del grupo que increpó al juez y golpeó el coche en el que viajaba a la salida del asador. Horas después, Carles R. ha quedado en libertad.
Ante la detención, los Comités de Defensa de la República (CDR) han convocado una concentración a las tres de la tarde frente a la comisaría de la Verneda y otra a las ocho de la tarde frente al Ayuntamiento de Palafrugell, bajo el lema "Si tocan a una, nos tocan a todas".
Testigos presenciales relataron que el incidente con el magistrado se produjo sobre la una de la madrugada cuando los comensales estaban ya en el aparcamiento del asador y se disponían a salir. Fue entonces cuando dos coches entraron en el recinto y barraron el paso al vehículo de Llarena, que iba acompañado de su mujer. Varias personas salieron de sus automóviles, dieron algún golpe en el capó y en las puertas y tomaron las imágenes. Los escoltas del juez pusieron las luces de sirena. "¡Las calles serán siempre nuestras!", se oyó decir a una joven mientras un hombre afirmaba con ironía: "Adéu maco! Benvingut al Empordà! (¡Adiós, guapo! ¡Bienvenido al Empordà!"). El magistrado tiene una casa en la Cerdanya (Girona), cuyo jardín apareció con pintadas hace unos meses.
La cena coincidió con el acto de homenaje que se estaba haciendo al expresidente de la ANC Jordi Sànchez a escasos dos kilómetros del restaurante.