Simplificar la discrepancia
Los lectores escriben sobre la estrategia del PP de cara al 23-J, el cine de verano, los pactos entre el PP y Vox y sobre la adicción a las redes sociales
Paseaba por mi barrio y se me acerca una amable propagandista del PP, me ofrece un folleto y una pulserita con la rojigualda. Le digo que me parece mal que abusen del uso de la bandera que debería ser de todos y que el folleto apenas contiene generalidades, casi todas centradas en lo que denominan antisanchismo. No hay debate, sólo silencio. Es increíble que con tan poco se pueda hacer campaña. Hemos avanzado. L...
Paseaba por mi barrio y se me acerca una amable propagandista del PP, me ofrece un folleto y una pulserita con la rojigualda. Le digo que me parece mal que abusen del uso de la bandera que debería ser de todos y que el folleto apenas contiene generalidades, casi todas centradas en lo que denominan antisanchismo. No hay debate, sólo silencio. Es increíble que con tan poco se pueda hacer campaña. Hemos avanzado. La Segunda República, con aciertos enormes y errores muy graves, duró, en período de paz, poco más que esta última legislatura. Son evidentemente otros tiempos y contextos, y ya no se usa la conspiración, sedición y golpe de Estado, por eso hemos avanzado, pero es evidente que la simplificación de la discrepancia política en debates binarios personalizados (azañismo, felipismo, zapaterismo y sanchismo) es una constante táctica o permanente estrategia en las derechas nacionalistas españolas que, por otra parte, y valga la contradicción, tanto disfrutan de sus líderes. No caigamos en su trampa a la hora de votar.
Pablo De Vera Moreno. Madrid
Cine de verano
El cine y el verano para mí han formado una simbiosis que durante muchos años tenía un espacio físico, algunas noches al aire libre, con la consiguiente picadura de mosquitos, pero daba igual. Actualmente, las plataformas digitales se han llevado esos espacios para sustituirlos por el confortable sillón de nuestras casas. Aunque no es igual, nos interrumpimos a nosotros mismos la proyección. Tendríamos que romper una lanza por los cines de verdad, aunque no me siento la más indicada para dar ejemplo. El cine —aun a través de las plataformas— es un compromiso vital, es rompedor con los mensajes que te transmite y a veces llega a confundirse con tu propia vida. En familia el cine es un nexo. Recuerdo el verano en el que vi Airbag, con mi hijo adolescente. Esa tarde, después de recibir las notas, sentimos que inaugurábamos el verano. Felices días de cine y verano.
María Luisa Alonso Alcalá. Zaragoza
Regresión democrática
Con el permiso del PP, Vox está situando a personas con ideas terribles, muy peligrosas, en puestos claves. No comprendo cómo, según las encuestas y lo que se oye en la calle aquí y allá, muchos de sus votantes aceptan esa deriva con normalidad o indiferencia. Creo que no saben a lo que se exponen y a lo que nos exponen a todos. La regresión democrática está ya en marcha.
Ángel Carrascosa Almazán. Madrid
Nos fascinan las vidas ajenas
Vivimos en un mundo cuya dimensión social se basa en cotillear en las redes sociales para ver quién de nuestros “amigos” ha disfrutado de las mejores vacaciones o quién ha asistido al concierto del artista que más de moda está. Más aún, no nos conformamos con eso, sino que contribuimos a la causa exhibiendo nuestras propias experiencias, agobiados por acaparar el mayor el número posible de seguidores en la red social de turno. Aunque parezca mentira, se puede haber estado en ese sitio o disfrutado del mismo concierto sin haberlo compartido en redes, y la experiencia habrá sido, desde luego, mucho más enriquecedora.
Pedro González Berdayes. Siero (Asturias)