A la espera de un tratamiento

Sanidad busca ahora fármacos experimentales para tratar a la auxiliar de enfermería Solo uno de los dos casos anteriores, ya fallecidos, pudo recibir un suero de este tipo

La ambulancia que traslada a la auxiliar de enfermería al hospital Carlos III de Madrid.Getty Images

Ante la confirmación del tercer caso de ébola en territorio español, el de una auxiliar de enfermería que atendió a los dos primeros contagiados, Sanidad ahora busca fármacos experimentales. El virus no tiene vacuna ni tratamiento específico aprobado para su uso en humanos. Solo Miguel Pajares Martín, el fallecido misionero que había sido repatriado desde Liberia, pudo recibi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ante la confirmación del tercer caso de ébola en territorio español, el de una auxiliar de enfermería que atendió a los dos primeros contagiados, Sanidad ahora busca fármacos experimentales. El virus no tiene vacuna ni tratamiento específico aprobado para su uso en humanos. Solo Miguel Pajares Martín, el fallecido misionero que había sido repatriado desde Liberia, pudo recibir un medicamento de este tipo: el suero ZMapp, agotado en todo el mundo. Manuel García Viejo, el religioso infectado en Sierra Leona, murió antes de que pudiera ser tratado con la sangre de un paciente que superó la enfermedad.

La directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, ha afirmado este martes que la Agencia Española de Medicamentos "mantiene una relación estrecha y continua" con las entidades, empresas o países que tienen este tipo de fármacos. Ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado el visto bueno al uso de ocho tratamientos experimentales, aunque "ninguno clínicamente probado", ha matizado. Durante el actual brote, las terapias con componentes de la sangre de pacientes se han usado varias veces, pero "los casos son todavía demasiado escasos para sacar conclusiones sobre su efectividad", ha asegurado la OMS.

Más información

Hasta ahora, 10 personas —seis de Europa y cuatro de Estados Unidos— han sido repatriadas por países de Occidente a causa del ébola. El último caso registrado en España se produjo, sin embargo, puertas adentro. La auxiliar de enfermería formaba parte del equipo sanitario que trató a Pajares Martín y García Viejo. Los atendió en el hospital Carlos III de Madrid, donde ahora es ella la que está aislada desde la madrugada de este martes.

Los dos únicos españoles con ébola —contagiados en Liberia y Sierra Leona— eran los de mayor edad del grupo de repatriados: Pajares, de 75 años, y García, de 69 años. Ambos presentaban, además, problemas cardiacos y tomaban medicinas para controlarlos. García, por ejemplo, tenía fibrilación auricular, una de las arritmias más frecuentes, y seguía un tratamiento anticoagulante para evitar una trombosis o un ictus. Una tercera española repatriada —Juliana Bonoha Bohé, de origen guineano— no tenía ébola, aunque debió cumplir los 21 días de aislamiento en el Carlos III de Madrid.

Siete de los nueve contagiados —menos García Viejo y el paciente de Alemania— han recibido tratamientos experimentales, aunque en el caso de Francia los médicos no han especificado cuáles
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Siete de los nueve contagiados —menos García Viejo y el paciente de Alemania— han recibido tratamientos experimentales, aunque en el caso de Francia, "una joven enfermera" de Médicos Sin Frontera, los médicos no han especificado cuáles. El hospital que atiende al paciente de Alemania solo ha divulgado que se trata de un trabajador de la OMS, de origen senegalés, que tenía previsto recibir un tratamiento de soporte.

Además de a Pajares, a otros tres enfermos se les administró el suero ZMapp: a Kent Brantly (33 años) y Nancy Writebol (59), los dos primeros estadounidenses repatriados, y al británico William Polley (29). Antes de partir a Atlanta, Brantly recibió una transfusión de un paciente recuperado en Liberia. El tercer norteamericano, Rick Sacra (51), recibió una combinación del fármaco canadiense TKM y de un suero que había sido preparado con la sangre de Brantly por los anticuerpos presentes en ella. Un tratamiento similar —pero con el plasma de Polley— ha recibido el cuarto paciente repatriado por Estados Unidos, del que tampoco se han proporcionado datos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado en 216 el número de trabajadores sanitarios que han fallecido a causa del brote de más de 380 que se han infectado. Todos, sin embargo, se contagiaron en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona. Este es el primer contagio que se registra fuera de África y el segundo diagnóstico ajeno a ese continente durante el presente brote, tras el caso del liberiano que viajó a Estados Unidos ya infectado.

Sobre la firma

Archivado En