“No cogí la baja por maternidad. Entre abogadas es muy común”

Antonia Magdaleno es la administradora concursal que llevó el caso de Martinsa-Fadesa

Antonia Magdaleno, abogada y administradora concursal.Samuel Sánchez (EL PAÍS)

P. Tiburón, hiena… ¿Se siente identificada?

R. Para nada. Soy de una nueva generación que ve el proceso concursal como un medio de salida para las empresas en quiebra, no como eso tan feo.

P. Otros les llaman chatarreros.

R. Porque por desgracia la mayoría de las empresas que nos llegan acaban en liquidación.

P. ¿Y qué ha tenido que vender?

R. Peces de una piscifactoría para comprar pienso y alimentar al resto, ropa en un outlet improvisado, trofeos de un fab...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

P. Tiburón, hiena… ¿Se siente identificada?

R. Para nada. Soy de una nueva generación que ve el proceso concursal como un medio de salida para las empresas en quiebra, no como eso tan feo.

P. Otros les llaman chatarreros.

R. Porque por desgracia la mayoría de las empresas que nos llegan acaban en liquidación.

P. ¿Y qué ha tenido que vender?

R. Peces de una piscifactoría para comprar pienso y alimentar al resto, ropa en un outlet improvisado, trofeos de un fabricante, maniquíes de una boutique...

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. Llevó la mayor suspensión de pagos de la historia de España, Martinsa-Fadesa. ¿Orgullosa?

R. Hombre, sí. Fue muy gratificante. Y que acabara con convenio, un éxito.

P. ¿Lo puede explicar mejor?

R. Te debo 100 pero te voy a pagar 70 y a siete años.

P. Pues ha trascendido que el presidente, Fernando Martín, firmó una cláusula que le garantiza nueve millones de euros si cumple con los acreedores.

R. Yo no le he puesto sueldo porque no soy su administradora concursal, sino de su empresa. Sé lo que ha salido en los medios.

Perfil

Antonia Magdaleno es la abogada que llevó la suspensión de pagos de Viajes Marsans o Martinsa-Fadesa, la mayor quiebra de España. En la profesión la conocen como La dama de los concursos. Nació en Valencia hace 45 años y tiene un hermano nueve años mayor (“Me dijeron que era buscada”). Corre y es experta en refranes. Jura que preferiría que la economía mejorara. “Esto, sino, es pan para hoy y hambre para mañana”.

P. De niña, ¿tuvo algún ídolo?

R. Ally McBeal. Y el juez de los dibujos de David el Gnomo. Era encantador y siempre solventaba los problemas. Un hombre sabio.

P. Dice que le gusta el abogado de Matar a un ruiseñor, que tiene un trabajo bien distinto al suyo.

R. Me inculcó esa idea romántica del derecho de luchar por la justicia y ayudar a los desvalidos.

P. Obtuvo el premio extraordinario fin de carrera.

R. Además, con premio económico. Y gané también el de la Comunidad Valenciana. Me vinieron genial para colegiarme, aunque tuve que pedir un préstamo.

P. Pero el bufete lo montó a tocateja. ¿Miedo al desahucio?

R. Como dice el refrán, el gato escaldado al agua fría huye. Busco seguridad y ahora es fundamental no depender de la banca.

P. Quiso ser profesora.

R. Sí, pero mi familia es humilde, no podía permitirme estar cobrando solo una beca. Mis padres son inmigrantes andaluces. Él era fontanero y ella, ama de casa.

P. Sus socios son más jóvenes.

R. Ha sido casualidad. Es la gente con la que quiero estar.

P. Usted adoptó hace cinco años a una niña china. ¿El reloj biológico se lo pedía?

R. Mi marido tiene dos hijos mayores y cuando empecé a vivir con él vi lo que significa ser padre. Y supongo que el reloj se me despertó. Candela es maravillosa.

P. ¿No se lo había planteado?

R. No. Mi primer matrimonio fue un fracaso, no me apetecía.

P. ¿Y se cogió la baja de maternidad o usted, como Soraya?

R. Y como tantas mujeres no tan distinguidas. Si tienes un juicio y peleas por el cliente… Ostras, para ausentarme, tiene que ser algo muy fuerte. Mi socia estuvo una semana de baja tras parir. Somos abogadas, es muy común.

P. Cuanto peor van las cosas, ¿mejor le va a usted?

R. No. Y me gustaría estar en una situación de normalidad donde hubiese empresas en concurso como las hay en todas las economías. El resto serían pleitos de competencia deslealtad, de propiedad industrial… Pero ¿cómo va a haber pleitos de propiedad industrial sin industria?

P. ¿Quién la empezó a llamar La dama de los concursos?

R. Un periodista del Levante. Entonces era la única.

P. ¿Es quien más casos lleva?

R. Ni idea. No hay un ranking.

P. ¿No es un poco feo que sus honorarios los marque el pasivo de la empresa a liquidar?

R. Está feo. Puede ser injusto tanto para bien como para mal. Pero no es cierto que la gente se esté haciendo de oro.

P. ¿Cuál sería el sistema ideal?

R. Valorar caso por caso. Habrá muchas cosas que son una vergüenza, pero no esto. No se hacen ricos con los honorarios.

P. ¿Me está dando una pista?

R. Lo que digo es que si un administrador es un profesional que solo cobra lo que marca el arancel, nunca se va a hacer rico.

P. ¿Y que los jueces designen libremente al administrador?

R. Me parece bien. Es más, pediría formación demostrada.

P. ¿Fantasea con cambiar de vida?

R. No fantaseo, yo me quiero jubilar pronto. Con 55 años.

P. Como valenciana, ¿mejor la paella, las fallas o los petardos?

R. Las fallas no me gustan mucho. Tirar petardos es divertido. Las paellas no se me dan, aunque el arroz al horno sí. Y el salmorejo y el gazpacho, los bordo.

Sobre la firma

Archivado En