Alysha Newman, entre la medalla de bronce y las fotos eróticas en OnlyFans
La pertiguista canadiense muestra con orgullo su cuenta en la red social para adultos
Alysha Newman es muchas cosas. Para empezar, a sus 30 años, esta atleta canadiense consiguió el bronce olímpico el pasado miércoles en salto con pértiga. Con su salto de 4,85 metros de altura estableció un nuevo récord para su país y, no contenta con ello, se convirtió en la primera pertiguista canadiense en ganar una medalla olímpica desde 1912. No es mal currículum, pero por si todo lo anterior fuera poco, también es una estrella ascendente en la plataforma de contenido digital para adultos OnlyFans.
Fundada por Timothy Stokely en 2016, OnlyFans es una plataforma para compartir y vender contenido. No fue creada para mercadear con material específicamente sexual, pero la posibilidad de subir contenido sin ningún tipo de censura hizo que su uso virara rápidamente hacia el nicho adulto. Tú subes tus fotos o vídeos sexuales, de pago o de forma gratuita, y vas creando una comunidad de seguidores como si de Instagram se tratara. Hoy, 250 millones de usuarios pagan por ver el contenido de los dueños de las cuentas (unos tres millones), de las que la mayoría (el 99%) son mujeres. Modelos amateur que muy gentilmente dejan su intimidad para la infinita posteridad del metaverso.
“Me da confianza y me siento cómoda con ello”, ha dicho Newman sobre su perfil digital, y ha añadido que su decisión de abrir una cuenta de OnlyFans surgió de la necesidad de financiar su carrera deportiva. Sea verdad o licencia heroica, lo cierto es que los más de 58.000 seguidores que tenía antes de los Juegos de París le proporcionaban unos ingresos de más de 10.000 dólares al mes. Ayer mismo, ya con su medalla en el cuello, ese ejército de fans había pasado la barrera de los 80.000 seguidores (y subiendo). “Suscríbete $7.79 por 31 días (precio regular $12.99 /mes)”, reza la oferta de su perfil en la red social. Según muchos usuarios de las redes sociales, no hay material sexual explícito, pero en internet ya se han filtrado varias fotos de Newman desnuda.
Entretanto, claro, OnlyFans se sigue quedando con el 20% de las ganancias de quien sube fotos y vídeos, perpetuando ese mantra que tantos creadores de contenido repiten y que dice que son sus propios jefes cuando lo que hacen es trabajar para una gran plataforma sin ninguna seguridad jurídica o legal. Y con un escenario curioso, por cierto: el desembarco en los últimos años de las estrellas del porno convencional ha hecho que el contenido demandado sea cada vez más extremo, por lo que muchas de las chicas que antes solo subían fotos sugerentes han terminado comerciando con fotos explícitas (o directamente con vídeos sexuales) para mantener su nivel de ganancias.
Como todo en esta década, sobre OnlyFans es casi imposible establecer un consenso crítico porque lo que unos (y unas) ven como una herramienta de sexualización, otros (y otras) lo ven como una herramienta de emancipación, especialmente femenina. “Igual que hay policías y bomberos entre los atletas, pues ella es modelo de OF”, deslizaba una usuaria de X. Por ahora, ninguna de esas dos narrativas ha vencido en el imaginario colectivo; ya se sabe: como no tienen muertos, las batallas culturales son infinitas. Pero, curiosamente, el caso de Newman puede ayudar a resolver el misterio.
Porque, laureada y heroína en su país, a Newman cabe suponerle un futuro económico mejor a partir de ahora. Démosle unos años y veremos entonces si, lejos de la necesidad, la atleta sigue subiendo contenido erótico para que los ojos del mundo lo contemplen. Eso nos dará una pista de hasta qué punto OnlyFans (y todas sus derivadas), son elecciones libres y empoderadas o si, por el contrario, es cierto que vivimos en ese neofeudalismo digital que muchos denuncian. Porque, de ser así, OnlyFans no estaría tan lejos de ser un nuevo derecho de pernada. Eso sí, muy moderno y digital.