La izquierda y la derecha

Nos dicen que la izquierda no llega a la gente porque parece que esta todo el rato cabreada. En cambio, la derecha tiene un talante, un saber hacer y una educación dignas de ver. Nos dicen que la izquierda se ha vuelto muy moralista. En cambio, escuchar a la derecha decir que no hay que abortar o que hay que ir a la iglesia no tiene nada de moralista. Nos dicen que la izquierda ha querido meter miedo con los pactos entre PP y Vox. En cambio, la derecha jamás ha hablado de los pactos de la izquierda y ...

Nos dicen que la izquierda no llega a la gente porque parece que esta todo el rato cabreada. En cambio, la derecha tiene un talante, un saber hacer y una educación dignas de ver. Nos dicen que la izquierda se ha vuelto muy moralista. En cambio, escuchar a la derecha decir que no hay que abortar o que hay que ir a la iglesia no tiene nada de moralista. Nos dicen que la izquierda ha querido meter miedo con los pactos entre PP y Vox. En cambio, la derecha jamás ha hablado de los pactos de la izquierda y jamás ha nombrado a Bildu ni a los independentistas. La propia derecha ha colado estos mensajes que hacen que parte de los representantes de la izquierda se sientan acomplejados por los pactos que tienen que hacer y por las realidades que hay que defender. Hay que luchar por combatir el cambio climático, por combatir la desigualdad y por mantener nuestro sistema público. Si repiten que la izquierda arruina, que la izquierda repita que la derecha acaba destrozando lo público.

Raquel Gómez Avilés. El Verger (Alicante)

Resaca electoral

Lo que parecía un lunes de resaca electoral tras una noche de fiesta para el Partido Popular, ha terminado de la forma más inesperada. Pedro Sánchez soltaba la bomba del adelanto electoral para este verano, cuando todavía no se han situado las nuevas piezas en el tablero político. El Gobierno de coalición podrá gustar más o menos, pero este golpe deja clara una cosa: Pedro Sánchez es fiel a su perfil político y, ante una situación desesperada, ha vuelto a activar su Manual de resistencia en lo que parece una operación suicida. La cuenta atrás ha empezado para ver en qué acabará este giro de guion. Si las próximas generales encumbran a Sánchez a una victoria inesperada (que no sería la primera vez) o, si por el contrario, suponen la derrota final para el líder de los socialistas.

Ana Iglesias Calviño. Ponte Caldelas (Pontevedra)

En España no acaba de amanecer

Hoy el sol salió en Ámsterdam a las 5:30, en Londres a las 4:53, en Berlín a las 4:54 y en París a las 5:55. En Madrid hay que esperar hasta casi las siete de la mañana (más exactamente las 6:49) para poder ver los primeros rayos de sol. Mientras sigamos en un huso horario que no nos corresponde geográficamente, el cambio de hora para ahorrar energía resulta absurdo. ¿Hasta cuándo seguirá España sumida en la oscuridad de una medida tomada durante la dictadura?

Flor Fernández del Viso Torre. Salinas (Castrillón)

Despreocupados

Los resultados de las últimas elecciones no son más que el reflejo de la burbuja individualista en la que se refugia gran parte de la sociedad. No solo por la victoria de la derecha, sino también porque la tasa de abstención ha sido la cuarta más alta de la democracia española, lo que determina la inexistencia de la preocupación por la política y, por tanto, por los problemas sociales y colectivos. Si no queremos quedar en manos de la despreocupación por nuestros intereses, debemos explotar la burbuja en la que nos marginamos de cara a las próximas elecciones generales.

Marcos Pérez Urbano. Málaga