Estimado Perro Sanxe, apreciado Fakejóo

Los candidatos de PP y PSOE se cruzan cartas que se publican y despedazan en redes

Feijóo en una imagen de 2022, cuando dejó Galicia para liderar el PP.PPDEG (Europa Press)

Los nostálgicos del siglo XX habrán disfrutado estos días: Feijóo y Sánchez se han cruzado cartas. Por desgracia, no han escrito sobre folios perfumados, ni han seguido el ritual de comprar sellos y llevar el sobre a un buzón. Esas cartas en realidad se escribieron para enviarlas por correo electrónico a medios de comunicación, además, claro, de colgarlas en Twitter.

La primera fue de Feijóo, el mismo que se pas...

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Los nostálgicos del siglo XX habrán disfrutado estos días: Feijóo y Sánchez se han cruzado cartas. Por desgracia, no han escrito sobre folios perfumados, ni han seguido el ritual de comprar sellos y llevar el sobre a un buzón. Esas cartas en realidad se escribieron para enviarlas por correo electrónico a medios de comunicación, además, claro, de colgarlas en Twitter.

La primera fue de Feijóo, el mismo que se pasó parte de la campaña lanzando indirectas (y alguna directa) sobre el funcionamiento del voto por correo. Los comentarios sobre su texto hicieron que la tarde del domingo se colara entre las tendencias de Twitter su encabezamiento: “Estimado Pedro”. Muchos tuiteros ironizaban sobre cómo la derecha se ha pasado los últimos años dedicando a Sánchez apelativos y reproches como “felón”, el “okupa de la Moncloa”, “Falconetti”, “Perro Sanxe” y “que te vote Txapote”, para que ahora Feijóo comience su carta con un saludo educado y casi afectuoso.

El candidato popular también tuiteó un breve hilo en el que resumía su texto. El mensaje más comentado fue el segundo, en el que decía que “siempre se ha reconocido que la fuerza política ganadora en las elecciones generales es la que debe gobernar”. Al poco tiempo, el tuit lucía una de las “notas de la comunidad”, en las que los tuiteros corrigen o añaden contexto a un tuit falso, engañoso o incompleto. En este caso, la nota aclaraba que “gobierna quien consigue mayoría en el Congreso”.

Otros tantos comentaban que no había estado mal el truco de especificar lo de las “generales”, que es un poco como decir que yo soy la persona más alta de España, si solo contamos a los que miden menos: después de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, el PP llegó a acuerdos con Vox y así gobierna en decenas de ayuntamientos en los que ha conseguido menos votos que el PSOE, además de en la comunidad de Extremadura. Incluso la referencia a las generales se puede poner en duda: hemos tenido que repetir elecciones dos veces, y en 2019 fue después de que justamente el PP se negara a abstenerse.

La respuesta de Sánchez llegó unas horas más tarde, encabezada con un “estimado Alberto” y con sornita incluida, al recordar que hoy en día hay medios “más ágiles” que el “intercambio epistolar”. Sánchez le recordaba los acuerdos que ya había sacado a relucir medio Twitter y, además, retrasaba la reunión con Feijóo a después de la constitución de las Cortes. Como decía aquel sabio mientras el volcán de La Palma entraba en erupción, “hay tiempo de comer sin problema”. Entre las cuentas próximas al PP y a Vox, más de uno calificaba la respuesta de Sánchez de “humillación” a Feijóo.

De propina, el lunes el líder socialista tuiteaba un vídeo en el que dejaba claro que también se presentaría a la investidura. Como señalaban algunos, esto puede poner en un aprieto a Felipe VI: ¿a quién propondrá primero? ¿Al que ganó, pero perderá casi seguro? ¿O al que perdió, pero cree que puede ganar?

Lo único que tenemos claro de momento es que, sin duda, hay tiempo de comer sin problema. Esto va para largo y cada día vamos a tener un poco de circo. Esta vez han sido cartas y un vídeo, pero veremos y sufriremos tuits, declaraciones, intentos de sumarse a más memes y, si seguimos con la nostalgia, algún fax, postales y quizás telegramas (“investidura en apuros STOP envía abstenciones STOP”). Puede que Feijóo, ya totalmente desesperado, acabe llamando a Sánchez al fijo (”operadora, con La Moncloa, por favor”).

Todos estos movimientos de los candidatos, en redes o fuera de ellas, no buscan tanto formar gobierno como recordar a sus votantes que están haciendo todo lo que pueden para lograrlo. Y, sobre todo, si se celebran nuevas elecciones en unos meses, lo importante es que quede claro que la culpa es del otro.

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