Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos... y Santa Cruz de Bezana

Personalidades de la cultura impulsan una campaña en redes para denunciar la censura de obras como ‘Lightyear’ en un pueblo de Cantabria por incluir un beso entre mujeres

El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, este martes en un acto del partido en Málaga.ÁLEX ZEA/EUROPA PRESS (Europa Press)

La etiqueta #stopcensura acumuló este jueves más de 48.000 mensajes. Corresponde a una campaña impulsada por directores de cine y de teatro, actores y músicos para llamar la atención sobre la relevancia de las recientes cancelaciones de distintas obras. Hay en el panorama político —y ahora en los asientos donde se toman decisiones— quien tiene miedo a la cultura y la aparta como se apartan los peligros.

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La etiqueta #stopcensura acumuló este jueves más de 48.000 mensajes. Corresponde a una campaña impulsada por directores de cine y de teatro, actores y músicos para llamar la atención sobre la relevancia de las recientes cancelaciones de distintas obras. Hay en el panorama político —y ahora en los asientos donde se toman decisiones— quien tiene miedo a la cultura y la aparta como se apartan los peligros.

En Valdemorillo (Madrid), donde gobiernan PP y Vox, ha ocurrido con Orlando, un clásico de Virginia Woolf que, como recordaba Laura Fernández en este diario, va sobre “la identidad múltiple de todo ser humano” y de cómo esas posibilidades menguan “por culpa de lo que los demás piensan”, en concreto, por lo que piensan cuando el personaje se convierte en mujer — “la pérdida de derechos es instantánea”—. El Ayuntamiento alegó “problemas presupuestarios”. En Santa Cruz de Bezana (Cantabria), la misma coalición ha impedido la exhibición de la película infantil Lightyear, una producción de Pixar-Disney donde sale un beso entre dos mujeres. Una quincena de países de Oriente Próximo y Asia prohibieron en su día el estreno por esa escena. O sea, por la cabeza de las autoridades de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait ... y un pueblo de Cantabria debió de pasar, un aciago día de precampaña electoral, el mismo pensamiento. En Briviesca (Burgos), el director teatral Xavier Bobés también ha denunciado la cancelación de su obra El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca, sobre un maestro republicano fusilado, Antoni Benaiges. Le notificaron la decisión, cuenta, después de “la formación del nuevo Ayuntamiento” tras las elecciones del 28 de mayo, cuando el PP se hizo con la alcaldía con el apoyo de los votos de Vox y Ciudadanos.

El comunicado de la campaña #stopcensura difundido en redes sociales (tanto Twitter como Instagram) dice: “Las y los profesionales del mundo de la cultura queremos denunciar el retorno de la censura que está atentando contra la libertad de expresión, un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución. Exigimos la protección de nuestros derechos fundamentales porque sin CULTURA no hay democracia”. El mensaje fue repicado por directores de cine como Dani de la Torre y Montxo Armendáriz, actores y actrices como Juan Diego Botto, Hugo Silva, Alba Flores, Leticia Dolera, Gorka Otxoa, Tristán Ulloa y Aitana Sánchez Gijón; músicos, como Ismael Serrano, Rozalén, además de por la Sociedad General de Autores (SGAE), la Unión de Músicos y la Unión de Actores y Actrices.

Las vicepresidentas del Gobierno de coalición Nadia Calviño y Yolanda Díaz, así como el ministro de Cultura, Miquel Iceta y la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, replicaron en sus respectivas cuentas el manifiesto de #stopcensura. El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, usó la etiqueta, pero no el manifiesto. “Comprometidos con la libertad artística, de creación, académica y de prensa. A favor de la libertad y contra cualquier tipo de censura, pero también contra la hipocresía, venga de donde venga y afecte a quien afecte”, tuiteó. “Estamos convencidos de que la única manera de garantizar esa libertad es a través de un nuevo Gobierno, que alcance una mayoría amplia tras las elecciones del 23 de julio y ejerza su acción política, también en la cultura, desde esa profunda convicción”, añadió. El mensaje fue citado más de 1.200 veces y recibió cerca de 2.500 comentarios, buena parte de ellos sobre ese “pero”, para señalar los recientes pactos del PP con Vox y las diferencias entre crítica y censura. La adversativa de la discordia del tuit del portavoz de los populares se desarrollaba en un comunicado del partido: “Es inadmisible la hipocresía de los nuevos censores, que llevan años cancelando películas, libros infantiles o clásicos que forman parte de nuestra historia cultural, pero ahora se echan las manos a la cabeza por electoralismo”, abundaba Sémper, citando “la cancelación de figuras como Woody Allen, Picasso o J.K, Rowling”.

Sí, pero ... otro clásico, este, de la política universal.


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