Un compromiso para invertir en nuestra salud común
La OMS hace un llamamiento a recaudar fondos durante la Cumbre Mundial de la Salud, que comienza este lunes en Berlín, para reforzar la seguridad sanitaria en todos los países
Todos valoramos nuestra salud y la de nuestros allegados. Sin embargo, a pesar de los grandes avances en ciencia e innovación, nuestra salud está amenazada, incluso en los países más desarrollados. Como líderes del ámbito de la salud, tenemos la responsabilidad de garantizar la salud y la seguridad de nuestros ciudadanos, y debemos hacerlo de forma equitativa. No hay que dejar a nadie atrás. Sabemos que se trata de una inversión necesaria para ayudar a asegurar y construir la riqueza de los países y establecer la confianza en los gobiernos, las instituciones mundiales y los enfoques multilaterales para promover la salud para todos. Uno de los pasos más importantes es apoyar y fortalecer los sistemas nacionales de salud, algo que todos los países se han comprometido a hacer al suscribir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, sabemos que esto por sí solo ya no es suficiente: todos los países deben invertir en su seguridad y protección comunes: nadie estará a salvo hasta que todos lo estén. Esto solo podemos hacerlo mirando más allá de las fronteras, a escala regional y mundial. Debemos reforzar los sistemas de salud y la seguridad sanitaria en todo el mundo apoyando a todos los países, especialmente a los menos desarrollados. Así lo hemos expresado mediante declaraciones y medidas en el seno de las Naciones Unidas y otros foros multilaterales.
Debemos reforzar los sistemas de salud y la seguridad sanitaria en todo el mundo apoyando a todos los países, especialmente a los menos desarrollados
Una de las inversiones más costoeficaces y sostenibles que pueden hacerse con el fin de lograr un mundo más sano y seguro para todos es invertir en una Organización Mundial de la Salud sólida desde el punto de vista técnico y operativo. Al representar a 194 países, la OMS tiene un alcance y un mandato únicos para actuar como fuerza rectora en el ámbito de la salud mundial, convocando por igual a los mejores científicos, a los responsables nacionales de la toma de decisiones y a los asociados de la esfera de la salud. Sin embargo, para tener éxito, la OMS debe estar equipada para ser flexible, fiable y eficiente. Por ello, los Estados miembros de la OMS han decidido invertir en la organización y apoyar la histórica primera ronda de inversiones en la OMS.
La ronda de inversiones en la OMS, que ocupará un lugar central en la Cumbre Mundial de la Salud que se celebra hoy en Berlín, ofrece una oportunidad única para que los países se unan en apoyo de la salud mundial. Cada dólar invertido en la OMS ofrece un rendimiento de 35 dólares (32 euros) y puede contribuir a salvar 40 millones de vidas en los próximos cuatro años. Una financiación plena y sostenible permitirá a la OMS ayudar a los países a construir comunidades más sanas, fuertes y prósperas.
Muchos gobiernos se han comprometido con la salud mundial apoyando la vacunación infantil, la lucha contra el VIH/sida y la erradicación de la poliomielitis; creando programas de salud comunitarios y construyendo hospitales; y apoyando la investigación y la ciencia. Sin embargo, estos éxitos y programas se ven amenazados por las numerosas crisis simultáneas que ejercen una inmensa presión sobre los presupuestos nacionales.
Los éxitos [sanitarios] se ven amenazados por las numerosas crisis simultáneas que ejercen una inmensa presión sobre los presupuestos nacionales
Sin embargo, la covid-19 nos enseñó que, en el mundo hiperconectado de hoy, los brotes de enfermedades pueden desencadenar una pandemia que puede infligir pérdidas económicas y sociales mucho mayores que la inversión esencial necesaria para prevenirlos y responder a ellos. Hemos aprendido, brote tras brote, que esa inversión requiere una respuesta y un compromiso de toda la sociedad y de todas las instancias gubernamentales. Al mismo tiempo, exige solidaridad y acuerdos internacionales para que los países, cuando se produzca la próxima crisis, sepan que pueden confiar los unos en los otros, ya sea para compartir conocimientos y contramedidas o para apoyar acciones que eviten interrupciones importantes en el comercio internacional, todo ello con el fin de proteger la vida y los medios de subsistencia de las personas.
Cada niño sin vacunar, cada aldea sin un trabajador de salud comunitario y cada brote ponen a prueba nuestro compromiso con la equidad en materia de salud. Debemos ir más allá de los intereses particulares para apoyar a los más vulnerables y, al hacerlo, protegernos a todos. Sostenemos que una de las inversiones más sólidas en salud mundial es la que se hace a favor de la OMS. Los países ya lo están haciendo a través de sus contribuciones periódicas. Sin embargo, existe un claro entendimiento de que en tiempos de crisis esto no es suficiente. Por eso es tan importante la ronda de inversiones en la OMS. Invertir en la OMS es tanto un compromiso financiero con la organización como un compromiso político con el multilateralismo. Sobre todo, es una inversión en la salud de todas las naciones del mundo y en la salud mundial. Pedimos a los demás que se unan a nosotros. No tenemos elección: debemos trabajar juntos.