Los bancos no podrán perdonar a los partidos políticos más de 100.000 euros

Las diferencias imposibilitan el consenso para la reforma de la ley de financiación de partidos

La nueva ley de financiación de partidos limita donaciones como las detectadas en el "caso Palau".JOSE MARÍA TEJEDERAS

Limitar las donaciones y las condonaciones de deuda y elevar las sanciones por el incumplimiento de la Ley de financiación de partidos es el objetivo de la reforma que debaten los grupos con representación parlamentaria. El nuevo texto, para el que se pretende el consenso, obligará a los partidos a comunicar al Tribunal de Cuentas las donaciones que sobrepasen los 50.000 euros. Y tendrán que hacerlo en los tres meses siguientes a que se produzca la donac...

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Limitar las donaciones y las condonaciones de deuda y elevar las sanciones por el incumplimiento de la Ley de financiación de partidos es el objetivo de la reforma que debaten los grupos con representación parlamentaria. El nuevo texto, para el que se pretende el consenso, obligará a los partidos a comunicar al Tribunal de Cuentas las donaciones que sobrepasen los 50.000 euros. Y tendrán que hacerlo en los tres meses siguientes a que se produzca la donación. En cualquier caso, el total de las donaciones no podrá superar los 100.000 euros y estas no podrán proceder de ninguna empresa adjudicataria de la administración y tampoco de otras que estén participadas por sociedades que presten servicios a la administración. Entre estos nuevos límites, también está inicialmente pactado que las fundaciones que reciben fondos públicos también queden excluidas de entre las entidades que pueden hacer donaciones a los partidos, de manera que se evita un nuevo caso Palau. Además, las condonaciones de deudas contraídas con bancos no podrán superar los 100.000 euros.

Sin embargo, el PP no parece querer aceptar, tal como plantea Izquierda Plural, que las fundaciones de los partidos políticos tengan las mismas limitaciones que los propios partidos, con lo que seguirán siendo entes sin topes para percibir donaciones de empresas, incluso adjudicatarias de la administración y desde las que alimentar las carencias que puedan registrar los partidos. 

La Ley de Transparencia, que está en trámite, no afecta a los partidos políticos ya que son entidades privadas. Aún así, la intención es que, como receptores de subvenciones públicas, exhiban una mayor transparencia y fiscalización. Por ello, otra de las medidas a la que tendrán que atenerse, tras aceptar una propuesta de es a la publicidad de sus cuentas, preferiblemente, a través de su página web, en la que también habrán de exponer las deudas contraídas con entidades bancarias y la condonación de las mismas, en el caso de que las haya.

La reforma otorga al Tribunal de Cuentas la posibilidad de imponer sanciones y  multas

Para quienes no cumplan, la reforma otorga al Tribunal de Cuentas la posibilidad de imponer sanciones podrá imponer directamente sanciones en el caso de que la infracción se califique como falta muy grave. Si un partido percibe más de los 100.000 euros a los que se han limitado las donaciones, la multa será del doble de la cantidad excedida. Si un partido no presenta sus balances al Tribunal de Cuentas o estos son deficientes por causas no justificadas, se acordará la “retención” de la entrega de subvenciones.

La comisión constitucional que debate la reforma se ha reunido hoy y lo volverá a hacer, previsiblemente, el jueves. La reforma podría ir al último pleno de este mes de junio. Sin embargo, el PP mantiene una posición rígida respecto a las subvenciones, una posición que ningún otro partido apoya. En diciembre, el PP ya aprobó un recorte del 20% a los partidos y, posteriormente, otro a las subvenciones que reciben las fundaciones vinculadas a las formaciones políticas, como la FAES que presidente José María Aznar o la Fundación Ideas del PSOE. Hasta ahora, existía una cláusula por la que los partidos sabían cuánto iban a percibir de las arcas públicas para su funcionamiento pero, de seguir con su intención, el PP dejará en manos de cada Gobierno y cada año la fijación de las subvenciones, algo que el resto de grupos considera inadecuado por la inestabilidad que provoca y porque su planteamiento se expone ahora que el PP cuenta con 186 diputados, más que nunca en su historia, lo que le proporciona una cuantiosa subvención.

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