Un sistema que no funciona

Los lectores escriben sobre las equivalencias de títulos universitarios, las políticas de Vox y la sanidad pública en la Comunidad de Madrid, y un lector rinde homenaje a su madre, enferma de cáncer

Estudiantes universitarios durante una clase.Europa Press

Después de tres años de espera y un sinfín de objeciones burocráticas, en octubre de 2021 el Ministerio de Universidades me concedió la homologación de mi título universitario estadounidense. ¿El problema? Por entonces lo que había visto de Estados Unidos lo había visto por la tele: yo estudié en Inglaterra. Mi hermano, que cursó el grado, máster y doctorado en una de las universidades más prestigiosas del mundo, lleva casi cinco años esperando su convalidación. En España es como si solo tuviera el bachillerato. Mientras tanto, ha hecho su vida fuera y con el tiempo las posibilidades de...

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Después de tres años de espera y un sinfín de objeciones burocráticas, en octubre de 2021 el Ministerio de Universidades me concedió la homologación de mi título universitario estadounidense. ¿El problema? Por entonces lo que había visto de Estados Unidos lo había visto por la tele: yo estudié en Inglaterra. Mi hermano, que cursó el grado, máster y doctorado en una de las universidades más prestigiosas del mundo, lleva casi cinco años esperando su convalidación. En España es como si solo tuviera el bachillerato. Mientras tanto, ha hecho su vida fuera y con el tiempo las posibilidades de su retorno disminuyen. Está en el interés del país atraer a las personas mejor cualificadas que quieran venir aquí a trabajar, enseñar e investigar. Nuestro actual sistema de equivalencias es una losa de la que ya se han hecho eco algunos medios. Su ineficiencia no solo perjudica al interés general, sino que también mantiene separadas a familias que suspiran por el regreso de sus deudos más brillantes.

Jaime Luque Lora. Córdoba

Vox mira hacia Hungría

Las medidas antiabortivas que intenta implantar Vox en Castilla y León se inspiran en la legislación húngara de Viktor Orbán. Pocos días después de conocer estas medidas leo en EL PAÍS dos datos económicos de España y Hungría. La variación interanual de la inflación en España ha sido en diciembre del 5,5% y en Hungría del 25%. El gasto en pensiones en 2019 fue del 12,7% del PIB en España y del 7,3% en Hungría. ¿Se inspirará Vox en su aliado líder húngaro para las políticas económicas si algún día llega a gobernar en España, aunque sea en coalición?

Carlos García Aguado. Madrid

Para unas prisas...

Indignación es poco. Llevo desde el mes de octubre casi suplicando por una cita con el traumatólogo de mi hijo, que se lesionó la rodilla. Cuando nos dan la cita y solicitan una resonancia, resulta que estamos en lista de espera sin fecha para la prueba. Y ya el colmo es cuando nos dicen que pidamos cita para los resultados con el traumatólogo... ¡y nos la dan para el 27 de junio! Soy una defensora a ultranza de la sanidad pública, pero en la Comunidad de Madrid nos están empujando a que contratemos la sanidad privada para casos como el de mi hijo. Y me parece una injusticia, sobre todo para quienes no puedan asumir el coste de un médico privado. Señora Ayuso, ¿le parece normal esto? Los sanitarios están más que desbordados y las listas de espera son kilométricas.

Ana Fernández. Madrid

Mamá y las uvas

2023 asoma tenebroso. Quizá por eso lo empecé escamoteando el ritual de las uvas. Para qué tentar a la suerte si la suerte ya está echada. Ahí andaba morugo cuando reparé en ella; el pulso de sismógrafo enloquecido por la morfina, el gusto desconfigurado por la quimio y aun así dando cuenta de sus cuentas verdes. Mamá sabe que el cuarto árbitro va a mostrar su número en el cartelón, pero ella quiere continuar gambeteando. El animal de esta fábula es el cáncer y la moraleja de una mujer increíble es que hasta el final podemos seguir jugando.

David Junquera Fernández. Zamora


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