Cartas al director

La labor de tres desconocidos

Los lectores escriben sobre la importancia de votar, la desaparición de Ciudadanos, la Selectividad y la difícil situación de los jóvenes

Votantes en un colegio electoral de Sevilla en la jornada del 23-J.Paco Puentes

Siempre que voy a votar, siento un pinchazo de emoción cuando me acerco a la mesa y pienso en las tres personas frente a mí, con esas caras que se debaten entre la resignación, la amabilidad ciudadana y, probablemente, el hambre. No puedo evitar enorgullecerme de los hombres y mujeres que durante siglos contribuyeron a conseguir que tres desconocidos, tres ciudadanos cualesquiera, se unan para ejercer una labor cuya única razón de ser es tan simple y compleja como materializar la democracia. Pertenezco a una generación que disfruta de las victorias que otros han ganado por nosotros y les debemos, como mínimo, ir a votar. Por eso, solo espero que en las próximas elecciones los jóvenes recordemos que votar no es un deber, ni debería serlo, pero si no valoramos el derecho que supone puede que un día nos quedemos sin él.

Elena de Lis Hernández. Madrid

La desaparición de Ciudadanos

Después del deseado cierre del ciclo electoral vemos que Ciudadanos ha desaparecido. Ahora comprobamos que aquel partido que vino a regenerar la política desde el centro solo supo pactar con la derecha y, cuando se ha dado la desbandada general al perder apoyo popular, sus candidatos que querían seguir en política han acabado en el PP o en la ultraderecha. A la vista de estos datos, hay que tener cuidado con los paracaidistas que vienen prometiendo limpieza y lo único que quieren es un puesto y mantenerse en él, que es lo que achacan a otros.

Julio Merino Velasco. Toledo

Adiós, EVAU, adiós

A todos esos chicos y chicas que esperan estos días los resultados de la EVAU —o como se llame en las diferentes comunidades—, me gustaría recordarles algunas cosas. Primero, que una nota no define quién eres. Segundo, que siempre hay caminos diferentes para llegar a un mismo destino. Tercero, que las cosas más importantes de la vida no se compran con dinero (es importante tenerlo presente cuando se toman decisiones de futuro). Para los profesores que os hemos acompañado en el viaje, o al menos para el que suscribe, es un orgullo veros despegar hacia otros rumbos. Por supuesto, no es el final de nada; es el comienzo de todo. Vuestro comienzo. Mucha suerte y buen vuelo.

Víctor Yuste Camacho. Las Rozas de Madrid

“Ni es sangre, ni es juventud”

Supongo que ya no somos jóvenes. Tengo 29 años y siento que mi generación asiste como mera espectadora al retroceso de sus derechos fundamentales. La deriva ideológica de nuestro contexto y la asfixiante realidad material que nos rodea deberían helarnos la sangre. Nuestras horas de trabajo cada vez valen menos, y la dificultad para emanciparnos nos atrapa en modos de vida infantilizados y posadolescentes. Incluso estamos cada día más enfermos. No obstante, parece que acabamos dando las gracias cuando nos compramos un coche de segunda mano y compartimos piso por menos de 400 euros. Quizás ya hemos perdido lo único que teníamos. Lo escribió Miguel Hernández: “Sangre que no se desborda, / juventud que no se atreve, / ni es sangre, ni es juventud”.

Ángela Pérez Provecho. León

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