Las arrugas de Sofía Loren
Las fotografías generadas con inteligencia artificial son el nuevo negocio para las redes sociales y los falsos medios
“Hay que ver lo mal que ha envejecido Sofía Loren”. Carmen no puede quitar los ojos de la pantalla de su tablet. La foto que acaba de presentarle su cuenta de Facebook muestra a una Sofía Loren decrépita, se diría que con un pie en el otro barrio. Decenas de arrugas surcan su rostro y los ojos, hundidos, aunque coquetamente maquillados, miran a cámara con un atisbo de vida. En su foto más crepuscular, Sofía guarda toda la elegancia y posa con un jersey rojo, pendientes y collar a juego. Para una octogenaria como Carmen, la actriz italiana ha representado el modelo estético en el que se miraron las mujeres de su generación, algo que ha comprendido perfectamente el algoritmo de Facebook al colocar esta publicación en el iPad de una abuela española. Una imagen que tiene todas las papeletas para que usuarios de la edad de Carmen la comenten, la compartan, vuelvan a ella varias veces e incluso que la descarguen para enviarla por WhatsApp a sus amigos. Cuantas más interacciones reciba la publicación, más dinero gana su autor y, por supuesto, la red social.
Pero existe un pequeño detalle que ha pasado desapercibido para Carmen: la foto no es real. Ha sido generada con técnicas de inteligencia artificial, aunque resulta perfectamente real o, al menos, deja lugar a la duda, lo cual es perfecto para que los usuarios debatan si la imagen es real o no. Este debate forma parte del negocio: a más comentarios, más dinero. Es exactamente lo que sucede. Más de 3.600 opiniones aparecen bajo la foto de Sofía Loren. “Tanto maquillaje, cirugías, crema para las arrugas, ¿así quedará nuestro cutis? Qué penita si es ella, con tanta plata, Dios tenga misericordia de ella”, reflexiona Carola Valqui. “Tengo amigas de 90 y 102 años con menos arrugas. Sofía Loren se cuidaba mucho su piel..., así que no es ella”, observa Luz María Lugo. “¿No les da vergüenza mentir descaradamente...?”, se indigna Andrés Peralta.
Si echamos un vistazo más detallado a la publicación, podemos identificar todos los elementos del nuevo gran negocio de las redes sociales: el uso de la inteligencia artificial para fabricar señuelos. El post se encuentra alojado en “Boletín del nuevo día”, una página mexicana de Facebook con más de 90.000 seguidores. La foto de la pobre Sofia va acompañada de un texto llamativo: “Sofía Loren está cerca de los 90. Cómo vive hoy es triste, trate de no sorprenderse”. Precisamente, lo que se busca es que el usuario se sorprenda y quiera opinar. En este punto encontraremos otra de las claves del negocio de las páginas virales con IA: el truco del primer comentario, reservado para un enlace a una web de un supuesto medio de información. En este caso, se trata del Today Mexico Az, una granja de contenidos sobre televisión y celebridades con titulares llamativos, autores anónimos y textos que apestan a inteligencia artificial. Eso sí, la publicidad que sirve la página es real. Anuncios de Temu, Sanitas o la telefónica O2 saltan entre tema y tema en este falso medio, muy posiblemente sin que los propios anunciantes sepan que están gastando dinero en colocar publicidad en entornos tan poco solventes.
Durante 2024 Facebook se ha llenado de páginas que utilizan este operativo “atrapa clics” con inteligencia artificial sin que la plataforma de Mark Zuckerberg haya desarrollado ningún método para advertir a los usuarios que las fotos y los vídeos con los que están interactuando no son reales. La compañía va con pies de plomo en todo lo que pueda dañar una cifra de ingresos por publicidad que, en el caso de Meta, superará este año los 100.000 millones de dólares. De esta forma hemos visto consolidarse un modelo de desinformación con fines económicos que basa su éxito en la mutante relación con la verdad que una parte de la humanidad parece estar experimentando gracias a la capacidad de la IA para generar falsas realidades.