¿Sofá pegado a la pared? Eres pobre
El precio de los alquileres sigue disparado en Madrid. Una usuaria plantea un debate en función de cómo se tiene ordenado el salón
Qué necesidad hay de hablar de los alquileres capitalinos. Hablemos. De los 14.000 pisos que se anuncian en Madrid en el portal de Idealista, el más barato este domingo era un bajo exterior “con ascensor” a 15 minutos a pie de la Puerta del Sol. No es lo mismo bajar al sótano por unas escaleras que en una máquina del tiempo. Son 12 metros cuadrados, pero qué 12 metros. ¡Y por solo 425 euros! El propietario lo ha bajado 25 en los últimos días porque siempre hay caseros con buena fe. El chollo ahora está en 35 euros el metro cuad...
Qué necesidad hay de hablar de los alquileres capitalinos. Hablemos. De los 14.000 pisos que se anuncian en Madrid en el portal de Idealista, el más barato este domingo era un bajo exterior “con ascensor” a 15 minutos a pie de la Puerta del Sol. No es lo mismo bajar al sótano por unas escaleras que en una máquina del tiempo. Son 12 metros cuadrados, pero qué 12 metros. ¡Y por solo 425 euros! El propietario lo ha bajado 25 en los últimos días porque siempre hay caseros con buena fe. El chollo ahora está en 35 euros el metro cuadrado. El precio medio en la capital de España, por cierto, está en 15,4. En fin, una ganga.
El anuncio es una maravilla: “Bonito estudio dúplex ―sí, encima es un dúplex― amueblado. Muy luminoso ―porque si algo tienen los bajos es luz―, e ideal para una persona sola”. Lo suyo sería que lo alquilaran dos. O cinco, qué narices. En Idealista siempre hay que ir a jugar. “Dispone de ventana exterior y ducha”. Los alquileres en la capital de España están ya en un punto en que conviene incluir la higiene en casa. Qué es eso de lavarse en el gimnasio si puedes hacerlo en tu dúplex. “Cocina hecha a medida para máximo aprovechamiento”. Habría que ver cómo sería esa cocina si no fuera a medida. Hay que recordar que son 12 metros cuadrados y, lo más importante, esto se anuncia como un piso. En el reverso de la puerta de entrada hay un póster con un buda en blanco y negro que dice: “No excuses”. El problema de meditar aquí es que la esterilla no entra, pero siempre podrás levitar hasta la cama. ¿Cuándo deja ser un piso, un piso? A saber.
Las habitaciones de la madrileña cárcel de Soto del Real miden 10 metros cuadrados. Es decir, ¿por qué se le llama prisión a una urbanización de pisos con libertades limitadas? No excuses. Hay tres datos que explican la situación del mercado en Madrid. Uno: alquilar una vivienda sale un 82% más caro que en la media del resto de ciudades del país, según un informe del Banco de España. Dos: una pareja de menos de 35 años y con ingresos medios solo puede encontrar un alquiler asequible en el mercado libre en 13 de los 128 barrios de Madrid, según un análisis elaborado por EL PAÍS en 2020. Y tres: el último informe del Observatorio de Emancipación Juvenil de 2019 describe: “El aumento continuado de los precios del mercado inmobiliario, tanto en venta como en alquiler, hacen de la vivienda un bien económicamente inalcanzable para la población de entre 16 y 29 años de la Comunidad de Madrid”. Excuses, vaya. El alcalde José Luis Martínez-Almeida anunció hace unos meses en Twitter su plan para abaratar los alquileres: “NADA”. En 12 metros cuadrados no entra una piscina olímpica, pero como esto es un dúplex siempre se puede hacer un poquitín de apnea.
El caso es que esta semana una usuaria ha logrado que decenas de miles de personas interactúen con su mensaje en la red del pajarito. Una tesis sin estudios, pero ávida de fundamento: “Si tu sofá está pegado a la pared, eres pobre”. La teoría generó una avalancha de comentarios. En el dúplex entra a pedazos, pero entra.
La corresponsal de Reuters en España, Belén Carreño, observó: “Me parece un indicador muy interesante y acertado. Pero también incluye clase media”. Otra tuitera mejoró aún más la versión anterior: “Y si el horno está a la altura del pecho, eres rico”. La compañera Ana Torres contaba este domingo que los jóvenes menores de 35 años ya solo aspiran a comprarse un bajo. “Son oscuros, ruidosos y con poca intimidad, pero es lo único que nos podemos permitir”, explicaban. ¿Hasta cuándo?