Gas en rublos y no en euros, ¿qué se propone Putin?
El Estado ruso ha encontrado la fórmula para recibir los ingresos que necesita desesperadamente para pagar las facturas y financiar la guerra
Cuando los europeos impusieron sanciones a las empresas y autoridades rusas, no sancionaron a Gazprombank. No quedó más remedio, porque, en caso contrario, las empresas europeas no habrían podido pagar el gas que siguen importando. De modo que los europeos pagan a Gazprombank en euros. ¿Puede acceder a ellos el Estado ruso?
El Estado ruso tiene derecho legal a recibir esos euros en Gazprombank. Pero para acceder a e...
Cuando los europeos impusieron sanciones a las empresas y autoridades rusas, no sancionaron a Gazprombank. No quedó más remedio, porque, en caso contrario, las empresas europeas no habrían podido pagar el gas que siguen importando. De modo que los europeos pagan a Gazprombank en euros. ¿Puede acceder a ellos el Estado ruso?
El Estado ruso tiene derecho legal a recibir esos euros en Gazprombank. Pero para acceder a ellos tiene que haber una liquidación en euros, que pasa por el sistema de pagos de la Unión Económica y Monetaria llamado Target 2. Todas las transacciones en euros, en cualquier parte del mundo, tienen que liquidarse a través del sistema Target 2.
Lo que hace este sistema de pagos es finalizar la transacción, de forma que el Estado ruso es el propietario legal de los euros que los importadores europeos han transferido y los importadores europeos son los propietarios legales del gas suministrado. Así sería en tiempos normales. Sin embargo, como una de las dos partes de esta transacción, el Estado ruso, está sancionada, Target 2 no puede liquidar el pago y se interrumpe. Eso significa que el Estado ruso no puede acceder a los euros pagados (suponiendo, claro está, que las sanciones sean efectivas y ejecutables, lo que no siempre es fácil).
¿En qué medida resuelve el problema para los rusos que se les pague en rublos en lugar de euros? Lo importante no es solo el pago en rublos. La forma de organizarlo también ayuda a sortear las sanciones. En el decreto del 31 de marzo, cuando Vladímir Putin ordenó que las exportaciones de gas a Europa se pagaran en rublos, también dio instrucciones para que los importadores de gas europeos abrieran dos cuentas en Gazprombank: una en euros y otra en rublos.
El importador de gas europeo ingresa (a través de su propio banco) euros en la cuenta en euros de Gazprombank. Luego pide a Gazprombank que convierta los euros a rublos. Gazprombank puede comprar esos rublos en el mercado (donde es poco probable que encuentre la cantidad necesaria) o acudir al banco central ruso. Para ello, Gazprombank puede tomar prestados rublos del Banco Central de Rusia, aumentar así sus reservas (depósitos) en el Banco de Rusia y eludir el sistema de pagos europeo. Después, Gazprombank transfiere esos rublos que ha tomado prestados a la cuenta en rublos del importador de gas. A partir de ahí se puede hacer cualquier tipo de liquidación, porque es una transacción entre dos cuentas que pertenecen a importadores de gas europeos. A continuación, Gazprombank puede, en nombre del importador europeo de gas, pagar en rublos al Estado ruso con dinero sacado de sus depósitos en el Banco de Rusia. En este caso no es necesario llevar a cabo ninguna liquidación en Target 2, puesto que se hace íntegramente en rublos. El resultado es que el Estado ruso recibe los rublos que necesita desesperadamente para pagar las facturas y financiar la guerra.
Las sanciones son instrumentos jurídicos muy complicados con consecuencias imprevistas. Como es natural, el Estado ruso podría obligar a su banco central a imprimir dinero para financiar sus gastos. Pero el Banco de Rusia es una institución independiente, de modo que sería ilegal que lo solicitara el Gobierno. Este truco del gas en rublos evita por completo ese problema.
Cuando Gazprombank pide un préstamo al banco central, hay una operación implícita de cambio de euros a rublos que puede exigir una comisión. Normalmente, las comisiones por cambio de divisas son muy bajas, pero, como el mercado de rublos probablemente está muy falto de liquidez, Gazprombank podría pedir una comisión considerable, lo que en la práctica aumentaría el precio del gas. De manera que esta operación acaba siendo un instrumento de precios en manos del Estado ruso.
Por lo tanto, no hay un incumplimiento de las sanciones, ¿pero quizá sí un incumplimiento de contrato? Los contratos de gas entre los compradores europeos y el Estado ruso se acuerdan y firman en euros. Por consiguiente, por lo que respecta a los importadores de gas europeos, los pagos se finalizan en cuanto se realiza la transferencia en euros. Sin embargo, el decreto de Putin que especifica la exigencia de los pagos en rublos significa que, para el exportador ruso, el pago no está finalizado hasta que se haga en rublos. Es decir, el Estado ruso no considera oficial el pago hasta que ese momento. El periodo entre el pago en euros y su conversión a rublos es un momento delicado para los europeos, porque corren el riesgo de no recibir el gas después de haberlo pagado. Interpretar hasta qué punto es grave este riesgo puede ser importante para determinar si el decreto de Putin supone un incumplimiento de las sanciones o un incumplimiento de contrato. La Comisión Europea debe tener muy claro de qué se trata.