¡Cerrad Correos!

El voto postal se ha convertido en un tema de campaña y objeto de bulos

Oficina de Correos en Menorca. Foto: DAVID ARQUIMBAU SINTES (EFE) | Vídeo: EPV

El voto postal como tema de campaña es un cuento que merece ser contado. Correos recibió 2.622.808 solicitudes, hasta el viernes repartió más de 1,9 millones y reparte entre 200.000 y 300.000 votos al día. Justito pero dentro del plazo. Cuando acabe la polémica por el voto postal pasaremos al bulo de que Indra cuenta votos, pero ese es otro cuento. Ahora métanse conmigo en el fango. Escribe Jorge Fernández Díaz en La Razón que los problemas de Correos para repartir tal cantidad de votos y los sondeos al voleo del CIS servirían para que “una manipulada opinión pública asintiera pasivamen...

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El voto postal como tema de campaña es un cuento que merece ser contado. Correos recibió 2.622.808 solicitudes, hasta el viernes repartió más de 1,9 millones y reparte entre 200.000 y 300.000 votos al día. Justito pero dentro del plazo. Cuando acabe la polémica por el voto postal pasaremos al bulo de que Indra cuenta votos, pero ese es otro cuento. Ahora métanse conmigo en el fango. Escribe Jorge Fernández Díaz en La Razón que los problemas de Correos para repartir tal cantidad de votos y los sondeos al voleo del CIS servirían para que “una manipulada opinión pública asintiera pasivamente a un eventual pucherazo electoral”. Pero no crean que está tirando la piedra él mismo, es lo que “circula en las redes”, junto a un video de Elvis Presley vivo. Y que a ver por qué si Sánchez había dicho antes del 28-M que no adelantaría las elecciones decidió adelantarlas después del 28-M. ¿Igual porque perdió? Abc lleva dos piezas rompedoras, casi antisistema. El sábado publicaba José F. Peláez que “si llegara a haber un solo español que no pudiera ejercer su derecho al voto, las elecciones no serían válidas y habrían de paralizarse”. Habría “gobiernos legítimos paralelos”, “tarados rodeando el Congreso”, “observadores internacionales sacándonos los colores como a una tribu de salvajes”. A saber qué diría el señor Peláez si el próximo sábado el Gobierno decidiera (spoiler: no puede) suspender las elecciones porque José García Pérez, vecino de Charco del Pino, alegara que no había podido votar. Cuenta en Abc Salvador Sostres (no se asusten por la peste machista, es siempre así) que fue a Correos a buscar un paquete y que concluyó que hay que cerrar Correos porque ahí todo es (y cito) mugre, ineficacia, inutilidad, la muerte de la esperanza, olor a serrín sobre vómitos, colores amarillentos y grisáceos, funcionarias sacadas de un pueblo de crimen sórdido y luto largo, mujeres contrahechas, de torsos cortos y cabezas grandes, pelo grasiento, mirada perdida y rabiosa impotencia, gentes de pasiones insatisfechas, tropa opaca y atroz. Sostres, maestro del autorretrato. El Español publicó este domingo un interesante reportaje de Irene Asiain: “Así se fabrican los bulos antes del 23-J: del voto por correo al pucherazo o las llamadas a la abstención”. Explicaba que “las narrativas desinformadoras en períodos electorales buscan sembrar sospechas sobre el propio proceso y deslegitimar el sistema democrático”. A ver si Fernández Díaz se lo lee.

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