Crispación política

Los lectores escriben sobre los ataques del PP al Gobierno, la belleza en la era de la inteligencia artificial, los empresarios que se lucraron durante la pandemia y el placer de hacer crucigramas

El líder popular, Alberto Núñez Feijóo, este miércoles durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.Javier Lizón (EFE)

Cierto es que en la política se ha llegado a unos extremos que dan auténtica vergüenza. También es cierto que hay que poner fin a esta sarta de disparates y hay que hacerlo ya. Todos tenemos que defender nuestras ideas y se puede hacer muy duramente, pero con educación y sin insultos. Y sí, ha habido insultos por ambas partes, pero no podemos caer en la hipocresía de creer, o decir, que todos somos iguales. Siempre que ha gobernado el PSOE, el Partido Popular ha cue...

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Cierto es que en la política se ha llegado a unos extremos que dan auténtica vergüenza. También es cierto que hay que poner fin a esta sarta de disparates y hay que hacerlo ya. Todos tenemos que defender nuestras ideas y se puede hacer muy duramente, pero con educación y sin insultos. Y sí, ha habido insultos por ambas partes, pero no podemos caer en la hipocresía de creer, o decir, que todos somos iguales. Siempre que ha gobernado el PSOE, el Partido Popular ha cuestionado su legitimidad, desde el “váyase, señor González” hasta las infinitas injurias y muy graves insultos dirigidos, a diario, al actual presidente. No hay que repartir culpas por igual, pero daría por muy bien empleado todo lo ocurrido si de verdad, a partir de ahora, se hiciera política con mayúsculas sin mentiras, sin campañas mediáticas abominables.

Ángel Villegas Bravo. Madrid

La IA y los referentes

Hace unos años, tuvimos el debate sobre el daño de los filtros en las redes sociales, que mostraban una imagen irreal que llevaba a la gente a someterse a operaciones estéticas. Ahora aparecen en nuestras pantallas los contenidos generados con inteligencia artificial. Hace unos días, vi cómo una chica joven, atractiva y que representa la perfección total que se impone a la sociedad, Alba Renai, creada con IA, presentaba en las redes un trozo de Supervivientes. Me pregunto si algún día se pondrá de moda ver perfiles de todas las edades, pieles, cuerpos y representación de la normalidad.

Belén Millán Lagares. La Palma del Condado (Huelva)

Beneficios

De vez en cuando leo que a los diversos comisionistas, conseguidores y otros vivales que pegan un pelotazo, sea con las mascarillas en tiempos de covid o con cualquier otra intermediación, se los califica como empresarios o emprendedores, y me llevan los demonios. Tengo una pyme desde 1992 de la que estoy muy orgulloso porque con trabajo día a día y con colaboradores maravillosos hemos conseguido capear crisis y llegar hasta hoy. Ningún año se ha incrementado nuestra facturación en dos millones o se ha multiplicado por 200. Eso no nos pasa a los empresarios normales.

Luis Truchado Velasco. Madrid

El gran poder de las ‘pequeñas’ cosas

Hace unos días, falleció nuestra madre, y haciendo memoria de sus últimos años, hay algo que nos ha venido a la mente: cuánto le gustaban los crucigramas. En momentos de esperanza, los llevábamos como amuleto. Allí estaba su letra y su evocación, inclinada sobre la mesa camilla, con las gafas de cerca próximas a caer por la punta de su nariz. Los crucigramas se transformaban en vitamina con la que recuperaba recuerdos aletargados que pensaba que no existían, convirtiéndose en una pequeña conquista en solitario. Por ello, agradecemos a los que haciendo algo que parece, como diría la Pili, peccata minuta, llenan muchos vacíos. En este caso, los crucigramas de EL PAÍS. Te amamos, Mamá, siempre.

Begoña y Victoria Rodríguez. Coria (Cáceres)

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