Milei, referente de Ayuso
La presidenta madrileña desafía la competencia exclusiva del Gobierno en política exterior y vincula al PP con el extremismo del mandatario argentino
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, decidió este viernes amparar en un acto solemne en la sede institucional de la Puerta del Sol los ataques del presidente de Argentina, Javier Milei, al presidente del Gobierno del España y a los millones de españoles que representa, incluidos aquellos que con sus votos conformaron la mayoría que sustenta el Ejecutivo del PSOE y Sumar.
El extremista Milei, que ha puesto en marcha una política de desguace radical del Estado argentino de consecuencias sociales imprevisibles, se encontraba en España para recibir un premio de un think tank de promoción del liberalismo económico anunciado en febrero. El recibimiento oficial en Sol fue la única agenda política de Milei en España y se decidió en la última semana. Milei había pedido entrevistarse con el Rey. La Zarzuela no lo incluyó en la agenda oficial, argumentando que la política exterior es competencia exclusiva del Gobierno, según la Constitución.
Milei ha incorporado a su repertorio histriónico ataques sistemáticos al Gobierno de España y en particular al presidente, Pedro Sánchez, a quien acusa de corrupto con una actitud propia de un activista en redes sociales, despreciando la dignidad del cargo de jefe de Estado. Ataques que repitió, sin mencionarlos pero con claridad, en la sede del Gobierno de todos los madrileños. La repulsa del Gobierno alemán a los insultos de Milei a Sánchez han provocado tensiones que han obligado a modificar y rebajar su agenda en aquel país. El respeto institucional tiene su peso en las relaciones internacionales.
La medalla en cuestión se concede a iniciativa de la presidenta como “reconocimiento y respeto de los ciudadanos” a representantes extranjeros en visita oficial. La visita de Milei este viernes no era oficial, lo que hace aún más patente que el verdadero carácter del acto no era institucional, sino la mera provocación y el uso partidista tanto de la crisis diplomática abierta entre los dos países como de una figura claramente identificada con Vox.
Milei regaló a Ayuso una especie de función privada, naturalmente televisada, en la que habló de “la justicia social” como “un monstruo horrible y empobrecedor”, y deseó que los españoles “estén despertando” frente al Gobierno. Con una descripción de la historia económica y política argentina que no resiste el contraste con ningún libro de texto escolar, cumplió con las expectativas de su anfitriona al considerar al socialismo la causa de todos los males.
Más allá de la representación, el agasajo al presidente argentino no es inocuo políticamente para el PP. La conclusión es que la presidenta madrileña desafía la competencia exclusiva del Gobierno en política exterior y vincula a los populares con el extremismo de Milei. Por más que el PP la dejara sola —Feijóo no asistió al evento pese a defenderlo públicamente—, Ayuso es el PP y como presidenta pone de ejemplo a un político con un estilo caótico, que está eliminando contrapesos de poder y ha iniciado un proceso de privatizaciones masivas, cierre de organismos públicos y una amnistía fiscal. El discurso anarcocapitalista de Milei es completamente extemporáneo en Europa, y en especial en un país que valora como un logro histórico sus servicios públicos. Este furibundo populismo de la motosierra no puede ser la inspiración de ninguna derecha europea que aspire seriamente a gobernar.