Los límites necesarios
Los lectores escriben sobre la necesidad de regular el uso por niños y adolescentes de las nuevas tecnologías, la crispación política, las trabas administrativas en Castilla y León para atender a dependientes y la situación de la red de Cercanías
En las últimas semanas, ha surgido en el debate público la cuestión de la conveniencia, entre la población infantil y adolescente, del uso de la tecnología digital. Al final, la discusión se ha centrado sobre si hay que ...
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En las últimas semanas, ha surgido en el debate público la cuestión de la conveniencia, entre la población infantil y adolescente, del uso de la tecnología digital. Al final, la discusión se ha centrado sobre si hay que “prohibir” su utilización entre esa población o, por el contrario, “prohibir su prohibición”. Construyendo este tipo de dilemas se termina incurriendo en un simplismo grosero. La solución pasa, una vez más, por una educación que contemple no solo ni principalmente habilidades tecnológicas, sino, sobre todo, valores sociales y de responsabilidad para que los jóvenes entiendan las consecuencias que un empleo inadecuado de esta tecnología puede acarrear. Una educación que, además, tiene que marcar límites a su uso —¡por supuesto!—, pero no solo a los jóvenes. Es necesario imponer límites, de forma urgente y severa, a las grandes tecnológicas que diseñan estos productos pensando en sus beneficios, en vez de tener en cuenta si su utilización es adecuada o no para los adolescentes.
Horacio Torvisco. Alcobendas (Madrid)
Bajar la crispación
La crispación política debilita la democracia porque polariza las posiciones de los ciudadanos e imposibilita los acuerdos de Estado. Ahora, la crispación no es algo que se produzca por generación espontánea. Tiene su máximo desarrollo cuando gobierna la izquierda, porque se fomenta desde la derecha, que considera que crear un clima de inestabilidad le permite tener más réditos electorales. Obtener más votos a costa de deteriorar la convivencia y la cooperación necesarias para abordar los grandes problemas de los españoles no puede beneficiar al que la genera. Para bajar el suflé de la crispación, es necesario identificar a quien la fomenta.
Jorge Félix Alonso Díez. Valladolid
Ejercer mi profesión
Más de 20 años cuidando a personas mayores —la mayoría como interna—, asistiendo en la higiene diaria más básica y acompañando en el deterioro y en la muerte. Pero esto no es suficiente para la Junta de Castilla y León, que exige el certificado de atención sociosanitaria a personas en el domicilio para seguir en las empresas que gestionan la ayuda a la dependencia. Así que llevo más de un año sin poder trabajar, esperando a que la Administración me convalide el título por la experiencia. Solo quiero ejercer mi profesión, muy poco valorada, pero esencial para la vida.
Gloria Isabel Suárez Castro. Salamanca
Lejanías
Cada día, miles de personas se desplazan a los grandes núcleos urbanos realizando viajes de corto trayecto mediante la red de Cercanías. Al ser un servicio público útil y necesario, se debería atender su infraestructura y funcionamiento de forma diligente, con el mismo interés que se presta a los de larga distancia o AVE. Más allá de las disputas políticas, convendría que cooperaran de forma competente las autoridades correspondientes. Cuidar, valorar y mantener lo público y cercano deviene una prioridad, autonómica y nacional.
Ramón Puchades Rincón de Arellano. Valencia