Todos los caminos llevan a Galicia

Twitter ha vivido una semana disparatada en la que la pandemia ya es el menor de nuestros problemas. Las conversaciones en la red han girado, fundamentalmente, en torno a dos temas: la guerra en Ucrania y el armisticio en el PP. Y todos los caminos llevan a Galicia. Quizá porque el fin del mundo, Finisterre, c...

Twitter ha vivido una semana disparatada en la que la pandemia ya es el menor de nuestros problemas. Las conversaciones en la red han girado, fundamentalmente, en torno a dos temas: la guerra en Ucrania y el armisticio en el PP. Y todos los caminos llevan a Galicia. Quizá porque el fin del mundo, Finisterre, cae por allí.

Fue muy comentada la carta que el alcalde de Agolada (Pontevedra, 2.300 habitantes), Luis Calvo, y su número dos, Óscar Val, enviaron —y difundieron en las redes— al embajador de Ucrania en España poniéndose “a su entera disposición” para “ir a combatir contra las fuerzas opresoras rusas cuando lo consideren oportuno”. Twitter lo bautizó como “el verdadero Rambo gallego” y dedicó cientos de mensajes al regidor, líder del partido Anticorrupción y Justicia. “Prepárate, Putin. Ahí te va la División Azul gallega” (@MarcosBL); “Agolada, primera administración al oeste del Dniéper en declarar la guerra a Rusia” (@aethelvard)...

Tras el revuelo, el alcalde, que intentó declarar festivo el día que ganó las elecciones y lleva “con honor” que le llamen “el Trump gallego”, matizó que el ofrecimiento no era para combatir de combatir, sino para “ayudar a la gente”. “¿Qué vamos a pintar el teniente alcalde y yo con dos fusiles, si no los entendemos?”, dijo, cargado de razón. Tiene 51 años y en una entrevista en La Voz de Galicia no descarta llegar a presidir la comunidad, aunque admite que “esas cosas van despacio”.

Mientras, la cuenta del todavía presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha convertido en lugar de peregrinación. Los populares hacen el camino hasta el portal de Compostela para obtener la bendición del salvador del partido. Tras brindarle varios sacrificios —Pablo Casado y Teodoro García Egea—, envían sus piropos a @FeijooGalicia: “En 2018, fui a Santiago para decirle al ‘apostol del extremo centro’ que retiraría mi candidatura a la presidencia del PP si él presentaba la suya. No lo hizo, pero sí lo hace ahora. Un político de una pieza, patriota, autonomista, liberal y europeísta” (@MargalloJm); “Doy mi aval a @FeijooGalicia para presidir @populares. Le agradezco su paso al frente y le brindo mi colaboración” (@TereMalladaPP); “Madurez, unidad, fortaleza, ilusión y proyecto. Con @FeijooGalicia se hará realidad pronto” (@JavierMaroto). Quien la tenía, colgó en sus redes una foto con el presidente gallego, aunque a alguno le jugó el Photoshop una mala pasada. Es el caso, descubierto por @jesusgona, del exalcalde de Burgos Francisco Javier Lacalle, quien, al borrar a las tres personas con las que compartía mesa con Feijóo, se dejó varias falanges sin dueño sobre el mantel.

Una semana así solo podía terminar con #bochorno en la lista de trending topic o temas más comentados. La mayoría de tuits asociados a esa etiqueta se los llevó Isabel Díaz Ayuso por varias intervenciones en la novena Cumbre Europea de las Regiones y Ciudades, a saber: “El Gobierno quiere dar nombre de mujer a las estaciones y yo lo que creo es que la Virgen de Atocha ya era mujer”; “No hay nada más extremo que acostarse con nacionalistas, con el entorno de ETA o con gente que ha arruinado a países enteros a manos del comunismo y que hoy, por cierto, parte de ellos apoyan a Putin desde la Asamblea de Madrid”.

Movía la presidenta madrileña la bolita mientras quedaba vacía su silla en el Parlamento autónomo, donde la oposición pedía explicaciones por el contrato de su hermano. El día anterior, La Voz de Galicia reveló la “agresión” en Chantada (Lugo) a un hombre por llamar “ayusitos” a un grupo de madrileños. “Fue lo que se me ocurrió en el momento. También me podía dar por hablar de Putin”, dijo. Todos los caminos llevan a Galicia.