A problemas complejos, ópticas complementarias
La colaboración y el intercambio de ideas y saberes en beneficio de la sociedad y el planeta deben ser el motor de las organizaciones profesionales para actuar y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030
Si algo nos enseña nuestro conocimiento del mundo es que se trata de un ámbito mucho más amplio de lo que podamos llegar a conocer jamás de una manera unívoca. Mucho antes de ser educados en el análisis racional, todos y todas nos hemos visto enfrentados con sistemas complejos. Nuestros propios cuerpos son un gran ejemplo de complejidad autosuficiente e interrelacionada. Nuestras familias y la sociedad en la que nos desenvolvemos también lo son; y lo mismo cabe decir de nuestro planeta, en el que además nos hallamos integrados.
Eventos tan traumáticos como la pandemia que aún atravesamos, la guerra desatada en una región especialmente convulsa de Europa y el deterioro ecológico inciden en la importancia de pensar en modo de sistemas complejos, fruto de la interconexión de múltiples factores. Además, hay que reflexionar sobre ellos desde una perspectiva holística, con una amplitud de miras mayor a la que estamos acostumbrados en los campos de la ciencia y el intelecto. Como escribe Noella Meadows, “para comprender algunos fenómenos, basta con la lente del ojo humano. Otros precisan de las de un microscopio. Y otros solo se pueden descifrar apelando a una lente macroscópica que nos permita abarcar sistemas complejos desde la perspectiva más amplia posible”.
Un entendimiento de nuestra propia complejidad que nos llevará a descubrir aquellas interrelaciones entre las profesiones que nos hacen más fuertes y útiles
Cada uno de esos modos de ver nos proporciona una instantánea diferente y complementaria del mundo en que vivimos. De hecho, en momentos de incertidumbre como los actuales, ya no podemos permitirnos el lujo de renunciar a ninguna de esas ópticas. Como presidenta de Unión Profesional, entidad en sí misma compleja por agrupar a las profesiones colegiadas españolas, me pregunto cada vez con mayor urgencia qué podemos hacer los y las profesionales para contribuir a articular esa perspectiva global. Y me permito hacerlo con la amplitud de miras que los seres humanos y nuestro planeta necesitan para abordar el presente y el futuro.
Parece evidente que el primer paso consiste en optimizar nuestra capacidad como profesionales de la salud física y mental; la arquitectura y la ingeniería, los sectores jurídicos, económicos y científicos, la docencia y el ámbito social y, así, entender las partes que integran nuestra indispensable labor y sus efectos en la ciudadanía y el medio ambiente. Un entendimiento de nuestra propia complejidad que nos llevará a descubrir aquellas interrelaciones entre las profesiones que nos hacen más fuertes y útiles; a formular interrogantes sobre las condiciones del hoy y el mañana a las que poder aportar soluciones precisas y pertinentes en el marco de un escenario global.
Quienes formamos parte de Unión Profesional tenemos claro que la colaboración y el intercambio de ideas y saberes en beneficio de quienes y cuanto nos rodea son el motor de nuestra existencia. Podemos y debemos actuar como organismo multiplicador de perspectivas, desde la rica diversidad de los perfiles profesionales y su objetivo común en bien de los demás. Son tantas las disciplinas que cubrimos entre todos que desarrollarlas en coordinación desde la solidaridad y la interconexión abre un horizonte inmenso de oportunidades para los profesionales y para la ciudadanía.
En el camino hacia ese horizonte es capital el cumplimiento estricto de nuestros códigos deontológicos, una puesta en común de la ética profesional en el desarrollo de nuestra labor que nos pone siempre en el lugar del otro, y que nos permite empatizar con la ciudadanía a la que asistimos. Es en este contexto de compromiso y empatía, Unión Profesional ha formulado junto a la Cátedra de Ética Ambiental de la Universidad de Alcalá de Henares una batería de recomendaciones. El propósito no es otro que impregnar el comportamiento diario de sus profesionales de ética ambiental, siendo conscientes de que ningún sistema complejo sobrevive ni puede establecer sinergias provechosas con otros sin el buen hacer ni la armonía entre sus partes. Por ello, la atención a las personas y a nuestro planeta está vinculada de forma inquebrantable a nuestro modo de actuar conforme a unos principios de confianza y responsabilidad individuales y colectivos acordes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Desarrollar nuestras disciplinas desde la solidaridad y la interconexión abre un horizonte inmenso de oportunidades para los profesionales y para la ciudadanía
Las profesiones tienen mucho que aportar de aquí a esa fecha, por lo que se refiere a la prevención, el cuidado y la calidad de vida en relación con el cáncer y otras enfermedades; la lucha contra el cambio climático y su impacto en hábitos alimenticios y desplazamientos migratorios; la transición hacia modelos industriales y urbanísticos menos agresivos, y la gestión de recursos naturales como el agua, de influencia incalculable en numerosos aspectos de nuestras existencias; misiones todas ellas formuladas en clave internacional que no hemos de dejar atrás.
Ahora que las circunstancias bélicas han fortalecido a la Unión Europea, conviene recordar que desde los espacios multiprofesionales y especializados de Unión Profesional se trabaja cada vez con mayor intensidad para reconocer la complejidad de los desafíos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos y concebir sin más dilación las nuevas perspectivas holísticas a las que me he referido.
Sumar o restar a partir de esta conciencia plena de la situación dependerá única y exclusivamente de las decisiones que tomemos. Es una responsabilidad, más incluso, un desafío, pero estoy segura de que acertaremos a superarlo compaginando nuestras miradas y nuestras fuerzas, y asumiendo la riqueza de nuestra propia complejidad como profesionales para abordar con éxito la del mundo, que está esperando nuestra implicación.
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