9 fotosPlaneta FuturoEl desafío de ser viuda de un hombre polígamo en KeniaEn las áreas rurales de este país africano, algunas mujeres enviudan muy jóvenes y enfrentan el estigma de la sociedad, con problemas para heredar e incluso para obtener la custodia de sus hijos Mercedes Candelas 12 jun 2024 - 05:35CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinComentariosEste es el camino rural que pertenece al área de Maji Moto, en Kenia, fotografiado el 11 de octubre de 2023. Hay unos ocho millones de viudas en Kenia y, en toda África, una de cada 10 niñas y mujeres mayores de 14 años tiene este estado civil, según la ONG local Nyanam. En etnias como la luo, las viudas son consideradas impuras y a menudo son rechazadas por la sociedad. Se les puede retirar sus pertenencias, su casa y sus tierras, que pasan a la familia del marido. En la etnia masái, donde la poligamia es frecuente, pueden sufrir el abandono y la pobreza, agravada a veces por un gran número de hijos.Mercedes Candelas PérezJacinta Ojil recuerda cuando enviudó con 22 años. Tenía dos niños muy pequeños y su familia política la acusó de haber matado a su marido. Empezaron a repudiarla, a quitarle parte de sus tierras y algunas vacas, y dice que tuvo que marcharse de su casa, en el pueblo de Holo (Kisumu), para evitar el acoso. Después de varios años y gracias a la ONG Nyanam, que lucha por los derechos de las viudas, regresó a su hogar. Aunque expulsar de casa o quitarle la herencia o las tierras a una viuda es ilegal en Kenia, a menudo la legislación no se cumple, especialmente en zonas rurales, advierten organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch. Mercedes Candelas PérezAlgunas creencias tradicionales de la etnia luo se traducen en abusos para las viudas. La 'limpieza purificadora', por ejemplo, obliga a la mujer a mantener relaciones sexuales con un 'limpiador' para eliminar los malos espíritus del marido fallecido. En algunas zonas también están expuestas a una tradición en la que el cuñado 'hereda' a la viuda. Estos abusos no son solo dañinos emocional y psicológicamente, sino que además aumentan su riesgo de contraer VIH. En la imagen, mujeres en la Playa de Dunga el 28 de septiembre de 2023.Mercedes Candelas PérezMónica Osura, fotografiada el pasado 29 de septiembre en su casa del municipio de Kisumu (Kenia), sostiene una imagen de su marido fallecido junto a su hijo William. El esposo de Osura era polígamo y ella fue la primera de tres esposas. Él, que tenía sida, falleció cuando Osura tenía 32 años, y la segunda esposa murió poco después. Después, el hermano del fallecido se llevó a todos los niños de la familia, de entre ocho y 15 años. “Estuvimos separados más de cinco años. Fue un periodo muy traumático, el peor de mi vida. Solo pude ver a mis hijos cuando fueron mayores”, recuerda Osura.Mercedes Candelas PérezDebajo de este gran árbol posan Noolmerisho, Noosianai, Nalangu y Nataana (de las que no se pueden difundir los apellidos para preservar su intimidad, como el resto de las protagonistas masái de este reportaje). Son cuatro viudas de dos hermanos con algunos de sus hijos. La poligamia es legal en Kenia desde 2014 y, aunque la Constitución protege los derechos de las viudas, en la práctica, la vida para muchas de estas mujeres se convierte en un desafío constante tras el fallecimiento de su marido. La fotografía fue tomada en la localidad keniana de Narok el 6 de octubre de 2023.Mercedes Candelas PérezNoosianai tiene 25 años. Cuando su marido falleció, hace varios años, era "jovencísima", recuerda. Los matrimonios a menudo ocurren entre adolescentes, o incluso niñas, y hombres mayores. Con la muerte del esposo de Noosianai, asegura, empezó un camino de dificultades y pobreza. La imagen fue tomada en el área rural de Nkineji, en Narok, el 6 de octubre del año pasado.Mercedes Candelas PérezNoormelelek Naisho, que tiene nueve hijos, era la quinta esposa de las seis que tenía su marido. Cuando este falleció, no recibió nada de la herencia. Tampoco vacas ni cabras, ya que no tenía hijos varones mayores, sino hijas. Asegura que nadie de la familia de su marido la ayudó. Hoy sobrevive con pequeños trabajos, como ordeñar vacas. La imagen fue realizada en el asentamiento de Maji Moto, en el condado de Narok, el 10 de octubre. Mercedes Candelas PérezA la Escuela Orfanato Salama Gachie School acuden hijos de viudas y otros niños desfavorecidos, en Nairobi, la capital de Kenia. Permitirse las tasas escolares, el uniforme y los materiales se convierte en una gran dificultad para muchas viudas y a menudo, cuando no hay dinero para pagar la escuela, son las hijas las que se quedan en casa. Crece así el nivel de analfabetismo para las mujeres y aumenta su explotación en procesos legales y oficiales, ya que pueden perder bienes al firmar trámites que no entienden.Mercedes Candelas Pérez Noonkerupi corta y recoge leña del bosque el pasado 10 de octubre en la localidad de Maji Moto para producir carbón que vender en el mercado. Esta viuda masái también realiza otros trabajos como buscar agua fresca, cargándola en bidones de 20 litros durante varios kilómetros, y atiende partos. Así saca algo de dinero para comprar comida y pagar la escuela de sus cinco hijos.Mercedes Candelas Pérez