El guardaespaldas y la tacones
Los medios conservadores debían jugar a defender que Feijóo se ausentara pero sin pasarse de rosca. Se pasaron de rosca
La prensa tenía el miércoles una cita que la obligaba a hacer malabarismos. ¿Cómo justificar que un candidato se ausentara del debate? En EL PAÍS se escribió en los últimos días que lo último que quería Feijóo era aparecer junto a Abascal. Como esa gente que tiene pareja, se acuesta con ella, pero no le da la mano por la calle ni sus amigos saben quién es. Porque les da vergüenza. Los medios conservadores debían jugar anoche a defender ...
La prensa tenía el miércoles una cita que la obligaba a hacer malabarismos. ¿Cómo justificar que un candidato se ausentara del debate? En EL PAÍS se escribió en los últimos días que lo último que quería Feijóo era aparecer junto a Abascal. Como esa gente que tiene pareja, se acuesta con ella, pero no le da la mano por la calle ni sus amigos saben quién es. Porque les da vergüenza. Los medios conservadores debían jugar anoche a defender que Feijóo se ausentara pero sin pasarse de rosca (se pasaron de rosca) porque queda miedica no ir a un debate —sobre todo después de haber contado a sus lectores que en el primero había arrasado— y porque tampoco podían jugar a hundir a un Abascal al que creen necesario. Hacía falta un equilibrista, no ya para comentar, incluso para titular.
EL PAÍS: “Sánchez y Díaz exhiben complicidad ante Abascal y un ausente Feijóo”. El Mundo: “Yolanda Díaz y Abascal marcan el debate a tres con su duro enfrentamiento”. ABC: “Sánchez y Díaz se reconocen como socios mientras agitan el miedo a Vox”. La Razón: “Sánchez y Díaz, de la mano contra Feijóo dirigiéndose a Abascal”.
Un tostón de titulares, como fue el debate para María José Fuenteálamo, de ABC, que contó que lo mejor que había hecho Feijóo era ahorrárselo y quedarse planchando camisas “para cuando llegue a La Moncloa”. ¿Cómo dedujo ella que había desinterés? Por el método científico: en dos bares encontró la televisión apagada. Jorge Bustos, recuperado del subidón de azúcar de su viaje con el candidato Feijóo, se fijó en los “majestuosos tacones” de Yolanda Díaz, en que dio “una caricia al mentón del moderador” y en si tenía “cuarto propio entre Iglesias y Sánchez”. Cualquiera pensaría que le gusta. Apenas insultó a Sánchez y eso que no vio mucho más de interés porque “el formato se reveló fallido pronto”. Fallido y todo, tuvo ganadores, según Bustos: Yolanda Díaz, “por exceso”, y Feijóo, “por defecto”. ¿Ven cómo si se puede justificar el atril vacío?
Jabois cuenta aquí al lado que la ausencia de Feijóo la suplió su guardaespaldas Abascal: “Ha decidido no venir, por tanto, nadie puede meterse con él; si no hace campaña, tampoco se le puede nombrar; es el favorito de las encuestas pero como si no lo fuese, por favor dejadle en paz”. Hoy no les cuento los titulares de la fachosfera, que se me llena esto de mugre.