Louis C. K. y otros cancelados con premio

Si algo dejó claro la ceremonia de los Grammy es cómo estamos realmente frente a quienes aprecian una dictadura de la corrección política

Louis C. K., en una actuación sin datar.

“Louis C. K. gana un Grammy por su primer especial desde las acusaciones de conducta sexual inapropiada”. Bastaba con leer este tuit que el lunes publicó The Hollywood Reporter —el cómico estadounidense logró el galardón al mejor álbum de comedia en la edición de este año— y pronosticar que aquello estaba destinado a viralizarse sin remedio. Así pasó. Los retuits con comentarios, más de 2.000 en el momento en el que se teclean estas palabras, se debaten entre los que ironizan con el amargo doble sentido del enunciado en el...

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“Louis C. K. gana un Grammy por su primer especial desde las acusaciones de conducta sexual inapropiada”. Bastaba con leer este tuit que el lunes publicó The Hollywood Reporter —el cómico estadounidense logró el galardón al mejor álbum de comedia en la edición de este año— y pronosticar que aquello estaba destinado a viralizarse sin remedio. Así pasó. Los retuits con comentarios, más de 2.000 en el momento en el que se teclean estas palabras, se debaten entre los que ironizan con el amargo doble sentido del enunciado en el original en inglés (”hay tantos depredadores sexuales que han tenido que inventar esa categoría”), quienes matizan la información (“no son ‘acusaciones’ si el perpetrador admite haberlo hecho, lo cual es cierto”) y los que ponen sobre la mesa cómo estamos realmente frente a quienes pronostican la dictadura de la corrección política (”otro recordatorio de que la cultura de la cancelación no es real”).

A propósito de la hipocresía sobre qué tipo de agresiones se toleran y cuáles no, la cómica Jen Kirkman tuitéo: “¿Recuerdas cuando los cómicos esta semana decían ‘¡Han abofeteado a Chris Rock! ¡La comedia está en peligro!’ Nunca les importamos una mierda aquellas que siempre lo estuvimos. Están callados esta noche sobre Louie C. K. ganando un Grammy por un álbum donde bromea sobre sus agresiones”. Kirkman hace referencia a que, en noviembre de 2017, cinco mujeres acusaron al cómico de conducta impropia por sacar su pene y masturbarse, exigiendo a las presentes que no dejaran de mirarle. No solo quedaba ahí. Dos cómicas que lo presenciaron, Dana Min Goodman y Julia Wolov, aseguraron que fueron amenazadas con repercusiones en su carrera si contaban lo sucedido. Louis C. K. admitió que ”las historias eran ciertas”, desapareció de la vida pública durante unos meses e inició en 2018 un retorno gradual que ha llevado a una redención pública total, como prueba este galardón por un espectáculo en el que se ríe del progreso social del Me Too. En Sincerely Louis CK, no solo bromea con lo suyo como si fuera una travesura de guiño-codazo y no un caso de coerción profesional y abuso de poder (“¿Cómo fue vuestro 2018 y 2019? ¿Alguien más se metió en una cantidad global de problemas?”); también cuestiona la cultura del consentimiento (“las mujeres saben cómo parecer que están bien cuando no lo están”) y hasta se ríe del sexo no consentido, comparándolo con la era de la esclavitud (”asumir que a ella le gusta es como si se escuchara a los esclavos cantar en el campo y tú dijeras: ‘Oye, se lo están pasando bien ahí afuera”).

La del domingo fue una noche en la que llovió reconocimiento a hombres supuestamente cancelados por sus conductas vejatorias. Kanye West, a quien se prohibió el acceso a la gala por haber amenazado de forma compulsiva durante las últimas semanas al actual novio de su exesposa, Kim Kardashian, se llevó dos más. Uno fue por Jail, una canción sobre hombres sin complejos que no pueden evitar serlo y que canta junto a —¡sorpresa!— Marilyn Manson, acusado de abuso sexual por cinco mujeres, y DaBaby, quien hace unos meses agredió físicamente a otra en un club.

El peaje del #MeToo, una interesante investigación de 2019 en la que la periodista Rebecca Traister contactó con mujeres y hombres corrientes que en su día habían denunciado abusos o agresiones frente a comités o la policía, puso de manifiesto quién ha ganado y perdido realmente después del Me Too. Esas personas sin poder que alzaron su voz o bien habían tenido que cambiar de nombre o se habían mudado o hasta habían perdido sus casas o la custodia de sus hijos. Mientras se ovaciona a Plácido Domingo y se premian las provocaciones de Kanye West y Louis C. K., si algo nos va quedando claro es que aquí nadie separa realmente la obra del artista. Y que, en 2022, la cultura de la cancelación son tres Grammy.

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