Astan Traore, la segunda mujer que salta la valla de Melilla
"Solo quiero ir a Europa. Trabajar, ser libre”, dice la maliense, embarazada de 10 semanas
Astan Traore se ha convertido este miércoles en la segunda mujer que consigue saltar la valla de Melilla desde Marruecos, después de que a principios de año lo lograra una menor. Además, Astan está embarazada de 10 semanas. Al llegar al Hospital Comarcal para ser examinada, su mirada parecía triste y distante, aunque al preguntarle si era feliz, ha esbozado una sonrisa con un sí. Este miércoles ha sido la primera vez que intentaba saltar la valla.
Astan quiere llegar a la Península y desde ahí a Europa. Es el sueño de todos los inmigrantes. Procede de Malí, ronda los 20 años y ha estado...
Astan Traore se ha convertido este miércoles en la segunda mujer que consigue saltar la valla de Melilla desde Marruecos, después de que a principios de año lo lograra una menor. Además, Astan está embarazada de 10 semanas. Al llegar al Hospital Comarcal para ser examinada, su mirada parecía triste y distante, aunque al preguntarle si era feliz, ha esbozado una sonrisa con un sí. Este miércoles ha sido la primera vez que intentaba saltar la valla.
Astan quiere llegar a la Península y desde ahí a Europa. Es el sueño de todos los inmigrantes. Procede de Malí, ronda los 20 años y ha estado siete meses viviendo en Nador y en el monte Gurugú, donde siguen más de 15 mujeres a la espera de una oportunidad para pasar a suelo español. El que dice ser su marido asegura que “no sintió miedo por el bebé cuando ella se dispuso a saltar también la valla. Como se encontraba fuerte, no había peligro".
Ella no sabía que solo otra mujer lo había conseguido. A principios de año, una menor de Camerún que dijo haberlo intentado en cuatro ocasiones fue la primera en lograrlo. Lo hizo con la tibia rota. "Me siento feliz, estoy bien, y ya tengo mi sitio en este lugar para dormir esta noche. Y lo único que quiero es ir a Europa". "Trabajar, ser libre", dice ahora Astan Traore, que quiere que su nombre se diga bien, y ella misma teclea las letras. Todos quieren que sus familias sepan que lo han conseguido.