El ‘Aquarius’ realza el perfil europeo de un Sánchez aún poco conocido

"La Península Ibérica está mostrando un camino, es un ejemplo para la izquierda europea", afirma Calvo

Pedro Sánchez era un desconocido absoluto para el gran público europeo cuando llegó a La Moncloa hace dos semanas. El presidente había hecho un trabajo en la sombra con todos los líderes socialdemócratas, fue a todas las cumbres y viajó a los países clave. Pero su perfil era muy bajo porque nadie esperaba su llegada al poder. El éxito de la moción de censura, la formación del Gobierno con más mujeres de Europa y, sobre todo, su gestión de la crisis del Aquarius han hecho girar el foco hacia él como protagonista de una posición diferente en un tema central: la inmigración.

Abrazo entre uno de los migrantes y un voluntario del 'Aquarius', este domingo, en el puerto de Valencia.Óscar Corral

Tanto en su Gobierno, donde están sorprendidos y encantados con este nuevo protagonismo, como en políticos de varios países centrales consultados por EL PAÍS, se espera que España recupere un protagonismo que había perdido en los últimos años. La inmigración está rompiendo los ejes europeos y amenaza con acabar incluso con Angela Merkel por una crisis interna. Los movimientos previos a la cumbre europea del 28 de junio, que se centrará en este asunto, están partiendo en dos el consejo entre duros y blan...

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Tanto en su Gobierno, donde están sorprendidos y encantados con este nuevo protagonismo, como en políticos de varios países centrales consultados por EL PAÍS, se espera que España recupere un protagonismo que había perdido en los últimos años. La inmigración está rompiendo los ejes europeos y amenaza con acabar incluso con Angela Merkel por una crisis interna. Los movimientos previos a la cumbre europea del 28 de junio, que se centrará en este asunto, están partiendo en dos el consejo entre duros y blandos. España se coloca ahí con una posición nueva, que Sánchez parece dispuesto a explotar acercándose a la Francia de Emmanuel Macron y, sobre todo, tratando de lanzar un mensaje europeísta y progresista.

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La deriva de Italia y el Brexit, sumada al hundimiento de la socialdemocracia, dejan un espacio enorme a Sánchez como referente del centro izquierda europeo que él, según La Moncloa, está deseando ocupar. Es el único socialdemócrata que dirige uno de los países grandes. Su agenda europea será casi más fuerte que la española e incluso la estructura organizativa de La Moncloa, tanto interna como de comunicación, está pensada para una mayor presencia internacional que la de Mariano Rajoy, que nunca logró un perfil fuerte en este campo.

Carmen Calvo, la vicepresidenta, que ha pilotado la decisión de traer el barco, lo resume en términos políticos: "En España tenemos ahora un presidente muy europeísta, no es poco en los tiempos del Brexit. La Península Ibérica está mostrando un camino, es un ejemplo para la izquierda europea. Ahora en España y Portugal gobierna la izquierda sin populismos, el socialismo experimentado. Se ha logrado aquí lo que no ha podido hacer en Francia e Italia. El mensaje es muy fuerte. La imagen que damos es la de una democracia estable que coloca un socialista que conecta con la corriente europeísta".

Desde Italia se está siguiendo a Sánchez con especial interés. En el Corriere della Sera incluso lo definieron como el "héroe" de la crisis del Aquarius. Maurizio Martina, líder de un Partito Democrático, hundido tras el catastrófico resultado en las elecciones del 4 de marzo (18,7%), señala a EL PAÍS que espera que "Sánchez contribuya a un renacimiento de la izquierda en Europa". "Puede ser un factor nuevo e ilusionante. Se ve ya con algunas decisiones que ha adoptado, como la de acoger a los migrantes del Aquarius. Ha sido fundamental lanzar una señal de que es posible dar un salto de calidad en la cooperación entre países en un tema crucial e histórico como este. Puede presentar una experiencia avanzada, fuerte y muy útil en el campo socialista europeo para preparar las elecciones de 2019". "Hay que encontrar una vía para interpretar el desafío contra la derecha y los populistas. Algunas experiencias como la portuguesa, son muy interesantes. El factor Sánchez es importante y creo que en los próximos meses tendremos que razonar conjuntamente", añade.

Sánchez llevaba tiempo trabajando ese espacio europeo que ahora quiere protagonizar. Por algo fue invitado a abrir el último congreso en Wiesbaden del SPD, los socialdemócratas alemanes. Pero entonces nadie pensaba que sería presidente. Ahora, en el SPD ven a Sánchez con esperanza. "A toda la familia socialdemócrata de Europa nos demuestra que algo puede cambiar. [El triunfo de Sánchez] es muy importante para España, pero también para Europa", explica Achim Post, figura destacada dentro de la socialdemocracia alemana. "Los sistemas políticos están virando hacia la derecha. No solo en el Este, también en los países nórdicos, donde se habla mucho de poner límites a la inmigración. España y Portugal son la excepción", recuerda.

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"Una España estable"

El francés Emmanuel Macron miraba más a Ciudadanos, que le ha tomado como ejemplo, que al PSOE. Pero el giro en España también puede reforzar la posición francesa y Macron y Sánchez parecen decididos a entenderse. El diputado del partido de Macron Pieyre-Alexandre Anglade, llamado por algunos Monsieur Europe, es el hombre encargado de tejer alianzas en la UE. "Necesitamos, en el paisaje europeo actual, una España estable. Mire lo que ocurre en Italia u otros países", dice Anglade. "Hace unos días el italiano Matteo Salvini, el alemán Horst Seehofer y el austriaco Sebastian Kurz llamaron a un eje de los voluntarios. Yo creo que en Europa necesitamos un eje de los responsables, de los europeos. Si el Gobierno español se sitúa en este eje, esto es bueno". Anglade cree que la decisión del Gobierno Sánchez de acoger al Aquarius "es una señal a Europa, y una señal que le honra", pero también un gesto que "recuperación" porque en el pasado España no había hecho sus deberes con los migrantes.

También en Portugal se ha vivido la llegada de Sánchez ha supuesto un gran refuerzo para los socialistas, que estaban muy solos en Europa con la excepción de Suecia. El socialismo de Portugal, que gobierna en un pacto con la izquierda, tiene muchas similitudes con el español y han buscado esa cercanía en varias ocasiones. Ahora podrán tenerla en los consejos europeos, informa Javier Martín.

Mientras, en Bruselas se vive con auténtico alivio la llegada de Sánchez, que contrasta con la inquietud que genera Italia. La decisión de acoger el Aquarius evidencia la intención de despuntar en el ámbito migratorio, en el que el Gobierno de Rajoy había mantenido un perfil muy bajo. Fuentes diplomáticas de uno de los grandes países comunitarios advierten, pese a todo, de que ese paso adelante no resolverá el problema. "La iniciativa española es muy bienvenida, aunque no resulta fácil de aplicar como norma. Es una señal política; ahora tenemos que encontrar soluciones", argumentan. Sánchez tiene aún un largo recorrido para convertirse en un referente europeo, pero de momento ha logrado que muchos ojos se fijen en él.

¿Por qué Rajoy nunca tomó una decisión similar?

Los miembros del Gobierno de Mariano Rajoy están muy molestos por la idea que se ha extendido de que ellos no hicieron nada para acoger a inmigrantes. Fátima Báñez, exministra de Empleo, insiste en que "España ha respondido con lealtad, ha cumplido sus compromisos y ha hecho un enorme esfuerzo". "Nosotros también tenemos llegada de miles de inmigrantes todos los años con las pateras", añade. Sin embargo, Ximo Puig, presidente valenciano, recuerda que Rajoy frenó el intento que él había organizado en 2015 con el dueño de la naviera Balearia para poner a disposición un barco que traería a 1.100 personas de Grecia. Puig envió una carta a Rajoy con la oferta de un "corredor humanitario". Lo tenía todo organizado, hasta los supermercados que ofrecerían la comida. "Rajoy nunca dijo que no pero nunca lo autorizó, a su estilo", recuerda.

Fuentes del anterior Gobierno culpan a Grecia de que ese plan no prosperara y admiten que Italia pidió ayuda en otras ocasiones en reuniones de ministros del Interior, pero nunca cuajó un plan europeo. Estrella Galán, secretaria general de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR), que también intentó convencer al Gobierno, cree que "la pasividad de Rajoy fue muy evidente, siempre fue a rebufo, nunca lideró". "Nos decían que el problema era que Grecia e Italia no lo organizaban. Todos tenemos mucha culpa de que un movimiento que roza el fascismo se haya hecho con el poder en Italia. Hacemos responsables a todos los Gobiernos europeos", remata.

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