Del Bribón al Golfo

Los lectores escriben sobre la visita de Juan Carlos I a España, el itinerario humanístico en los institutos, las citas previas y los fichajes a última hora en el fútbol

El rey emérito, a bordo del Bribón en el puerto deportivo de Sanxenxo.Samuel Sánchez

En la próxima vida quiero ser Rey de España. No sé si seguirá habiendo monarquía, pero en caso de que continúe yo me pido ser Rey. Con motivo de la visita del rey emérito a España después de dos años sin pisar nuestro país, leo en EL PAÍS que se “archivaron las diligencias abiertas por estar ya prescritos [los delitos], amparados por la inmunidad de la que gozaba como jefe del Estado o neutralizados por las sucesivas regularizaciones”. L...

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En la próxima vida quiero ser Rey de España. No sé si seguirá habiendo monarquía, pero en caso de que continúe yo me pido ser Rey. Con motivo de la visita del rey emérito a España después de dos años sin pisar nuestro país, leo en EL PAÍS que se “archivaron las diligencias abiertas por estar ya prescritos [los delitos], amparados por la inmunidad de la que gozaba como jefe del Estado o neutralizados por las sucesivas regularizaciones”. La verdad es que ser rey es un chollo, parece que no ha pasado nada y, si de verdad ha pasado, que no salga de palacio aunque huela a chamusquina. Eso sí, los vítores de “¡viva el Rey!” que no falten, no vaya a ser que deje de creerse que los casi cincuenta millones de españoles — con menores incluidos— lo queremos de vuelta en nuestro país. Después de un fin de semana en las regatas de Sanxenxo, con visita al Bribón incluida, este lunes al sol, en jet privado y como si nada hubiera pasado, irá a contarle todo a los amigos del Golfo.

Jorge Todolí. Sevilla

El funeral de las lenguas

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En mi instituto se está planteando la idea de eliminar para el próximo año el itinerario humanístico por falta de alumnos (tres, concretamente). Mientras, los alumnos del científico ocupan casi dos clases. Esto refleja las prioridades de nuestra sociedad de hoy. Hemos dejado de lado la cultura para centrarnos en la tecnología y el avance científico. No es que estas ramas no importen, pero al igual que un árbol no puede crecer sin raíces, una humanidad no puede avanzar si olvida su pasado. Un pasado plasmado en textos de lenguas muertas olvidadas en un polvoriento cajón del sistema educativo.

Marta Martínez Llinares. Valencia

Citas previas para todo

En estos tiempos hay que pedir cita previa para todo. Y solo se puede obtener por teléfono o por internet, es para volverse loco. Después de numerosos intentos, he conseguido cita previa para el médico del centro de salud, para el hospital, para la declaración de la renta, para “mi gestor” del banco, para el DNI, para el INSS, para la oficina de empleo, para el ayuntamiento, para la Biblioteca Nacional, para el Registro y, esto es lo más importante, he logrado reservar mesa en una terraza. Estoy pendiente de la cita del tanatorio. Es la única que deseo que no me la den demasiado pronto. Voy a llamar.

Pedro Catalán García. Madrid

Probar la propia medicina

En el fútbol, los equipos con mayor presupuesto suelen realizar fichajes multimillonarios que van labrando poco a poco por la puerta de atrás, o que pactan a última hora previo al cierre del mercado. Para los equipos que pierden a esos jugadores, esta forma de actuar suele conllevar un desgaste y un trastorno en su planificación. Estos días, tanto al Real Madrid como al Barcelona les han arrebatado a Mbappé y Haaland el PSG y el Manchester City, respectivamente. Aunque seguramente encontrarán sustitutos en otros equipos, una cura de humildad de vez en cuando no les vendrá mal. Suele ser terapéutico.

Ramon Puchades Rincón de Arellano. Valencia

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