Mundo individualista

Érase una vez un mundo donde reinaban el individualismo y el egocentrismo en todas las esferas de la vida. En nuestras relaciones personales, lo actual es imponer lo que somos con esta advertencia: o lo aceptas o lo dejas. Sin medias tintas. Basta con ver las aplicaciones de citas y las descripciones que a gusto se publican: soy así, quiero esto y si no lo cumples puedes irte. ¿Y dónde quedo yo en todo esto? Porque yo también tengo mis miedos y necesidades, tan legítimos como los tuyos. Y...

Érase una vez un mundo donde reinaban el individualismo y el egocentrismo en todas las esferas de la vida. En nuestras relaciones personales, lo actual es imponer lo que somos con esta advertencia: o lo aceptas o lo dejas. Sin medias tintas. Basta con ver las aplicaciones de citas y las descripciones que a gusto se publican: soy así, quiero esto y si no lo cumples puedes irte. ¿Y dónde quedo yo en todo esto? Porque yo también tengo mis miedos y necesidades, tan legítimos como los tuyos. Y de pronto nos saltamos la etapa más hermosa y desafiante: empatizar. En lo político pasa lo mismo: quiero esto y lo tendré cueste lo cueste. En ambos ejemplos, nadie se para un instante a pensar en las consecuencias de sus actos que pueden herir (moralmente o físicamente) al otro. Así que quizás cuando aprendamos a ver, escuchar y sentir de verdad, puede que logremos entendernos como seres humanos. Y cuando llegue el día en que entienda que lo que te pasa a ti nos pasa a todos…, ese día mereceremos el título de ser humano.

Michael Beloso. Pontevedra

La convivencia y la amnistía

Cuando subieron el salario mínimo a más de 1.000 euros, los gurús económicos de la derecha alertaron del apocalipsis, cientos de miles de empresas cerrarían y la economía española entraría en barrena. Basta salir a la calle o interpretar las cifras reales para comprobar que no es así. Cuando indultaron a los líderes independentistas, saltaron de sus resortes los visionarios de la derecha avisando del déficit democrático que supondría tal medida de gracia. ¿Quién se acuerda hoy de tales indultos? Y ahora llega la amnistía de los condenados y fugados del procés, como condición previa, es verdad, para que Sánchez logre su investidura, pero que al mismo tiempo podría contribuir a restañar una herida política que nunca debió ser judicializada. Por el bien de la convivencia española, la amnistía me parece un acierto.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

Premiar a golpistas

Con objeto de formar un supuesto Gobierno de todos y para todos, pacta y se somete a unos ultranacionalistas insolidarios y xenófobos. Creo que Pedro Sánchez ha traspasado la mayor línea roja y, lo más grave, fomenta una bomba de relojería contra el Estado de derecho. Se ha cargado la igualdad entre españoles al privilegiar a una minoría identitaria y excluyente frente al resto, a la mayoría. Ha roto el sentido de justicia mercadeando indultos y amnistía con delincuentes nunca arrepentidos y fomenta que los separatistas permanezcan socavando, sin límite, la convivencia constitucional entre ciudadanos. ¿Es Pedro Sánchez especialista en legitimar políticamente a golpistas premiándoles con tal de continuar él como presidente?

David García. Madrid

No pensamos en el futuro

Durante años se nos lleva avisando sobre los daños que estamos haciendo al planeta, pero lo que hacemos es mirar a un lado y seguir consumiendo cada vez más obsesionados por estar siempre a la última en vez de apostar por empresas con una producción más sostenible. Estamos obsesionados con nuestra apariencia sin fijarnos en que estamos destrozando el planeta en el que vivimos y nuestro futuro.

Guadalupe Marcos Alamilla. Móstoles (Madrid)