Hay inseguridad en España; lo he visto en TikTok
Los ‘influencers’ suelen hablar sin rigor sobre asuntos complejos a partir de una experiencia personal; por suerte, a veces reciben contestación
Los grandes influencers, seguidos por millones de personas, son humanos y a veces meten la pata con una declaración, una publicidad engañosa o la sobreexposición de sus hijos y reciben por ello la reprimenda de las redes. Entonces suelen retirar la publicación o pedir disculpas “por si alguien se ha ofendido”; algunos, en cambio, hacen oídos sordos a las críticas y siguen como si nada. Pueden ser asuntos graves, como cuando Marina Yers dijo que el agua deshidrata, o más triviales, como el vídeo de María Pombo en el que confiesa que no le gusta leer, que se tomó como si hubiera cometido un delito y recibió palos incluso de quienes no suelen abordar sus asuntos.
Estos días, sin embargo, ha pasado más desapercibido algo mucho más grave difundido por otro influencer. “Máxima difusión sobre este tema” era el sobretítulo de un vídeo publicado por @Peldanyos, con 3,7 millones de seguidores en TikTok, cuyas publicaciones suelen dedicarse a comentar alimentos y restaurantes. Habla del “problema grave” de inseguridad que, según él, padece España (“Creo que no estamos preparados para la inseguridad que habrá en nuestras calles dentro de cinco años si esto sigue así”, señala). Y cuenta que hace unos días, después de que le robaran unos auriculares durante un viaje, le habían dicho que le pondrían “trabas burocráticas” para denunciar porque “no interesa” que suban los índices de criminalidad.
En esa línea, “un familiar que conoce bien cómo funciona esto” le mostró una comparecencia en el Congreso en 2018 de Samuel Vázquez, policía en su día expedientado y ahora en excedencia, pues es el portavoz de Vox en materia de inmigración, interior y seguridad. Allí dijo que el sistema se basa en “fabricar números” para que el político de turno “pueda dar una rueda de prensa y decir lo que han bajado los índices delincuenciales”. Peldanyos emplea fragmentos de la comparecencia mientras le da la razón —sin comprobar si era cierto o no lo que contaba, claro—. Y concluye el vídeo afirmando que “si no se hace algo de verdad, van a pasar cosas muy graves”.
La publicación ha sido muy criticada en los comentarios, que tildan sus palabras de “deplorables” y “demagogas”, y denuncian que sí pueden pasar cosas graves “si determinados influencers siguen difundiendo y amplificando determinados mensajes falsos, y basados en experiencias individuales”. Pero el asunto no quedó solo en comentarios. La usuaria @adriana_hest respondió a Peldanyos con otro vídeo en el que defiende que para hablar de ciertos asuntos se requiere “un proceso, aunque sea mínimo, de información”. “No entiendo muy bien para qué hay gente que estamos estudiando durante años, formándonos, escribiendo, divulgando sobre estos temas, cuando luego una persona decide que con ver un vídeo de Vox le es suficiente para divulgar ante millones de personas semejantes paranoias”, deplora. Hest recuerda que España es “uno de los países más seguros, no de Europa, del mundo” y que los datos de criminalidad están bajando en general. En cambio, aumentan los delitos de odio, relacionados con los discursos de partidos ultras como Vox, esos que replica un influencer al que “le aterra profundizar en el tema”, pero que a la vez pide difusión máxima al discurso de que hay inseguridad.
“Me parece genial que la gente hable de estos temas, pero primero con información”, advierte Hest. Y tiene razón. Informarse y reflexionar sobre los mensajes que difundimos es algo que debe aplicarse todo el mundo, pero más quienes suman millones de seguidores. No por la imagen que puedan dar, sino por el ascendiente que tienen sobre quienes le siguen, ya que entre esos millones de personas que ven los vídeos de gente como Peldanyos seguro que hay muchos jóvenes que carecen de las herramientas críticas para discernir si lo que ven es una intoxicación informativa o un ejemplo a seguir.