Expectativas frustradas
Los lectores escriben sobre los cambios para obtener un permiso de residencia, el pacto para la investidura de Salvador Illa en Cataluña, la velocidad en la carretera y el escaparate de las redes sociales
Soy abogada de extranjería y en los últimos meses he tenido entre mis manos el caso de dos chicos solicitantes de protección internacional desde 2021 que han podido trabajar y se les ha obligado a cotizar y a hacer la declaración de la renta, como a los españoles pero sin considerarles residentes. En marzo cumplían los requisitos para obtener un permiso de residencia de corta duración y salir del limbo, pero una instrucción de la secretaría de Estado de Migraciones ha frustrado sus expectativas. Tenían una vida normalizada, pero ya no tienen autorización para trabajar, han perdido el derecho al subsidio por desempleo y se han convertido en lo que algunos llaman “inmigrantes ilegales”, cuando son víctimas del sistema. Ahora llaman a la puerta de servicios sociales, aunque preferirían trabajar y seguir cumpliendo con sus obligaciones tributarias. Mientras, yo trato de encontrar una solución sin muchas garantías, porque la nueva fórmula del arraigo laboral ya no reconoce el trabajo de los solicitantes de protección internacional.
Belén Iborra Plaja. Valencia
Tragedia española
La voracidad de la burguesía política catalana no conoce límites, ni quien se los imponga. Consiguieron una ley de amnistía ad hoc para apoyar al Gobierno y ahora un concierto económico ad hoc para apoyar a Illa, aunque con ello salte por los aires la solidaridad interterritorial. ¿No cree Sánchez que ambas cuestiones inciden en la mayoría del cuerpo social como para que se le pregunte en un referéndum qué opinión le merecen esas medidas? O, parafraseando a Homero en la Ilíada, el secretario general del PSOE nos impone el destino para que las siguientes generaciones le sirvan de canto. Una tragedia, y no griega.
F. Javier Santos. Porto do Son (A Coruña)
Velocidad en carretera
Estamos en época de vacaciones, en plena campaña de concienciación para no ir muy rápido y respetar los límites de velocidad en carretera para evitar accidentes. El problema es que solo se hace referencia a un sentido de la velocidad, la excesiva. Debemos tener en cuenta, que ir por debajo de la velocidad mínima de la vía es tan peligroso como ir muy sobrepasado, pues puede provocarlos involuntariamente a los otros vehículos que les siguen.
Isidro Carmona. Madrid
Todo está de moda
Parece que todo el mundo tiene experiencias sublimes en playas, restaurantes o espacios naturales. Así lo dan a entender en las redes sociales. La realidad que todos sabemos es que tienen poco de especial. Cualquier experiencia se ha masificado tanto que el placer de conocer un espacio o vivencia casi única resulta prácticamente imposible con los medios y las ganas de probar todo que nos imbuye la corriente social del momento. Quizás sea bueno apartarse, aunque sea un rato, de la tendencia dominante. Guardarse una opinión, mantener el secreto y preservar la magia de lugares, comidas o vivencias. Así recuperaremos la exclusividad de algunos momentos que hacen nuestra vida o, al menos, tendremos la paz de estar en un lugar menos transitado, más nuestro.
Eduardo Rojo Revenga. Valladolid