Lo de la huelga de Ryanair
Mientras sus trabajadores exigen el cumplimiento de la legislación laboral nacional, el perfil de la aerolínea en España se dedica a hacer gracietas
Está el ambiente revuelto por los aeropuertos. Agosto, verano, vacaciones. Y Ryanair en huelga. La mayor de su historia. Resulta que la aerolínea de vuelos baratos ―cada vez menos; en realidad qué es barato ya― ha registrado cientos de retrasos y cancelaciones, con lo que eso supone para los viajeros… que son los únicos que salen en los informativos. ¿Por qué harán huelga los trabajadores? A saber. Bien. Qué mejor manera de manejar un paro labo...
Está el ambiente revuelto por los aeropuertos. Agosto, verano, vacaciones. Y Ryanair en huelga. La mayor de su historia. Resulta que la aerolínea de vuelos baratos ―cada vez menos; en realidad qué es barato ya― ha registrado cientos de retrasos y cancelaciones, con lo que eso supone para los viajeros… que son los únicos que salen en los informativos. ¿Por qué harán huelga los trabajadores? A saber. Bien. Qué mejor manera de manejar un paro laboral de estas características a nivel interno ―sobre todo a nivel interno― que con una entrevista al director de Recursos Humanos de la compañía en un periódico de tirada nacional. Darrel Hugues dejó un gran titular para comentar en el patio tuitero. Sucedió el pasado día 17 en las páginas de Economía de Abc: “No nos sentaremos con los sindicatos; nos da igual lo que duren las huelgas”. Bien dicho. Qué necesidad. Están los aviones de Ryanair como para sentarse: mejor de pie. O entre sorteo y sorteo. Ya no hay hueco ni en los asientos de la puerta de emergencias.
La huelga, en principio, se extenderá hasta principios de enero próximo, coincidiendo con el periodo vacacional de agosto y Navidad, épocas en las que habitualmente existen unos picos de tráfico muy elevados. Que nos vamos todos de viaje, vaya. La frase de Hugues llegó hasta la política madrileña. Uno de los políticos con más colmillo en la Asamblea regional es Jacinto Morano, de Unidas Podemos. Morano entró al trapo al viralizarse de inmediato las palabras del alto cargo de la compañía: “Un tipo de Ryanair dice que no se sentará con los trabajadores en huelga. Pues incumple la ley, que le obliga. Y lo dice en la prensa. Nivelazo de los jefes de Recursos Humanos. Se va a comer sus palabras con tomate”. Adjuntó, por si acaso, lo que establece la legislación: “Desde el momento del preaviso y durante la huelga, el comité de huelga y el empresario [...] deberán negociar para llegar a un acuerdo, sin perjuicio de que en cualquier momento los trabajadores puedan dar por terminada aquella”. Hugues dijo aún más en la entrevista: “No creemos que estas protestas tengan mayor impacto y, por tanto, no nos importa que extiendan las huelgas”. A volar.
En Twitter hay días en que uno abre el móvil y, literalmente, lo abre. A Morano le contestó un usuario de nombre Barraquito2. “Negociar no es sentarse con los sindicatos. Ese es tu nivel”, dijo Barraquito2. “Puede negociar pensándolo muy fuerte también”, contestó Morano, “pero los poderes telepáticos son de la Segunda Fundación, creo que aún no están en la humanidad”. Tiempo al tiempo. Barraquito bloqueó entonces a Morano. Una cosa es debatir y otra muy distinta... debatir. La vida tuitera. El día que se junten todos los bloqueados de Twitter, preparémonos.
Los trabajadores de Ryanair exigen a la compañía irlandesa de bajo coste que aplique la legislación española en materia laboral, así como una mejora salarial. Según sus propias palabras: “La aplicación de los derechos laborales básicos, que no pueden suponer objeto de negociación, como 22 días laborables de vacaciones anuales o 14 festivos legalmente establecidos”. 22 días de vacaciones al año. Tiene narices. Y los 14 festivos. ¿A quién se le ocurre? Los empleados también denuncian que Ryanair ha despedido a 11 empleados por hacer huelga, cuando no habían sido convocados legalmente a cumplir servicios mínimos.
Mientras tanto, el perfil oficial de la aerolínea en España, que cuenta con 50.000 seguidores, se dedica a hacer gracietas. El 25 de mayo, se reía de una pasajera que no podía ni doblar las rodillas en uno de sus aviones. Y el 10 de agosto, en plena huelga, lanzó: “Hola (con la intención de que pillemos un vuelo a la playa y escapemos del calor)”. Un usuario respondió: “No sé cómo, si está cancelado”.